(28/05/2001) Fueron cremados ayer los restos del versátil actor Arturo Maly, quien murió sorpresivamente de un infarto, a los 62 años, el viernes en la ciudad cordobesa de Morteros, en el límite con Santa Fe, mientras participaba de la gira teatral con la obra «Sinvergüenzas», y al mismo tiempo que aparecía en los cines en uno de los papeles principales de la recién estrenada película «La fuga».
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Formado en el Conservatorio Nacional, Maly inició en 1963 su carrera actoral vinculado al teatro denominado de vanguardia, junto a directores como Augusto Fernandes,Alberto Ure y el brasileño Augusto Boal, para ir convirtiéndose en un requerido actor profesional, con una extensa e intensa carrera en teatro, cine y televisión.
Consideraba que era «un actor todo terreno» y si bien en los últimos tiempos se lo había convertido reiteradamente en «el malo de la historia», era capaz de incorporar cualquier papel, como lo había demostrado interpretando una diversidad de obras, de comedias a tragedias, de Harold Pinter a Neil Simon, de Pedro Pico a Ricardo Monti.
En el cine, su sólida capacidad interpretativa quedó impresa en unas cuarenta películas, entre las que se cuentan «Los gauchos judíos» de Juan José Jusid, «Contar hasta diez» y «Momentos robados» de Oscar Barney Finn, «Tacos altos» de Sergio Renán, «Corazón iluminado» de Héctor Babenco, «La clínica del doctor Cureta» de Alberto Fisherman y varias de Adolfo Aristarain (desde la popular «La playa del amor» a las más prestigiosas «La parte del león», «Ultimos días de la víctima» y «Tiempo de revancha»).
La televisión lo hizo popular por su labor en exitosas novelas como «Celeste», «Nano», «Mu-ñeca brava» y «Amor latino».
El deceso de Maly consternó al ambiente artístico y el reconocimiento del público se expresó en los aplausos que le brindaron ayer y anteayer en los cines donde se proyectaba «La fuga» cuando aparecía su nombre en los títulos.
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