14 de octubre 2004 - 00:00

Amplían causas a Boggiano enojados con el gobierno

Antonio Boggiano
Antonio Boggiano
Los diputados de la Comisión de Juicio Político redoblaron la apuesta: le avisaron ayer al gobierno que ampliarán las pruebas contra Antonio Boggiano para asegurarse de que sea más difícil frenar el proceso de destitución iniciado contra el juez de la Corte.

Todavía irritados por la falta de tacto del Ejecutivo -que hizo correr la versión de que Néstor Kirchner quería desactivar la embestida anti-Boggiano y, para colmo, no salió a desmentirla en las 24 horas siguientes-, varios legisladores deslizaron a oídos de ministros y secretarios de Estado que contarían de sobra con la mayoría necesaria para sacar dictamen contra Boggiano en menos de 30 días.

Pretenden no favorecer la discriminación a este ministro que firmó el fallo Meller en similar sentido a sus ex colegas Julio Nazareno, Guillermo López y Adolfo Vázquez, que renunciaron acorralados por los cargos, más el destituido Eduardo Moliné O'Connor.

Por si fuera poco, piensan sumar expedientes que servirán de cara a afianzar los reproches por presunto mal desempeño en el caso Meller, el mismo que determinó la tarjeta roja a Moliné y provocó las deserciones de los demás integrantes de la llamada «mayoría automática» menemista. Teniendo presente que el entusiasmo por decapitar a Boggiano proviene -fuera de la oposición, el ARI, la UCR y los socialistas- del duhaldismo, lo que sobrevivió del menemismo y otras tribus del interior -por caso, los reutemistas-, y que el kirchnerismo del gobierno no trasladó a tiempo a sus amigos en el Congreso la inquietud por salvarlo -los santacruceños Daniel Varizat y Silvia Esteban, y el rionegrino Osvaldo Nemirovsci suscribieron las acusaciones prima facie el jueves pasado-, resultará casi imposible que la Cámara baja reprima la votación en contra en el recinto antes del 10 de diciembre, y pase, con el aval de 2/3 de los asistentes, el trámite de enjuiciamiento a la etapa de sentencia en el Senado.

• Declaraciones

Allí tampoco será tarea sencilla rescatar a Boggiano, ya que se abrió una brecha con el Senado a raíz de las declaraciones de Miguel Angel Pichetto que no cayeron nada bien entre Ricardo Falú y compañía.

El jefe de la bancada PJ de la Cámara alta salió a defender al anochecer del martes la idea de que la renovación de la Corte había concluido con la eyección de
Vázquez. Anticipó de ese modo que podría frustrarse la destitución en su jurisdicción. Pero ¿no está al borde del prejuzgamiento Pichetto? ¿Cómo justificará que los senadores no midan con la misma vara a Boggiano que a Moliné? ¿

Soportarán la presión de los diputados, en el papel de fiscales? En la otra mano, ¿podrá aguantar en la magistratura un juez que pidió en reserva respaldo urgente a la presidencia de la Nación, cuando la situación se resolvería recién el año que viene en aquella ala del Parlamento? ¿No se tentará antes Boggiano con la dimisión?


Lo peor de todo es que los caciques de la comisión de Diputados están convencidos de que el gobierno quiso contener el juicio y, en lugar de hablarlo con aquéllos, no encontró mejor idea que comunicarlo off the record a la prensa.

«Con
esta chiquilinada, hicieron un mamarracho y dañaron al propio Presidente; además, si querían ayudar a Boggiano, lo debilitaron más: ¿qué diputados van a querer defenderlo si lo pide anónimamente el PEN desde los diarios? Primero, quedarían como genuflexos ante un poder independiente y, al mismo tiempo, el gobierno podría terminar afirmando que nunca pidió nada y el costo de desandar el camino coherente de renovación de la Corte lo pagarían los legisladores. Un disparate», reflexionó uno de los hombres de bajo perfil pero más influyentes en la comisión.

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