Día Mundial del Lavado de Manos: por qué se celebra el 15 de octubre

Esta fecha busca generar conciencia sobre un hábito tan simple como esencial. Lavarse las manos con agua y jabón puede evitar enfermedades graves.

Lavarse periodicamente las manos puede evitar graves enfermedades.

Lavarse periodicamente las manos puede evitar graves enfermedades.

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Cada 15 de octubre se celebra el Día Mundial del Lavado de Manos, una fecha que busca recordar que un gesto cotidiano puede salvar millones de vidas. Aunque parezca una acción menor, lavarse las manos correctamente sigue siendo una de las medidas más efectivas para prevenir enfermedades infecciosas como la diarrea, la neumonía o la hepatitis A.

A nivel global, millones de personas aún no tienen acceso a agua segura o jabón, lo que convierte esta práctica básica en un privilegio. Según datos de UNICEF, unas 2.300 millones de personas no cuentan con instalaciones adecuadas para lavarse las manos en sus hogares. Y en las escuelas de los países menos desarrollados, siete de cada diez no disponen de un espacio para hacerlo.

En la Argentina, un sondeo de TrialPanel mostró que el 42% de los encuestados se lava las manos más de ocho veces al día, principalmente después de ir al baño o al volver de la calle. Sin embargo, aún existen hábitos irregulares y falsas creencias sobre la efectividad de los jabones antibacteriales o del simple enjuague con agua.

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La OMS define al autocuidado como la capacidad de las personas, familias y comunidades para cuidar su propia salud, prevenir y afrontar enfermedades o discapacidades con o sin la ayuda de un profesional de la salud.

La OMS define al autocuidado como la capacidad de las personas, familias y comunidades para cuidar su propia salud, prevenir y afrontar enfermedades o discapacidades con o sin la ayuda de un profesional de la salud.

Por qué se celebra el Día Mundial del Lavado de Manos

La fecha fue impulsada en 2008 por la Asociación Mundial para el Lavado de Manos, con el apoyo de organizaciones como UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS). La idea era sencilla pero ambiciosa: promover el lavado de manos como una práctica universal y accesible.

Desde entonces, cada año distintos países realizan campañas en escuelas, hospitales y espacios públicos para reforzar este hábito. Más allá de los afiches o los recordatorios, el objetivo es que el lavado de manos se transforme en un acto automático, parte de la rutina diaria.

En 2020, la pandemia de COVID-19 volvió a poner este tema en el centro de la escena. El uso frecuente de alcohol en gel, el lavado constante y la higiene de superficies se convirtieron en hábitos globales. Sin embargo, los especialistas advierten que la costumbre no debería perderse con el fin de la emergencia sanitaria.

Lavado de manos

Por qué es importante lavarse las manos

Las manos están en contacto con casi todo: dinero, picaportes, celulares, alimentos y personas. En ellas se acumulan bacterias y virus invisibles que, al tocarse la cara o manipular comida, pueden ingresar al organismo. Ese simple gesto de frotar las palmas con jabón y agua elimina hasta el 90% de los gérmenes que causan infecciones respiratorias o intestinales.

El doctor Manuel Molina Pico, director médico de Vittal, explica que esta práctica “es el método más fácil, rápido y económico para prevenir enfermedades que afectan tanto a países desarrollados como a los de bajos recursos”.

Entre las afecciones que puede prevenir el lavado de manos están la diarrea, la neumonía, las infecciones oculares y cutáneas, e incluso los parásitos intestinales. En los niños, estas enfermedades son una de las principales causas de desnutrición y mortalidad.

Por su parte, la licenciada Mirian Hinojosa, supervisora en Control de Infecciones de la Clínica Olivos, resalta el papel de la educación: “Cuando los chicos aprenden a lavarse las manos, transmiten el hábito a sus familias y comunidades”.

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Cómo lavarse las manos de forma correcta, según especialistas

Los expertos coinciden en que el lavado de manos debe durar al menos 40 a 60 segundos si se usa agua y jabón, o unos 30 segundos si se emplea alcohol en gel. No basta con mojarse rápido: el secreto está en la fricción y el alcance de todas las zonas.

El procedimiento recomendado es el siguiente: mojar las manos, aplicar jabón, frotar palmas y dorsos, entrelazar los dedos, limpiar el pulgar y las uñas, enjuagar y secar con una toalla limpia o descartable. Si se está en un baño público, conviene cerrar la canilla con la misma toalla.

Además, los especialistas aconsejan quitar anillos, relojes o pulseras antes de lavarse, ya que debajo de ellos suelen acumularse microorganismos. Y, como dato no menor, mantener limpios los objetos que usamos con frecuencia —como los celulares— también es parte de una buena higiene.

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