25 de mayo 2025 - 17:30

El pez que modificó para siempre las terapias de la obesidad, el autismo y los trastornos del sueño en humanos

Según estudios recientes, esta especie podría tener similitudes genéticas con el hombre.

los Astyanax mexicanus perdieron sus ojos con el paso del tiempo por vivir en un hábitat oscuro.

los Astyanax mexicanus perdieron sus ojos con el paso del tiempo por vivir en un hábitat oscuro.

Uno de los sujetos más estudiados por la ciencia durante los últimos años es el Astyanax mexicanus, un pez de origen mexicano que supo adaptarse efectivamente a su entorno. Según diversas investigaciones, este presenta características genéticas similares a los humanos, lo que despertó interés para desarrollar soluciones a ciertas enfermedades.

Esta especie se desarrolló de dos maneras distintas. Una de ellas habita en ríos y arroyos y tiene una pigmentación plateada. Por otro lado, la otra vive en cuevas, lo que generó que perdiera sus ojos y color a lo largo del tiempo porque vive en un hábitat completamente oscuro.

Peces cavernícolas: su relación directa con enfermedades humanas

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En primer lugar, un aspecto que se destacó de esta especie es su capacidad para permanecer largos plazos de tiempo sin comer. A pesar de que, como sucede en los humanos, la glucosa en sangre sube, pero esto no despierta efectos nocivos en los peces. Esto es interesante ya que los científicos podrían intentar encontrar nuevas soluciones a enfermedades como la obesidad y la diabetes.

Por otro lado, los Astyanax mexicanus no cuentan con estructuras sociales complejas y muestran síntomas similares a los del autismo, como la hiperactividad, el insomnio y el comportamiento repetitivo. Yoshiyuki Yoshizawa, biólogo evolutivo del desarrollo en la Universidad de Hawaii, experimentó con estos peces la posibilidad de modificar las bases genéticas de esta condición, ya que tienen el 90% de los 101 genes asociados con el riesgo de enfermedades psiquiátricas que también poseen los humanos.

Finalmente, los especialistas también estudiaron los patrones de sueño de estos peces, ya que duermen mucho menos que los seres humanos pero esto no afecta a su salud. Por ello, según un artículo de la revista Science, decidieron tratarlos con fármacos como fluxoteína y clozapina, lo que generó que aumenten sus horas de sueño y que obtuvieran cambios en su actividad física, algo que muchas personas experimentan al someterse a tratamientos psiquiátricos.

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