31 de diciembre 2006 - 00:00

El Papa pidió por la familia "unida en el matrimonio"

El Papa durante el último Angelus de 2006
El Papa durante el último Angelus de 2006
Ciudad del Vaticano (Ansa).- El papa Benedicto XVI pidió que Dios sostenga a la familia cristiana "unida en el sacramento del matrimonio, para que sepa resistir a las presiones disgregadoras de una cierta cultura contemporánea que erosiona las bases mismas de la institución familiar".

En el último Angelus del año, el pontífice alemán invocó la ayuda de Dios para defender la que definió como "célula vida de la sociedad".

Las palabras del Papa tiene como telón de fondo a las leyes que avanzan -no sólo en Italia- en la posibilidad de uniones civiles.

El Pontífice auguró luego "la paz" a todas las familias del mundo. Joseph Ratzinger, antes de introducir la oración del Angelus, tomó como punto de partida de su exposición la celebración de la fiesta religiosa de la Sagrada Familia de Nazareth, para volver a hablar de temas que, a su juicio, atentan contra la familia.

"En el Evangelio no encontramos discursos sobre la familia, pero es un hecho que vale más de toda palabra: Dios quiso nacer y crecer en una familia humana. De este modo la consagró como primera y ordinaria vía de su encuentro con la humanidad", explicó el Papa teólogo a los fieles.

El Pontífice agregó que de ese modo Dios destacó "el valor primario de la familia en la educación de la persona".

Según el Papa, Jesús fue introducido en la comunidad religiosa por María y José, frecuentó la Sinagoga, aprendió a hacer peregrinajes a Jerusalén.

El Evangelio relata varios episodios y todos revelan la "auténtica y profunda vocación de la familia, es decir, la de acompañar a cada componente de ella en el camino del descubrimiento de Dios y del plan que Él dispuso para cada uno", agregó Benedicto XVI.

"María y José educaron a Jesús, en primer lugar con su ejemplo, en sus padres él conoció toda la belleza de la fe, del amor por Dios y por su Ley, como así también las exigencias de la justicia que encuentra pleno cumplimiento en el amor", dijo el Papa.

"De ellos aprendió -agregó- que en primer lugar hay que respetar la voluntad de Dios, y que el vínculo espiritual vale más que el sanguíneo".

Con esas premisas, la familia de Nazareth es el "prototipo para toda familia cristiana" llamada en el sacramento del matrimonio a "realizar la estupenda vocación y misión de ser célula viva no sólo de la sociedad sino también de la Iglesia, signo e instrumento de unidad para todo el género humano", sostuvo Joseph Ratzinger.

El Papa invocó a Dios para pedir que María y José protejan a las familias, "especialmente las que están en dificultades".

El Pontífice invocó a esas figuras de la religión católica para que "sostengan" a las familias "para que puedan resistir a las presiones disgregadoras de una cierta cultura contemporánea que erosiona las bases mismas de la institución familiar".

"Saludo a todos los peregrinos, augurándoles un buen domingo (por ayer) y un sereno fin de año. Nos volvemos a ver en el nuevo año".

El "post Angelus" del Papa -el último de 2006- finalizó con ese augurio. Luego el Pontífice celebró las Vísperas y el Tedeum en la Basílica de San Pedro.

Miles de personas escucharon en la plaza San Pedro del Vaticano la catequesis de Benedicto XVI, y admiraron el pesebre preparado en ella, además del majestuoso árbol de Navidad, proveniente de los bosques de Calabria.

A los fieles polacos que estaban en la plaza, el Pontífice los saludó en su idioma, haciendo una breve referencia al viaje realizado en mayo de este año a Varsovia, Cracovia y Auschwitz.

"Recuerdo el itinerario sobre las huellas del Siervo de Dios Juan Pablo II y vuestro testimonio de fe", concluyó Joseph Ratzinger.

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