9 de agosto 2024 - 09:02

Lo que se dice en las mesas: sigue el miedo en el mercado tras el colapso y los gurúes recalibran las inversiones

Japón desató el derrumbe y ahora los operadores ahora hablan de miedo, no de pánico. Igual, algunos creen que la reacción fue exagerada. ¿Hacia dónde apuntan las carteras?

El carry trade ya estalló y sobrevino la depuración, potenciada por algunos datos económicos.

El carry trade ya estalló y sobrevino la depuración, potenciada por algunos datos económicos.

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El tsunami japonés retroalimentó el malhumor de los datos de empleo de EEUU y los mercados mundiales se sumergieron en lo que, por ahora, parece ser solo una depuración de posiciones y cotizaciones a nivel global. Sobre el cierre de las operaciones del jueves pasado los operadores más avezados, anticipando lo que sería la jornada del viernes y casi vislumbrando el arranque del lunes, no se fueron sin dejar una pregunta reflexiva en el éter del mercado mundial: ¿cómo te posicionaste para la apertura de mañana?

El resto ya es historia, y una vez que la niebla descendió los operadores ahora hablan de miedo, no de pánico. Según el JP Morgan ya se liquidaron el 75% de las operaciones de carry trade mundiales.

Uno de los principales operadores mundiales de este negocio señalaba en un conference call que, mientras las mesas del JP Morgan y de Goldman discutían frenéticamente sobre la importancia de cuánto tiempo faltaba para que se deshaga el carry trade global tras la decisión del BoJ, soslayaban que el carry trade en el que el gobierno japonés se había involucrado en las últimas décadas era una bomba de relojería difícil de desactivar y cuando explotara era “game over”. Este experto, veterano de varias crisis, explicaba que a fines del año pasado, cuando el último ciclo de carry trade del yen estaba todavía en su infancia (el cruce dólar-yen estaba en torno a 140 yenes, camino de alcanzar un nivel alucinante y desencadenante de inflación de 162 yenes, por no hablar de dos intervenciones del BoJ), se advertía qué la economía japonesa estaba prácticamente muerta y lo único que faltaba era declarar la hora de su muerte. La razón: el carry trade de 20 billones de dólares en el que el gobierno nipón alimentó desde hace 40 años. Ya en diciembre del año pasado los principales estrategas de divisas del mercado global habían dimensionado el tamaño total de la operación cuyo estallido exigiría un rescate coordinado del banco central.

Lo cierto es que el carry trade ya estalló y sobrevino la depuración, potenciada por algunos datos económicos, noticias de fuertes ventas de acciones (caso Warren Buffet con Apple) y el pánico se desató a nivel mundial. Ese fue el comienzo de un colapso, y así fue como Goldman lo negoció. Pero en el debate entre JP Morgan y Goldman, fue el director de estrategia cambiaria global del JPM, Arindam Sandilya, quien primero salió a decir (en Bloomberg TV) que no se había terminado de ninguna manera con la desmantelación del carry trade, al menos dentro de la comunidad de inversores especulativos, está completa en algún punto entre el 50% y el 60%. Lo que fue refutado por el operador de Goldman, Jerry Shen, quien analizó el posicionamiento en yenes del banco y el indicador de flujo táctico de fondos y concluyó que los inversores en realidad tienen posiciones largas netas en yenes a partir de esta semana, lo que implica que el carry trade se ha deshecho en gran medida.

Por lo pronto la rencilla entre estos gigantes de Wall Street parece haber bajado los decibeles y desde el mercado reconocen que hubo miedo pero no pánico, y que las lecturas en base al índice VIX fueron exageradas.

Al respecto, en otro conference call un estratega que incluso compartió jornadas con Robert Whaley, creador del VIX, en la Universidad de Vanderbilt, -contó que el nombre original iba a ser REW (las iniciales de Whaley) pero otra bolsa poseía ese ticker así que optaron por VIX- explicó un tema árido y muy complejo técnicamente porqué consideraba que el nivel alcanzado el lunes pasado por el VIX no denota pánico. Acá basta con mencionar que el cálculo obedece a una cadena de opciones en el CBOE, incluidas algunas muy ilíquidas. Como se ve el tema del carry global, y en particular el nipón, acaparó las conversaciones a nivel mundial.

Mientras a esta altura de los acontecimientos ya los analistas se refieren a las álgidas jornadas como un berrinche infantil de los inversores, desde el BNYM advierten que su modelo y datos iFlow aún les marcan que pueden ver más riesgos hasta finales de agosto. Los estrategas del emblemático banco estadounidense explican que el papel de los diferenciales de tasas entre Japón y EEUU y otros países es claramente importante para los mercados de divisas, pero la correlación con las tasas reales se desgastó en junio y julio, cuando la política empezó a importar más que la política monetaria, empezando por las elecciones de la UE, pasando por las elecciones francesas y británicas, y también por el debate entre Trump y Biden.

Estos expertos advierten que el desarrollo de esta batalla por la centralidad de los factores marcará el tono de los rendimientos del tercer trimestre, ya que los inversores verán cómo se rompen los modelos y se dan vuelta las correlaciones. Con un agosto muy volátil consideran que el yen, el franco suizo y la corona sueca serán los principales focos de flujos de refugio seguro.

¿Y por casa cómo andamos?

Tras el temporal se aquietan las aguas y en las mesas locales vuelven la atención a los dimes y diretes internos, que por sí hay de sobra y para todos los gustos. Obvio que el sacudón global obligó a replantear posiciones y estrategias, recalcular benchmarks y reprogramar encuentros y reuniones sesgados a la actualidad de los mercados mundiales.

Uno de los más interesantes fue el que mantuvo el economista Martín Polo con Ana Cohen quien profundizó el análisis de los datos de la economía de EEUU mejorando la lectura e interpretación de lo que pasó, que para él fue más una llamada de atención financiera que macroeconómica, en referencia al colapso del lunes. Para Polo es prematuro aventurar una recesión en EEUU sino más bien un lento soft landing. A la hora de hablar de inversiones, predominó la idea de que era tiempo de renta fija.

En la mayoría de los zoom y encuentros entre gente del mercado local, con clientes y asesores, se habló mucho de política también. Cada día se habla más de nuevo “monje negro”, el asesor sin cargo, Santiago Caputo, y como sus tentáculos, con la venia de “Sor” Karina, llegaban a álgidas áreas gubernamentales como la vinculada a los servicios de inteligencia, la Justicia, la UIF y a las grandes empresas estatales. Un prestigioso politólogo comentaba en un almuerzo en el barrio de Retiro que este tema, sobre todo, las designaciones en la comisión bicameral de servicios de inteligencia lo tenía de muy mal humor al líder del PRO, Mauricio Macri, quien aspiraba a poner gente suya pero “Sor K” lo habría neutralizado.

Mucho se especula con cómo seguirá la relación entre el PRO y LLA, donde el líder libertario no parece para nada interesado en sellar ninguna alianza ni pacto, ni interbloque ni nada, sino que seducido por las encuestas que llegan a la Rosada que muestran el canibalismo de los votos del PRO a manos de LLA prefiere hacer un take-over más que un merger.

En otro reducto de zona norte un asado convocó a varios referentes de la industria financiera con nexos con el private banking off shore y allí se ironizaba sobre el REPO del “Toto” aludiendo al recordado General Alais, porque no llegan nunca, dicen que vienen, vienen, se anuncian, pero no llegan. Un puñado de optimistas salían en rescate de Caputo y Bausili, señalando que si se concretaba lo del banco español, ello podría arrastrar a otros como ocurrió en la anterior gestión con Cambiemos cuando se juntaron más de 6 luquitas. Los más escépticos esperan a ver para creer. Pero ambos grupos saben que la posición de reservas del BCRA no brinda ningún margen ni respiro, y se viene el segundo semestre.

Entre tanto, un economista, asiduo visitante de Balcarce 50, traía los últimos chismes del patio de las palmeras a colegas reunidos en un exclusivo club del bajo porteño: por más que lo quieran ocultar o distraer hay un problema de gestión en el Gobierno, el haberse tardado casi mes y medio para reglamentar dos capítulos de la ley Bases demuestra que no son los tiempos que el mercado y la gente tiene; la excusa es que el problema radican en que la gente votó el cambio pero los legisladores no

Cada vez que llega una encuesta de imagen, nivel de aprobación o intención de voto en la que la Vicepresidenta supera al Presi estallan los humores contra la jefa del Senado quien mantiene su atención en ganar adhesiones territoriales y etarias en todo el país; venía complicado el tema de los nombramientos de los jueces de la Corte, pero parece que el de Lijo que estaba encaminado se trabó, del otro (García Mansilla) ni se habla. La hermana Karina está abocada al armado del partido a nivel nacional, lo que está generando rispideces entre aliados y tensiones provinciales

El resultado del blanqueo y la moratoria divide las aguas, en el oficialismo apuestan a u$s50.000 millones pero los más cautos hablan de 30.000 millones, sin embargo en la city, según el termómetro de las consultas de clientes rondaría como mucho en 25.000 millones.

Uno de los colegas presentes brindó por la medalla de plata en el ranking de riesgo país, solo superado por Bolivia que se llevó la dorada. Lamentable. Y justo llegó la nota de la calificadora S&P Global que confirmó calificaciones en escala global de “CCC/C” y en escala nacional de “raB+” de Argentina, con una perspectiva estable.

De lo que también se habla mucho es del canibalismo del colchón cambiario, ya no queda nada para los expertos y encima el real brasileño también comenzó a apretar. Otro tiró el dato de que en las jornadas aciagas del mercado cambiario, al parecer le hicieron vender divisas en el MEP a la aerolínea de bandera.

Todo vale cuando se acercan los indios, justificó el interlocutor. Otro comensal experto financista-tributario, medio harto de los seminarios y encuentros vinculados con el blanqueo, consideró que lo más interesante de la propuesta oficial era el potencial para el mercado de capitales local debido a cómo funcionan las Cuentas Comitentes Especiales y la flexibilidad para comprar y vender papeles evitando tener que pagar la multa. Brindó un ejemplo: si llegaran a ingresar 5.000 millones a dichas cuentas especiales estimando un monto de blanqueo 25.000 millones sería casi un tercio del stock de los argendólares actuales que podría atraerse luego a múltiples inversiones. Veremos.

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