3 de agosto 2022 - 00:00

Impacto de los impuestos sobre el costo del financiamiento en Argentina

Argentina es el país de la región que posee menor volumen de préstamos y depósitos bancarios en relación a su Producto Bruto Interno (PBI). La relación préstamos sobre PBI se conoce como “grado de bancarización”. Es decir, Argentina es el país con menor bancarización de la región; los préstamos bancarios representan el 10% del PBI, mientras que el promedio de la región es del 50%.

Un bajo grado de bancarización significa menor crédito para las empresas y personas, lo que a su vez limita la capacidad de producción y consumo de la sociedad, todo lo cual lleva a menor crecimiento económico y empleo. El sistema bancario recibe un monto relativamente pequeño de depósitos, lo que se traducen en pocos préstamos y, por lo tanto, la economía se ve limitada a acceder al crédito bancario.

En Argentina el bajo nivel de bancarización de los últimos 20 años se explica, al menos, por dos factores fundamentales: inestabilidad del valor del peso y la alta presión impositiva sobre los usuarios de servicios bancarios. Se aborda, a continuación, lo relacionado con la alta carga impositiva.

Impuestos sobre los usuarios

Las empresas y personas que usan el sistema financiero, están sujetos una excesiva carga impositiva -nacional, provincial y municipal- que no tiene parangón con ningún otro país de la región ni, seguramente, del mundo.

Entre los impuestos que afectan a los usuarios financieros se destacan: Impuestos sobre créditos y débitos bancarios (ICD), Retenciones de IVA, Retenciones a cuenta de Ganancia, Ingresos brutos por las operaciones de créditos, Ingresos brutos por servicios prestados, Ingresos brutos sobre las operaciones de liquidez con BCRA, Tasa municipal por sucursales, Tasa municipal por cajeros automáticos.

Todas estas cargas e impuestos terminan encareciendo las operaciones de créditos y de pagos que realizan los usuarios bancarios. Los usuarios del sistema financiero han pagado, solo en concepto de ICD en 2021 $750.000 millones, eso equivale más que a la suma de lo recaudado por derechos de importación, tasa estadísticas e impuestos a los combustibles. Los $535.000 millones pagados solo en el primer semestre de 2022 y solamente por ICD, equivale a más de 75.000 camionetas pickup 0 km. Esto da un orden de magnitud de la carga que debieron soportar los usuarios financieros por hacer pagos y transferencias en el sistema financiero y prestadores de servicios de pagos. A esto se deben sumar el peso directo e indirecto de los demás impuestos y cargas nacionales, provinciales y municipales antes mencionados.

Estudios

ADEBA encargó a la Fundación Mediterránea la elaboración de un estudio sobre “Impacto de los impuestos sobre el costo del financiamiento en Argentina”. Según dicho informe, los impuestos tienen un gran peso en la composición del Costo Financiero Total (CFT): representan en promedio el 44% de lo que se paga al tomar un préstamo, mientas la tasa de interés sin impuestos representa el 56% restante. Es decir, la toma de préstamos, tanto para producción como para consumo, esta penalizada y desalentada por la alta carga tributaria de Nación, Provincias y Municipios.

Otro aspecto que se desprenden en el estudio es que la carga tributaria ha crecido en forma sostenida los últimos 10 años. Si se compara el alícuota promedio del impuesto sobre los ingresos brutos en el sector bancario se puede observar que desde 2008 (3,8%) a 2022 (8%) la alícuota se duplicó. Además, en muchas jurisdicciones la suba es mayor, ya que en lugar de cobrarse sobre el “spread” tasas, pasaron a cobrarse sobre las tasas cobradas brutas.

ADEBA en asociación con la fundación alemana Sparkasse encargaron a D´Alessio Irol y Fundación Capital un “Estudio sobre el acceso al crédito bancario de MiPyMEs en la Argentina”, en el cual se incluye un apartado sobre impuestos donde se compara con la presión impositiva en el sector bancario en la región.

(*) Asociación de Bancos Argentinos

Dejá tu comentario

Te puede interesar