16 de agosto 2024 - 15:47

El teatro resignificado por una realidad cruda y punzante

En el off, se reponen obras de hace dos, cinco o diez años, a falta de los apoyos a la cultura que terminan de vehiculizar los nuevos proyectos. Entonces se reflotan guiones con escenografía y utilería guardada en el fondo de la casa de una abuela, un garage o un altillo,

Valeria Giorcelli en Mis cosas preferidas, que volvió luego de diez años, a El Camarín de las Musas.

Valeria Giorcelli en "Mis cosas preferidas", que volvió luego de diez años, a El Camarín de las Musas.

Que el teatro independiente es resistencia y militancia queda evidenciado más que nunca este año difícil en que artistas siguen apostando a la comunión con el público a como de lugar, en el galpón o pequeña sala que los albergue. Actores, directores, guionistas, productores del off no desconocen las dificultades crecientes a la hora de estrenar obras, desde dinero para invertir a tiempo para ensayar cuando la mayoría trabaja de otras varias cosas que les permiten hacer teatro. Sin embargo admiten ese impulso creador que no los deja dejar de hacerlo.

Se advierte el fenómeno de la reposición de obras, de hace dos, cinco o diez años, a falta de apoyos a la cultura que terminan de vehiculizar los nuevos proyectos. Entonces se reflotan guiones, con escenografía y utilería guardada en el fondo de la casa de una abuela, un garage o un altillo, como forma de seguir ofreciendo el innumerable menú de obras excelentes que siguen poniendo a la prolífica Buenos Aires en lo más alto. “La cultura está averiada, se está haciendo difícil expandir cultura con teatro y giras”, dijo a Ámbito Miguel Ángel Rodríguez a propósito de “Quieto”, que se presenta en Nun. “Hacer teatro independiente ahora es una catástrofe, no es fácil sostener, nos quieren borrar de un plumazo, hoy la coyuntura afecta mucho emocionalmente”, dijo a Ámbito Mariela Asensio en relación a su estreno “El cuerpo anímico” en El Extranjero. “El teatro independiente siempre fue a plumón, garra y vértigo, la enorme actividad teatral está atada a la pasión y el talento de los artistas”, señaló a Ámbito Sebastián Irigo a propósito de “Torna amore”, que se vio en El Callejón.

Los viernes se presenta “Mis cosas preferidas”, en el Camarín de las Musas, que fue reestrenada luego de diez años y reescrita por su directora y autora, Macarena García Lenzi, e interpretada por Valeria Giorcelli, quien añade varios datos de actualidad que resignifican la obra. Giorcelli encarna a una solitaria y triste mujer que espera a sus amigas de la infancia a tomar el té, tras no verse por varios años. Lo que parece ser un juego inicial pone al público en jaque sobre la ilusión, la locura y la tragedia. El personaje de Valeria hace referencia a que “tuve que bajarme de la prepaga, así como están las cosas no la podemos pagar más”, la pobre jubilación de su padre, la dificultad de llegar a fin de mes y en varias ocasiones dice “claro, lo de antes era una fiesta, no podía haber plata para todos, es así como hay que estar, resistiendo y con lo justo, sin que alcance para casi nada”.

Otra de las obras que se resignifica hoy por completo es “Paraguay”, que ofrece sus últimas dos funciones desde su estreno en 2018 en el Centro Cultural Morán y un recorrido que la llevó al Astros. La obra de Lucía Maciel y Paula Grinszpan, si bien problematiza la histórica cuestión de la inmigración ilegal y la pauperización del trabajo, adquiere otra dimensión en el actual contexto socioeconómico. Protagonizada por el gran Mariano Saborido como una mujer paraguaya que trabaja hace 30 años en Estados Unidos, la obra siembra inquietantes preguntas, y por demás hilarantes, sobre esa idealización del “american dream” y la cruda realidad del inmigrante ilegal, el destierro y el sentirse por siempre un paria.

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Mariano Saborido junto a Manuela Martínez y Olivia Daiez en

Mariano Saborido junto a Manuela Martínez y Olivia Daiez en "Paraguay".

“Rojos globos rojos”, un clásico de Tato Pavlosvsky, sigue sus funciones los domingos en el Centro Cultural de la Cooperación, con actuación de Raúl Rizzo y dirección de Christian Forteza. Sin dudas esta historia sobre la desesperación de El Cardenal y Las Popis por mantenerse en el escenario ante el posible cierre de su teatrito resuena a un cruel presente. Esta versión es una reescritura con escenas de obras fundamentales de Pavlovsky, en un claro homenaje al teatro independiente.

Vuelve “Al bárbaro le doy paz”, de Pablo Gorlero sobre canciones de María Elena Walsh en una obra para adultos. “El teatro es rebeldía, volvemos a hacer la obra porque sentimos que en este tiempo es más necesario que nunca el mensaje de la obra”, explica Gorlero. “Maria Elena fue una obsesiva de la justicia, una artesana de la ironía, una letrista exquisita, tan filosa como erudita, fue confesional e intimista, pero también muy crítica de la realidad. Su lealtad a sí misma y a sus ideas, su feminismo, así como su lucha por las causas honestas fueron su cruzada que enfrentó al orden reinante, al que siempre invitaba a cuestionarse. Con juegos de palabras, introduciendo el disparate, sabía cantar la realidad argentina con una espontaneidad inusitada. Eso hay que hacer ahora más que nunca”, consideró Gorlero.

El año pasado se vio "Lo normal", de Malena Ratner y Fran Ruiz Barlet que busca visibilizar la discapacidad. Con actuación de Raquel Ameri y elenco, vuelve los lunes a las 20 en El Método Kairós, desde septiembre. La obra se resignifica en el contexto actual, en palabras de Ameri: "Con lo que pasó con el INADI, lamentablemente con la pérdida de derechos se potencia la necesidad a través del arte de manifestar y militar para visibilizar todos estos temas". La obra tiene a dos chicas en sillas de ruedas y cuenta una historia que no se detiene en los límites del cuerpo. Gira en torno a dos amigas cómplices, padres que aprenden, un camino con barreras y una sociedad expulsiva.

Se estrenó en 2015 y regresa por dos funciones: “La intención de las palomas”, de Fernando Ferrer, con actuación y sobre idea de Federico Buso que podrá verse este lunes y el próximo en Espacio Callejón. Discurre sobre la falla, la soledad, y el trauma de pasar de chico a adulto. Buso, actor, director y programador de Espacio Callejón, admite que algunos elencos le piden volver a hacer obras ya hechas, porque son queridas por el equipo o bien presentan un camino allanado, que no es lo mismo que empezar una obra de cero.

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