22 de mayo 2024 - 11:19

El superávit fiscal y el ¿atraso del dólar?

Confundir casualidad con causalidad es el tercer peor pecado de los economistas. El segundo es falsear la verdad y el primero, la soberbia. La relación entre el superávit fiscal y el retraso cambiario se ha convertido en un turismo que asombra, gratifica o enoja a unos y otros. El problema es que no es real.

Tío Rico Toto Caputo

Tío Rico "Toto" Caputo

Lo que no es positivo es el manejo de las percepciones y los datos de la realidad que estamos viviendo.

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Dependiendo de quien, y adonde mire, la Argentina esta en el peor o el mejor de los mundos. La realidad es otra cosa.

Dependiendo de quien, y adonde mire, la Argentina esta en el peor o el mejor de los mundos. La realidad es otra cosa.

Cuando enfrentamos un vaso con agua hasta la mitad, un psicólogo dictaminará si está medio vacío o medio lleno en función del ánimo de quien lo observa. Un físico dependiendo de las condiciones iniciales y finales. Los economistas gravitan entre ambos, sin profundizar en el funcionamiento del alma humana, y sin la rigurosidad de los científicos.

Se entiende entonces que existan posiciones de lo más disimiles, pero dentro del marco que nos imponen los hechos. Lo demás es propaganda.

Qué preocupa a los argentinos

Los encuestadores suelen poner a la inflación, la inseguridad y el desempleo como las principales preocupaciones de los argentinos. Pero lo que nos obsesiona por encima de todo es otra cosa: el dólar, o mejor dicho su precio.

Fig 2 Google Trends 20 años.jpg
El dólar, una obsesión de los argentinos. No siempre fue así, hasta 2013 el trabajo supo ocupar el primer puesto.

El dólar, una obsesión de los argentinos. No siempre fue así, hasta 2013 el trabajo supo ocupar el primer puesto.

Esto no ha sido siempre así. Por caso, entre 2004 y principios de 2013 la búsqueda de la palabra “trabajo” en la nube, superaba a “dólar”. A principios de 2013, de mano del incremento inflacionario, “el billete” saltó al primer puesto. Durante el primer año de la gestión macrista la cosa se calmó un tanto, pero en 2018, ante la crisis económica, se colocó por lejos en el primer lugar.

La pandemia trajo una calma relativa, que se vio interrumpida con el proceso electoral del año pasado (lo de julio de 2022 coincide con la llegada de Sergio Massa a Economía), cuando la palabra “dólar” se volvió omnipresente durante octubre.

Fig 3 Google Trends 90 dias.jpg
Con la actual Administración, la obsesión por el dólar ha disminuido y pero la preocupación por la situación laboral sigue incólume.

Con la actual Administración, la obsesión por el dólar ha disminuido y pero la preocupación por la situación laboral sigue incólume.

En los últimos tres meses el interés por “el blue” ha decaído -en este análisis tomamos las diez mayores preocupaciones que identifican las encuestadoras-, mientras la preocupación por lo laboral ha ido avanzando. Curiosamente -o no tanto- la cuestión de la inseguridad pasó de un lejano tercer puesto para los motores de búsqueda, al cuarto, mientras inflación subió este año del cuarto al tercero.

“No hay atraso cambiario porque tenemos superávit fiscal”

Si alguien tuviese una bola de cristal para predecir el movimiento del dólar… “se llenaría de guita”. Lamentablemente esto no existe. Lo que es peor, los factores que influyen sobre el valor de nuestra moneda son innumerables y si bien a corto o mediano plazo podría parecer de tanto en tanto que existen algo así como “tendencias”, lo cierto es que tanto las variaciones diarias como las mensuales, anuales, o las que más le gusten del “billete”, exhiben lo que se conoce como un “random walk”.

Fig 4 Variacion mensual del dolar libre deflactado Random Walk.jpg
Las variaciones del dólar frente al peso son impredecibles

Las variaciones del dólar frente al peso son impredecibles

Para ponerlo más claro, lo que ha venido sucediendo con el precio del verde, no determina lo que va a suceder (esto no significa que, a falta de mejores referencias, el pasado no sea una guía, pero una guía imperfecta).

Fig 5 Variacion mensual del dolar libre Random Walk.jpg
La variación del precio del dólar frente al peso exhibe el comportamiento de un “random Walk” (Tests Durbin-Watson, 2.13; Wald-Wolfovitz, Z-stat. -1.22; BRW, Z-stat -1.71)  lo que sugiere que -salvo excepciones- no es predecible.

La variación del precio del dólar frente al peso exhibe el comportamiento de un “random Walk” (Tests Durbin-Watson, 2.13; Wald-Wolfovitz, Z-stat. -1.22; BRW, Z-stat -1.71) lo que sugiere que -salvo excepciones- no es predecible.

Tal vez por esa necesidad de justificar lo injustificable, o como derivación de la guerra en torno a si el dólar está retrasado o no, en las últimas semanas se puso “de moda” entre los economistas más afines al oficialismo, afirmar que la calma en el frente cambiario obedece al logro de los superávits primario y financiero.

La derivada de esto es -a grandes rasgos- que mientras la posición de caja siga siendo favorable, el Banco Central continuará incrementado sus reservas, estaremos más cerca de la prometida eliminación del cepo y la presión del público para hacerse de billetes seguirá siendo negativa, entrando en una especie de círculo virtuoso.

Fig 6 Deficit superavit versus dolar.jpg
En el 56% de los años con déficit financiero desde 1915 el precio del dólar se redujo en términos reales (la correlación, es -25.1%)

En el 56% de los años con déficit financiero desde 1915 el precio del dólar se redujo en términos reales (la correlación, es -25.1%)

El problema con este argumento -o similares- es que el déficit o el superávit financiero no son factores determinantes en el comportamiento del dólar en la calle.

Es cierto que desde enero el país contabiliza cuatro meses consecutivos de superávit, y que en el ínterin (datos a fin de abril) el blue cae 39% en términos reales (sube 1,5% en nominales). Pero la realidad es que la baja del billete arrancó en noviembre, antes de la mejora fiscal (-52% en términos reales, +13% en nominales).

Para “tirar” alguna idea -sin ninguna validez-, si esto sugiere algo es que no es el superávit lo que cambió las expectativas respecto al “billete”, sino el cambio de gobierno.

Lo que nos dicen los números es que la correlación entre las variaciones mensuales del resultado fiscal financiero -la comparación con el resultado primario no modifica las cosas- y las variaciones del dólar libre, es negativa en 9,62% (0% contra la variación del dólar al mes siguiente).

Fig 7 resuyltado financiero versus dolar mensual.jpg
estadísticamente no existe una relación significativa entre lo que pasa con el resultado fiscal y el comportamiento del billete

estadísticamente no existe una relación significativa entre lo que pasa con el resultado fiscal y el comportamiento del billete

De hecho, en los 17 meses desde enero de 2017 en que se registró un superávit primario -en solo cinco tuvimos un superávit fiscal- en términos reales el dólar retrocedió en el 43,8% de los casos una media de 1%. En los otros 71 meses en que tuvimos déficits el billete retrocedió en el 54,9%, una media de 0,6%.

Esto es: estadísticamente no existe una relación significativa entre lo que pasa con el resultado fiscal y el comportamiento del billete.

En Julio de 1915, Ethel Annakin sentenció: “La primer víctima, cuando llega la guerra, es la verdad” … y una guerra es lo que tenemos entre el gobierno y los economistas no afines - opositores o independientes-, donde lamentablemente a ninguna de las partes parece importarle demasiado la verdad.

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