Develado el mayor interrogante del 2024 ahora los inversores y analistas replantean posiciones tras el tsunami electoral republicano, mientras en la Rosada esperan que Donald, o aunque sea algún allegado, les atienda el teléfono. A nivel epidérmico sigue la euforia, aunque un poco más calmo todo respecto de las primeras reacciones del contundente triunfo de Trump.
Lo que se dice en las mesas: "Trump trades", preocupación por el real y el potencial de retorno de un bono Global y una Lecap
Incesante flujo de informes, reportes, evaluaciones, estudios, análisis y conversaciones sobre lo que viene por los próximos cuatro años de la administración de Donald Trump, todas las especulaciones y proyecciones plantean más interrogantes que certezas.
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Lo cierto es que en medio de un, lógico, incesante flujo de informes, reportes, evaluaciones, estudios, análisis y conversaciones sobre lo que viene por los próximos cuatro años, todas las especulaciones y proyecciones plantean más interrogantes que certezas. Habrá que ir viendo cómo Trump armar su equipo de gobierno para este segundo mandato y los primeros pasos a nivel geopolítico.
Por lo pronto, el presidente electo le dedicó 12 minutos por teléfono al líder surcoreano, en una clara alusión de por dónde pasan sus prioridades.
Un experto en geo-estrategia explicaba a un grupo de inversores que lo que no entienden en el oficialismo es la relevancia de Argentina en el contexto mundial, más allá de las coincidencias ideológicas y de la identificación con Trump por parte de Milei, que Donald haya hablado esos minutos con el surcoreano Yoon Suk-yeol, por razones absolutamente lógicas es que para la visión del republicano y del establishment de Washington puede haber empezado la Tercera Guerra, la guerra euroasiática, en un contexto delicado internacionalmente.
Al respecto, el experto señaló que Trump, antes de asumir el 20 de enero, querrá tener cerrado el conflicto ruso-ucraniano y el de Medio Oriente, por eso presionará a Kiev y a Moscú, con la salvedad que a Israel le dará un poco más de tiempo para que termine sus operaciones. Esa es la agenda de Trump.
Encarnizada lucha por la embajada argentina en Washington
En otro encuentro reservado, un legendario analista, conspicuo conocedor de los pasillos del poder, incluso los de Cancillería y los de Washington comentó los pormenores de la salida de Mondino y el error que cometía el Gobierno al poner a un equipo poco profesional e inexperimentado, sobre todo, en este momento de la política internacional. Hizo énfasis en la encarnizada lucha, hoy fuera de control, por quedarse con la embajada argentina en Washington tras la salida de Werthein. De todos modos, los que saben reconocen que Trump es una oportunidad para Milei, sobre todo, en términos políticos, quien puede aspirar a ser un referente regional, no más que eso, ya que la agenda regional está liderada por México.
Por ende, las expectativas, sobre todo oficiales, están puestas en que la fuerte apuesta que hizo Milei sobre Trump, incluso en momentos en que muchos creían que el expresidente iba a ir preso, permita cosechar algún beneficio económico, ya sea con o sin el FMI. El mercado ahora querrá ver qué cartas se juegan desde la Casa Rosada, la Casa Blanca y el Fondo, y si todo ese apoyo e identificación ideológica se traduce, finalmente, en un mejor acuerdo con el organismo y/o algún puente financiero con el Tesoro de EEUU por ejemplo. Los más avezados analistas aconsejan al Gobierno bajar la ansiedad, tanto de algún encuentro personal como telefónico con el presidente electo, e ir profesionalizando la cúpula de la Cancillería y de la embajada del DC, a la espera de alguna señal del republicano.
Ajuste de las proyecciones del 2025
Pero, al margen del advenimiento del llamado Trump 2.0, en las charlas, encuentros gastronómicos y virtuales entre hombres del mercado local se viene asistiendo a una mejora del clima, que se traduce, por ejemplo, en un recálculo de las proyecciones del 2025. En general, los principales consultores reconocen señales de que el nivel de actividad tocó piso y está rebotando heterogéneamente, y si bien mantienen las dudas sobre el sector externo, quizás, el talón de Aquiles de la economía argentina 2025, se mostraron moderadamente más optimistas sobre lo que viene.
Claro que siguen las críticas sobre el dólar "blend", y la pauta cambiaria, y más aún sobre las intervenciones del Banco Central (BCRA) para bajar la brecha. Festejos por los resultados del blanqueo, que sorprendió hasta a los más optimistas, y un gran interrogante si las compras de divisas del BCRA en octubre, es un punto de inflexión o solo una golondrina que no hace verano. Igual, los más críticos dicen irónicamente que para evaluar los resultados y la performance 2024 del plan económico hay que “poner el VAR”.
En otro reducto, en el que se aprovechó para celebrar, en medio del análisis de la coyuntura, el cumpleaños de un reconocido economista y exfuncionario, pusieron el foco también en el “trade-off” entre los próximos ajustes tarifarios y la desaceleración inflacionaria y en los vencimientos de deuda del 2025 que son los más elevados desde 2019. Allí también se habló mucho de la economía real, dado que había varios empresarios e importadores, y lo que se percibió por comentarios recogidos, sobre todo, en el interior del país, es la gran preocupación que tienen los empresarios e industriales por la competencia china. Un referente del “private banking” criollo, capaz hastiado de los mediáticos, planteó porque los “analistas-voceros” no juraban como los funcionarios por “Dios y la Patria os lo demande”, sobre todo, aquellos que en cada gobierno rinden pleitesía aconsejando apostar al peso y a la larga nunca rinden cuentas.
“Trump trades”
Mientras tanto, en el mercado mundial solo se habla del “Trump trades” ante la reacción de las acciones y los bonos. En Wall Street consideran que el resultado claro y rápido de la elección presidencial, que evitó cualquier turbulencia en el mercado, permitió a la Fed realizar el recorte de tasas previsto de 25 puntos básicos, y si bien Powell -que dijo que no renunciaría si Trump se lo pidiera- no dio ninguna orientación a futuro para diciembre, esperan que continúe el ciclo de recortes en diciembre y enero con 25 puntos básicos por reunión.
También apuestan a un repunte de la inflación una vez que imponga un arancel universal, lo que para la Fed significará pausar el ciclo de recortes. Por lo tanto, no esperan más recortes de tasas después de enero. Como dijo John Keynes, explicaba un gestor global, “los mercados se mueven por el espíritu animal, no por la razón” para explicar el momentum a lo que un colega le tiró la frase del orador Werner Erhard, “monta el caballo en la dirección en que va”.
Todos destacan el nivel de poder institucional que ostentará Trump al asumir ya que no solo ganó por votos y electores, sino también controla ambas cámaras legislativas, cuenta con la mayoría de los gobernadores y como si fuera poco, tiene a la Suprema Corte de su lado. Según un banquero de inversión republicano que suena para ocupar un cargo, ningún presidente estadounidense tuvo tanto poder como lo tendrá Trump desde la segunda presidente de Roosevelt en la Segunda Guerra Mundial. Ahora quedan dudas sobre la implementación de políticas futuras.
En un conference call explicaban que las acciones estadounidenses siguen estando respaldadas, en particular por el sólido crecimiento y la ampliación de las ganancias, sin embargo, los riesgos en torno a mayores rendimientos a largo plazo y las implicaciones arancelarias no parecen reflejarse en los precios del mercado y podrían generar volatilidad en el futuro. Consideraron que era probable que los rendimientos de los bonos del Tesoro de EEUU se mantengan volátiles y elevados debido a las preocupaciones fiscales, mientras que las incertidumbres comerciales contribuyen a la fortaleza del dólar y a la volatilidad cambiaria. Por eso recomendaban diversificar para ayudar a equilibrar las carteras frente a riesgos desconocidos.
De todos modos, pese a que el foco estaba en que la presidencia de Trump traería una escalada de la curva de rendimiento, acciones más caras y un dólar más fuerte, advertían que las operaciones menos debatidas podían tener mejores resultados, en particular las fusiones y adquisiciones y el área de defensa. Y sobre el momentum explicaron que los inversores no estaban preparados para un repunte significativo, la mayoría se posicionó para un resultado electoral más prolongado y más volatilidad. En cambio, la velocidad de la certeza del resultado electoral terminó detonando los factores de impulso: el miedo a perder oportunidades fue lo que dominó las operaciones.
Claro que la situación del mercado de bonos de EEUU es más problemática, ya que la flexibilización monetaria de la Fed y la demanda de “duration” se estancaron y no se revirtieron. El riesgo de un empinamiento de la curva de rendimiento no era la expectativa central de los inversores, dado el predominio de los recortes de tasas de la Fed como la principal preocupación para 2024. Además, las tenencias en dólares son negativas y eso refleja la cobertura de activos estadounidenses por parte de los inversores “offshore”.
Como el dinero no duerme, y la codicia domina los espíritus en este conference se comentó mucho sobre el rumor que involucra a dos gigantes de Wall Street. Se trata del mayor fondo del mundo, BlackRock, que se dice empezó conversaciones con Millennium Management de Izzy Englander para adquirir una participación minoritaria en el “hedge fund” de u$s70.000 millones. Sería la primera vez que Millennium, uno de los mayores fondos de cobertura del mundo, acceda a vender una parte de su negocio a un tercero. Los que siguen este tipo de negocios, recuerdan que en 2023 Millennium negociaba un acuerdo de asociación con Schonfeld Strategic Advisors pero nunca se concretó. Mientras que BlackRock, de Larry Fink, anduvo expandiéndose agresivamente hacia activos alternativos durante el año pasado. De todos modos, los activos privados y los fondos de cobertura alternativos todavía constituyen una pequeña fracción de los u$s11,5 billones de activos de BlackRock y los u$s4,2 billones de fondos cotizados en bolsa.
Millonaria estafa a la “high society” montevideana
Una especie de brunch financiero fue epicentro de interesantes contrapuntos, datos, pistas y rumores sobre el mercado financiero, que incluso llegan hasta la otra orilla. Al respecto, los habitués de Punta del Este ya agendaron a mediados de enero ir al evento de la Universidad de Tel Aviv que promete disertantes de envergadura internacional. Siguiendo en la vecina orilla fue muy comentado el caso que involucra a un ex rugbier uruguayo apodado “lechuga” acusado de una millonaria estafa a la “high society” montevideana.
Según cuentan el lechuga, un ex jugador de la selección, habría estafado en más de u$s65 millones en lo que se convierte en la novela de verano, que estaría asociada a inversiones en criptomonedas que prometían retornos siderales. Por lo que se rumorea sería otro esquema Ponzi, pero que no solo involucra a uruguayos sino también a argentinos y brasileños. Los más memoriosos traen a colación el caso que involucró en 2018 al banco suizo-uruguayo Heritage donde una ejecutiva estafó a todos sus clientes argentinos en más de u$s20 millones.
La mejora de la macro y el riesgo CFK
Dejando los escándalos financieros a un lado, las conversaciones se centraron en que los números macro ahora le daban mejor al Gobierno, apuntalados por el éxito del blanqueo, y por ende, el único riesgo idiosincrático mayúsculo que queda por delante es el electoral donde la mejora de la imagen de Cristina Kirchner inquieta a los inversores, junto con el posicionamiento del Gobernador Kicillof.
Lo único que se mira con recelo es que se intensifiquen las ventas de activos de mercados emergentes, porque el plan libertario de Milei y Caputo se sustenta en la apreciación del tipo de cambio real, de ahí la preocupación por la caída del real brasileño y la debilidad de la soja. Se habló de la última licitación del Tesoro que no cubrió todos los vencimientos (rollover 55%) pero las tasas de corte ajustaron para abajo entre 140 y 435 puntos mientras la adhesión al canje fue del 38%, y ya se preparan para la próxima subasta con vencimientos por $5,2 billones ($4 billones de Lecap S29N4 y el resto casi todo de TG25).
Uno de los comensales muy ligado a la política aconsejó monitorear la batalla legislativa que se viene por el tema DNU. Explicó que era un tema importante en términos de poder y a pesar que Milei anticipó que vetará la iniciativa opositora que limita los DNU, serían tres vetos en sólo unas semanas, algo inédito en la historia institucional argentina. Claro que hay que ver, señaló, si el Presidente mantiene el tercio de Diputados para sostener otro veto.
Por otro lado, recibieron con beneplácito la flexibilización del cepo vía el BCRA que autoriza a las empresas que emitan ON que paguen cable podrán acceder al mercado oficial para abonar el capital transcurrido por lo menos un año desde la emisión. Esto viene a cuento luego de algunas emisiones de ON cortas que pagaban cable. Sobre el efecto Trump se dijo que fortaleció al dólar e hizo saltar las tasas de “Treasuries” y de bonos emergentes, pero Argentina sigue transitando otro andarivel con un peso firme y el riesgo país rompiendo los 900 puntos.
En este contexto, un operador ejemplificó el buen momento en que hoy un bono GD35 promete un retorno total de 29% de aquí a las Primarias 2025 si para ese momento el bono rinde 10% (riesgo país en 550), mientras que en el mismo plazo una Lecap a 41,5% de tasa efectiva anual rendiría lo mismo en dólares (29%), solo si el dólar CCL vale al momento de las PASO lo mismo que hoy.
Otros encuentros muy comentados fueron los de Latin Securities, el de BT VALO con Arriazu y Marengo, y ha generado expectativa la próxima conferencia del famoso inversor de emergentes, Mark Mobius. En estas reuniones entre gente del mercado hubo también referencias a los últimos pases: Félix Frías (ex ICBC, ex Puente) a Balanz, y Eduardo Levy y Federico Filippini aAdcap.
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