La economía de Brasil experimentó un crecimiento mayor de lo previsto en el primer trimestre, impulsado por la fortaleza del sector agrícola, lo cual allana el camino para unas perspectivas anuales más alentadoras. Según los datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), el Producto Bruto Interno (PBI) del país registró un crecimiento del 1,9% en los primeros tres meses del año, tras una contracción revisada del 0,1% en el trimestre anterior.
La economía de Brasil crece más de lo previsto al sortear las altas tasas de interés
La economía del gigante sudamericano creció más de lo previsto en el primer trimestre, impulsada por la fortaleza del sector agrícola y allanando el camino para unas perspectivas anuales más alentadoras.
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Estos resultados del primer trimestre plantean la posibilidad de una revisión al alza de la proyección actual de crecimiento del PBI para 2023, que recientemente se situaba en un 1,9%, según indicó el Ministerio de Hacienda. La ministra de Planificación, Simone Tebet, informó que la economía podría crecer hasta un 2,3% este año sin presiones inflacionarias, mientras que el Ministerio de Economía señaló que los últimos datos podrían llevarlos a elevar la perspectiva actual de crecimiento del 1,9%.
El Ministerio de Hacienda ya había anticipado los efectos positivos de unos resultados agrícolas mejores de lo previsto y de un sector de servicios más sólido, gracias a las políticas gubernamentales de aumento de la renta disponible. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva se mostró satisfecho con estas cifras y expresó su confianza en la economía brasileña, asegurando que crecerá más de lo estimado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Esquivando las agresivas tasas de interés
Luego de enfrentar una alta inflación derivada de los confinamientos por la crisis sanitaria causada por el COVID-19, el Banco Central de Brasil teme que los precios vuelvan a dispararse en lo que resta del año. Si bien el Índice de Precios al Consumidor (IPC) anual se desaceleró desde el máximo del año pasado de más de 12% a 4,07%, muy cerca del objetivo de los encargados de la política monetaria de 3,25% para el 2023 y 3% para el 2024, Roberto Campos Neto, presidente del BC, no tendría entre sus planes aflojar con las altas tasas de interés y ha pedido "paciencia y serenidad" en medio de la desaceleración de los precios.
El Gobierno está buscando minimizar el impacto en la economía de los altos costos de endeudamiento con medidas como exenciones impositivas e incrementando la asistencia social. No obstante, Lula da Silva se enfrenta a un Congreso dividido, lo que pone en jaque su proyecto para reformar la economía.
La situación desembocó en una disputa entre Campos Neto y Lula, quien ha lanzado en reiteradas ocasiones fuertes críticas al elevado nivel de las tasas de interés y ha dejado clara su afirmación de que el presidente del Banco Central carece de cualquier compromiso con el país.
Por su parte, Neto reafirmó su disposición a retomar el ciclo de ajuste monetario en caso de ser necesario, aunque destacó que actualmente es "menos probable" que se produzcan nuevas alzas en las tasas.
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