15 de diciembre 2006 - 00:00

Maestra desaparecida: piden sobreseimiento de ex religiosas

La defensa de las ex religiosas detenidas e imputadas por la desaparición de la docente Beatriz Argañaraz, ocurrida el 31 de julio, pidió ayer la nulidad del requerimiento de elevación a juicio oral de la causa, así como el sobreseimiento de las acusadas. 

El abogado Gustavo Morales solicitó al juez de Instrucción Alfonso Zotoli que disponga la nulidad del requerimiento efectuado el lunes por la fiscal Adriana Giannoni contra Nélida Fernández y Susana Acosta, actualmente con prisión preventiva, bajo los cargos de homicidio agravado con enseñamiento y alevosía.

"Del contexto probatorio no surgen elementos incriminatorios contra mis clientas. No hay un solo testigo que haya visto u oído que Argañaraz fuera trasladada desde el departamento de mis defendidas a ningún lado", aseveró el letrado.

Morales, que efectuó cuatro planteos de nulidad contra el pedido de elevación a juicio y que requirió el sobreseimiento de sus clientas, destacó que, pese a que la fiscal habla de alevosía y premeditación, "no precisa dónde ni cómo surge eso".

"Además de los defectos formales, como las equivocaciones en las notificaciones, es evidente que la fiscal cedió a las presiones de los familiares de Argañaraz para pedir la elevación a juicio oral de la causa", subrayó el letrado.

Ahora, el juez Zotoli deberá resolver el requerimiento de la fiscal, así como los planteos de la defensa y, en todos los casos, lo que decida podrá ser recurrido ante la Cámara de Apelaciones de Tucumán, que actúa en el fuero penal.

Paralelamente, la Policía se desplazó hoy a San Andrés, localidad ubicada a 15 kilómetros de la capital, porque un obrero denunció el hallazgo de restos óseos; como consecuencia y frente a la posibilidad de que fueran humanos les harán las pericias y las pruebas de ADN para determinar si corresponden a Argañaraz.

Las únicas detenidas por la desaparición de Argañaraz, Acosta y Fernández, son ex novicias que estaban ligadas a la misma congregación religiosa (los franciscanos) en la que prestaba servicios la docente.

Una de las hipótesis de la fiscal es la de una diferencia laboral entre las imputadas y Argañaraz, que estaba por ser designada directora del colegio Padre Roque Correa, en el que Acosta era secretaria y con cuya área de pastoral había colaborado Fernández años atrás.

Argañaraz tenía domicilio en El Manantial (localidad ubicada en la periferia de la capital) y el 31 de julio, poco después de las 6, salió de su casa, para tomar un ómnibus de la línea 103, en el que va todos los días a su trabajo, pero no llegó a destino.

Algunos testigos aseguran que la docente tomó el colectivo de la línea 103 y se bajó en la esquina de La Madrid y Alem, de la capital tucumana, donde habría subido a un auto blanco, aunque se desconoce si era remís o un vehículo particular.

Según el supuesto remisero (pidió reserva de identidad), que dijo haber trasladado a Argañaraz, él conducía un Fiat "Uno" blanco y dejó a la desaparecida a unos 30 metros de la casa de Fernández y Acosta, ex novicias que conviven en una misma casa.

Personal de la Regional Oeste, de la Dirección de Investigaciones y del Comando Radioeléctrico de la Policía, recorrió los hospitales y las casas de los conocidos, donde se suponía que podría haber estado, pero no la encontraron.

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