Luego de una operación en el Hospital El Cruce de Florencio Varela, una niña salteña de dos años logró escuchar por primera vez en su vida gracias a un implante implante auditivo de tronco encefálico (ABI) que le colocaron en una cirugía de alta complejidad realizada hace dos meses. Este hecho fue considerado un "hito de la salud pública" ya que fue la primera vez que se hace esta intervención en una institución pública.
Gracias a una cirugía de alta complejidad, una niña sorda de dos años pudo escuchar por primera vez
Guillermina Gorbal, una niña salteña de dos años, fue operada el 16 de junio en el Hospital El Cruce de Florencio Varela y pudo escuchar por primera vez en su vida. Se trata de la primera vez que se hace esta intervención en un hospital público.
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Cirugía en el Hospital El Cruce de Florencio Varela.
Guillermina Gorbal nació completamente sorda, con hipoacusia bilateral profunda, sin cóclea ni nervio auditivo y la única posibilidad que tenía para poder empezar a percibir el estímulo sonoro era a través del Implante Auditivo de Tronco Encefálico.
El 16 de junio, le pusieron este implante en el Hospital de Alta Complejidad El Cruce Néstor Kirchner y este jueves por primera vez pudo escuchar.
"Ella está muy contenta, es una niña muy despierta. A pesar de que tiene dos añitos y seis meses, veo que reacciona, que le gusta, y eso es muy importante. Ahora está percibiendo sonidos y eso nos sensibiliza, estamos haciendo todo para que pueda escuchar y mejorarle la calidad de vida. Estamos muy satisfechos y esperanzados con el implante", dijo en diálogo con Télam Rubén Gorbal, padre de la niña.
Por su parte, Eduardo Salas, uno de los médicos a cargo de la cirugía, detalló en diálogo con Télam: "La neurocirugía consistió en implantar un pequeño dispositivo, que son electrodos, en contacto con el tronco cerebral, desde donde sale un cable a otro dispositivo que queda debajo de la piel, externo, que es el que capta las ondas".
Además agregó: "Es una niña que nació sorda, por eso, que ella empiece a percibir sonidos es toda una experiencia, es un mundo que comienza a descubrir. Se empieza con sonidos suaves porque al ser algo nuevo también puede ser desagradable y llevarla a tener una mala experiencia".
Tras la operación y la activación del implante, Salas aseguró que "la respuesta fue buena, ella lo recibió con muy buena disposición, que es lo que se busca". En cuanto a cómo va a evolucionar la escucha de la niña explicó: "Vamos a ir aumentando la intensidad en forma gradual y tratando de explicarle cómo interpretar esas nuevas sensaciones".
El padre de Guillermina agradeció "la gran atención dispensada en el hospital" y contó que tendrán que volver hacia Florencio Varela regularmente desde Tartagal, Salta, para continuar con el tratamiento y la adaptación.
"El 15 de septiembre tiene otra calibración y nosotros todavía no volvimos a nuestra casa. Tenemos que traerla una semana al mes. Es un costo terrible pero vamos a hacer todo el esfuerzo mientras podamos. Confiamos y creemos mucho en Dios y la virgen, y desde luego tratamos de darle a mi nena la mejor calidad de vida", aseguró el hombre.
"Ojalá esto sirva para que alguien se entere y sepa que existe una posibilidad más para aquellos niños que no pueden escuchar", concluyó el padre de Guillermina.
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