14 de septiembre 2007 - 00:00
El arte en Salta, un territorio sagrado
-
Ca7riel y Paco Amoros se llevaron el Premio Gardel de oro: álbum del año y seis estatuillas más
-
Mirtha Legrand fue operada con éxito: "Fue algo menor, todo salió perfecto"

La instalación de «La Doncella» en el Museo Arqueológico
de Alta Montaña (MAAM). Se trata de un cuerpo intacto, de
500 años de existencia, en su momento ofrendado a los
dioses.
Cornejo pinta «paisajes». En ellos no se encuentran árboles, montañas, caseríos pero sí la luz, la textura de la piedra, la aridez y el polvo, la visión de algunos verdes desde lo alto de la montaña, el eco de los cascos de los caballos para subir hasta la cima, el tiempo detenido, el silencio.
También exhibe sus muebles escultura absolutamente originales y destacamos la obra que da título a la muestra realizada en conjunto, 405x 100cm (2007) en la que a manera de altar los tres ofrendan sus capacidades artísticas.
En otras salas del MAC se exhiben las muestras de Silvana Merello cuya imagen es el complejo y sutil tratamiento del color, de Alfredo Muñoz y su visión del paisaje desértico en divisiones horizontales, a la manera de capas geológicas, y María Cristina Abraham que reunió a un grupo de hombres unidos por diferentes grados de marginalidad, quienes a través de la fotografía, la escritura de poemas, dibujos sobre cartón, las remeras con inscripciones o la artesanía provocan la reflexión sobre la función del arte.
Salta, además del turístico, vive un boom artístico con la inauguración de una feria de arte, la nueva galería Mamoré, la muestra de la Colección Goretti de Arte Precolombino y la instalación de «La Doncella» en el Museo Arqueológico de Alta Montaña (MAAM). Este espacio fue proyectado para albergar a los niños incas hallados en 1999 en la cima del volcán Llullaillaco a 6730 m. de altura junto a más de ciento cincuenta objetos que componen su ajuar. Hoy, este museo modelo dirigido por el Arquitecto Gabriel Miremont, muestra este cuerpo intacto de 500 años de existencia, cubierto por una túnica color tierra y sus pies calzados con una base de cuero y un tejido en la parte superior. «La Doncella» está sentada, dormida. Una presencia que estremece así como la historia ya que los « capacochas» eran seleccionados por la nobleza andina y ofrendados por sus mayores como mensajeros de los mortales a los dioses. Está ubicada en un recinto de cristal a 18° bajo cero sobre una base de criopreservación a 30° bajo cero y en la penumbra con fondo de instrumentos de viento y un relato en quechua.
Desde el sitio www.maam. org.ar se puede ingresar al Museo para hacer un recorrido digital por sus instalaciones y colecciones donde se presentan imágenes exclusivas de este hallazgo que aún despierta polémicas y controversias respecto a su traslado.
Dejá tu comentario