La obra de Christian MacEntyre está inserta en la abstracción geométrica, disciplina de larga data en la Argentina y que ha dado artistas de gran relieve. En “Universo de formas Interactivas”, su actual muestra en Zurbarán con texto y curaduría de Rodrigo Alonso, hay 25 obras que comprenden pinturas, cajas cinéticas, dispositivos lumínicos. Es evidente que su mayor intensidad está concentrada en el cinetismo que obliga a ubicarse delante de las obras en las que se despliega un gran dinamismo óptico.
Notable exposición del innovador artista Christian MacEntyre
En “Universo de formas Interactivas” (Zurbarán) exhibe pinturas, cajas cinéticas, y dispositivos lumínicos, con acento en lo que se conoce como "cinetismo"
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Detalle de "Tierra ajena", de Christian MacEntyre, que se expone en Zurbarán.
Recurre a efectos como imágenes superpuestas, vidrios y acrílicos deformantes, superficies espejadas, motores, juegos de luces que hace al desplazamiento del espectador.
Impecable en lo formal, así lo exige esta disciplina, usa también diversos materiales como como columnas de acrílico, mallas metálicas que complejizan tanto su quehacer como la percepción del espectador quien no sólo mira sino que participa de este juego.
MacEntyre señala que “nada es estático, ni afuera ni adentro”, lo que se traslada a nuestra manera de sentir, lo que conlleva un carácter entre psicológico y filosófico acerca de cómo vemos las cosas de nuestra vida.
En la primera parte del siglo XX, el carácter fijo de la obra de arte llegó a un progresivo agotamiento y estancamiento. Mediante el uso tomado de la física y la psicología se comenzó a generar un dinamismo y ciertos fenómenos sensoriales que revalorizaron el rol del espectador y de su percepción.
Así nace el arte cinético que se opondría a las composiciones fijas y definitivas. Fueron Naum Gabo (1890-1977), escultor constructivista ruso, pionero del arte cinético, y su hermano Antoine Pevsner (1886-1962) quienes alrededor de 1920 y ya instalados en París en 1922 usaron en un Manifiesto la expresión “ritmos cinéticos”.
Christian se inició en el taller de su padre, Eduardo MacEntyre, cofundador con Miguel Ángel Vidal del arte generativo: se llama así a lo que tiene virtud de engendrar, procrear, propagar la propia especie, causar, ocasionar, formar. La pintura generativa engendra una serie de secuencias ópticas…
Christian hace honor a las enseñanzas de su padre, tiene un lenguaje propio y va más allá de un juego sensorial, como diría Rafael Squirru, su arte “deviene un símbolo espiritual”.
Cerrito 1522. Clausura el 10 de junio. De 12 a 20.
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