La música es un elemento que nos acompaña a lo largo de nuestras vidas, ya sea en buenos como en malos momentos. Las canciones son capaces de transmitir bienestar, impactando en la vida humana. A pesar de que en la cotidianidad se intenta evitar la tristeza, también existe un arte para disfrutar la emoción. En base a esta lógica, se llevaron a cabo varios estudios que llevan a distintas hipótesis.
Así impacta la música triste en nuestro cerebro: afecta más de lo que pensabas
Un estudio reveló por qué la gente elige escuchar este tipo de música. A continuación, los detalles.
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Para algunos, la música triste profundiza y amplifica los sentimientos de dolor; a otros les produce solo melancolía y a otros, los conmueve y les da placer. El filósofo y psicólogo experimental de la Universidad de Yale, doctor Joshua Knobe, llevó a cabo un estudio que fue publicado en The Journal of Aesthetic Education. Este reveló que la gente no escucha canciones tristes para caer en ese sentimiento.
El increíble efecto de la música triste en nuestra mente
Knobe y su equipo llevó a cabo un experimento que se dividió en dos partes. En la primera, se le pidió a 400 participantes que marquen como "buena" o "mala" algunas canciones. Esta música, que no era de la mejor calidad pero expresaba grandes sentimientos, tuvo buena buena recepción de los integrantes.
Pero esto ya estaba comprobado. Un estudio publicado en el Journal of Popular Music Studies llevó a cabo un análisis de las letras y sentimientos expresados en las canciones más populares de la lista Billboard Hot 100 entre 1951 y 2016, que refleja a las canciones más elegidas y escuchadas por los oyentes. Esto reveló que temas de tristeza o miedo han ido aumentando con el paso de los años en las canciones.
“Este análisis automático de sentimientos de 6150 canciones muestra cambios claros y estadísticamente significativos en los sentimientos expresados a través de las letras de la música popular, generalmente hacia un tono más negativo. Los resultados muestran que la ira, el asco, el miedo, la tristeza y la conciencia han aumentado significativamente, mientras que la alegría, la confianza y la apertura expresadas en las letras de las canciones pop han disminuido”, contaron los investigadores.
Y de ahí surgió la duda de por qué se producía este fenómeno.
En la segunda parte del estudio, se le pidió a otros 450 participantes distintos que valoren la conexión que sentían en una charla hipotética. Por ejemplo: “Una persona conocida le está contando sobre su semana y expresa sentimientos de tristeza”. Los participantes, en general, calificaban como más deseables las conversaciones que versaban sobre sentimientos profundos, como el dolor de perder a alguien.
El estudio reveló que del mismo modo se comporta la música: como un diálogo entre dos personas. "No es el sentimiento de tristeza lo que importa en la canción, sino su capacidad para crear una conexión”, dijo Knobe.
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