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Skanska: se intenta ahora que surja un "arrepentido"
López Biscayart prepara dos declaraciones testimoniales y un careo entre el ex gerente de Skanska, Héctor Obregón y uno de Techint, Alejandro Gerlero, para intentar develar si existió evasión fiscal millonaria a través de facturación apócrifa durante la participación de la firma sueca en las obras públicas. Obregón habría sido grabado junto al ex gerente comercial Javier Azcarate durante el sumario interno que realizó la empresa a cargo del síndico Claudio Corizzo.
Hoy declarará Gustavo Vago, ex CEO de la filial de Skanska y quien habría sido comprometido por sus antiguos compañeros de trabajo. Según se afirma, el ex gerente habría desoído las supuestas denuncias de pago de « comisiones indebidas» que realizó el ex director financiero para Latinoamérica, José Alonso.
Después de Vago hará lo propio Mario Piantoni, el otro de los ex directivos sobre los cuales fue lanzada la orden de captura la semana pasada. La pregunta de López Biscayart no es demasiado complicada. Busca saber a quién o a quiénes se les pagó esas comisiones indebidas. Los ex gerentes dicen que todo es un invento de la constructora Skanska y se permiten dudar de la auditoría interna que realizó Corizzo. Notable, porque esa investigación y la confesión de Skanska de que evadió 13 millones pesos son los dos elementos que les permiten a los jueces López Biscayart y Montenegro, sostener la sospecha de pagos de sobornos.
Corizzo dijo desconocer a quiénes se habrían pagado esas comisiones indebidas. Pero explicó la forma en que desarrolló la investigación que le encomendó Skanska, en el transcurso de la cual determinó que, entre julio y octubre de 2005, esa constructora abonó 13.400.000 pesos por contrataciones, pagos a proveedores y subcontratistas. En esa fecha se construyeron los gasoductos del Norte y del Sur cuyas licenciatarias eran Transportadora Gas del Norte (TGN) y Transportadora Gas del Sur (TGS).
El síndico también reveló que dentro de la firma hubo una ingeniería documental previa para luego justificar esos pagos.
Dos de las facturas falsas por más de un millón de pesos pertenecían a la firma Infiniti. Un dato interesante se recogió en el juzgado de Montenegro este fin de semana: Carlos Mundín, uno de los tres dueños de BTU, otra empresa investigada, reveló que TGN no fijó el precio testigo de la compresora de Deán Funes antes del llamado a compulsa sino después de la presentación de las ofertas.
Hasta la declaración de Mundín siempre se había dicho que TGN realizó un presupuesto previo de 11,7 millones para esa planta y que tomó como referencia un presupuesto histórico de una obra similar realizada en el período 1999-2000 antes de la crisis económica.
La semana pasada, Montenegro ordenó el allanamiento de cinco empresas que participaron de la licitación de los dos gasoductos para establecer cómo se fijó el precio testigo y cómo se llegó al precio de la ejecución. Sospecha que en ese proceso pudo haber coimas o cartelización.
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