25 de julio 2022 - 00:01

Las plataformas fueron las dueñas del Comic Con

Terminó ayer en San Diego la monumental convención anual, otra vez presencial. Los tradicionales estudios de Hollywood fueron desplazados.

Cosplay. Tres Spidermen conversan animadamente en el Comic Con.

Cosplay. Tres Spidermen conversan animadamente en el Comic Con.

San Diego - Del 20 al 24 de julio volvió Comic Con a esta ciudad. Encuentro masivo de todos los rubros de la cultura popular con un público multigeneracional, Comic Con resucitó después de dos versiones anémicas, online, en 2020 y 2021. En el gigantesco edificio de convenciones de la ciudad, bordeando la espectacular bahía de San Diego, abundaron los carteles de bienvenida, los videos en pantallas gigantes, y las sonrisas de los cientos de empleados y voluntarios que garantizaron su funcionamiento impecable. El covid –más el susto renovado por su última variante– fue el invitado inevitable: máscara obligatoria, aplicación en el celular con certificado de vacuna y pulsera identificatoria. Una buena onda, sin embargo, permeaba el ambiente: Comic Con es el tónico tomado por pacientes hartos de virus, protocolos y encierros durante más de dos años. Ya se verán los resultados sanitarios de un encuentro multitudinario, donde un público de grandes y chicos invadió, con y sin disfraz –algunos “cosplays”, espectaculares- cuanto rincón había en el centro de convenciones y en la zona aledaña del Gaslamp District, el centro turístico de la ciudad. Aunque había menos gente que años anteriores -calculada generalmente en 130.000 personas- los organizadores deben estar satisfechos. Sin mencionar a la ciudad y su comercio, con pérdidas económicas sustanciosas por la cancelación de los últimos dos años. “Back in business”, “business as usual”, “happy to be back” eran las frases más oídas.

Lo que sí ha cambiado es la relación entre Hollywood y Comic Con. La cercanía de San Diego con la sede de la industria en Los Angeles (menos de 200 kilómetros), y la aparición de los fans como grupo a cortejar económicamente, hicieron que esta modesta convención de historietas, que empezó en 1979 en un hotel, se convirtiera en un brazo clave de la maquinaria publicitaria, a partir de 2008, con el primer Iron Man. Los comics quedaron relegados a la compra y venta entre aficionados, en un espacio reducido del mercado persa que es la planta baja del centro de convenciones –el tamaño de cuatro canchas de fútbol. Las historietas habrán quedado desplazadas, pero no su contenido, canalizado a través del cine, la televisión, el cable y sus adláteres. La transición del formato revista al audiovisual fue perfecta y se resume en un anglicismo ya castellanizado: superheroes. Esta segunda etapa del Con estuvo marcada por Marvel y su universo cinemático, una brillante estrategia narrativa (obra de Stan Lee y Jack Kirby) para implementar un “business plan” a largo plazo.

Lo que impulsó la conexión masiva, instantánea y monetizable entre los estudios y el público se desarrolló gracias a una innovación de la internet: las redes sociales. En constante evolución desde la llegada de Facebook, la dinámica de las redes sigue siendo una estrategia de marketing y publicidad indispensable. Pero estos últimos años Hollywood experimentó su costado oscuro: los fans no son dóciles y un puñado de descontentos pueden frustrar una campaña con blogs, Facebook y Twitter. Hollywood ha aprendido a caminar con pies de plomo. Resultará interesante ver qué ocurre con la próxima serie de Amazon Prime, The Lord of the Rings: The Rings of Power, que ha generado bastante publicidad negativa estos días porque lo políticamente correcto desplaza la originalidad de Tolkien.

Desplazamiento

La pandemia de 2020 aceleró la crisis latente en los estudios tradicionales –Warner, Paramount, Sony, Disney, Fox- que resultó en la aparición de un nuevo modelo económico, el de las plataformas digitales que distribuyen y exhiben “contenidos”, y que desde unos años también lo producen, por encargo o compra. Entre otros cambios radicales, los grandes estudios han organizado sus propias plataformas, en una lucha por conseguir suscripciones. El modelo de vender entradas de cine, DVD y BluRay ha quedado perimido, y ahora el desafío es persuadir y retener suscriptores.

A raíz de este fenómeno, el Comic Con 2022 acaba de entrar en su tercera etapa: por primera vez, no hay presencia de los estudios, con anticipos, estrellas e interacción espontánea con los “fans” (fuerza inmanejable e imprevisible). Su lugar lo ocuparon –empapelando de publicidad toda la ciudad- Netflix, AppleTV+, Amazon Prime y las plataformas de los estudios: Disney+, Paramount+, Fox, y unidades semi-independientes como Hulu y HBO Max. Dominaron Comic Con y, por ende, la conversación en las redes.

El gran ganador siguió siendo Marvel, demostrando su capacidad para adaptarse al costado narrativo y económico del nuevo paisaje. Cortejó a los fans en el enorme Hall H – 6.000 espectadores que hicieron más de 24 horas de cola– con un espectáculo de super nivel tecnológico, brindando la experiencia de estar “dentro” de su mundo imaginario. Ken Feige, el presidente de Marvel Studios, anunció los dos próximos films de los Avengers, y las nuevas series para televisión y plataformas. El plan de Marvel se concentra en otro anglicismo, el “multiverso”. Asomados desde el cielo de las historietas, Lee y Kirby estarán saboreando la continuidad de sus ideas y creaciones.

Particularmente fuerte resultó la presencia de Apple TV+, en paneles y activaciones. Busca consolidar la imagen de un jugador con perfil propio, diferente de Netflix y Disney, con programación original y de gran calidad: Severance, Invasion, See, Mystic Quest y For All Mankind. Los “teaser trailers”, que anticipan la próxima temporada suscitaron estentóreos aplausos.

Como siempre, los paneles fueron interesantes y variados; un número sustancioso resultó muy “woke”, concesión a la atmósfera ideológica “progre” que prevalece en la industria del entretenimiento en Estados Unidos. Uno de los más cálidos fue el homenaje a Stan Lee en su centenario. Participante habitual de Comic Con –su última aparición fue en 2017, un año antes de morir, en un panel de historietas mexicanas–, Lee representa, quizás como ningún otro, el nexo entre lo viejo y lo nuevo en la cultura popular nortemericana y global.

Una nota final: la participación de una profesional argentina, Julieta Rey del Castillo, en un panel con expertos en locaciones. Hija de emigrantes establecidos en Miami y Atlanta en los años noventa, Julieta, de 32 años, nacida en Mar del Plata, trabaja en cine y televisión como manager de locaciones, en proyectos para Marvel, los más recientes Ms. Marvel y Black Panther 2: Wakanda Forever. “Esfuerzo y oportunidad”, señaló la breve charla mantenida con ella, al final del panel.

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