7 de febrero 2023 - 00:01

Lula redobla las críticas a las tasas y al Central (y el mercado incrementa sus desconfianzas)

El tipo de referencia está en su mayor nivel en seis años y se teme que eso frene la economía. Instó al empresariado industrial a sumarse a su queja.

INCONDICIONAL. Luiz Inácio Lula da Silva conversa con el nuevo titular del BNDES, Aloizio Mercadante, durante la ceremonia de asunción de este. Mercadante es un histórico del PT y un firme aliado del presidente de Brasil.
INCONDICIONAL. Luiz Inácio Lula da Silva conversa con el nuevo titular del BNDES, Aloizio Mercadante, durante la ceremonia de asunción de este. Mercadante es un histórico del PT y un firme aliado del presidente de Brasil.

Brasilia - El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, incrementó ayer sus críticas al Banco Central al afirmar que “no hay explicación” para las elevadas tasas de interés que rigen el país, con el tipo de referencia en 13,75% -su nivel más alto en seis años-. En ese sentido, añadió que el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) podría ayudar a reducir los costos de los préstamos para sostener el consumo y el crecimiento de la economía.

Lula da Silva, que la semana pasada criticó la autonomía legal del Banco Central y sugirió una revisión de esa medida, provocando preocupación en el mercado financiero, dijo que el problema de Brasil era una “cultura de tasas altas” y no la recién descubierta independencia del Banco Central.

Así se expresó durante el acto de asunción al frente del BNDES, principal institución de fomento de América Latina, de su exministro y economista Aloizio Mercadante.

En ese marco, defendió a la banca pública como motor para el desarrollo y el crecimiento, aunque dijo que la economía está “amenazada” con la política del Banco Central.

El líder del Partido de los Trabajadores fustigó directamente al Banco Central presidido por el bolsonarista Roberto Campos Neto y que seguirá en el cargo hasta 2024 en virtud de una ley aprobada por el Congreso que le otorga a la autoridad monetaria “independencia” de los gobiernos electos.

Lula da Silva había dicho el viernes pasado en una entrevista televisiva que la tasa de interés del 13,5% “frenaba el crecimiento” y que no respondía a la lucha contra la inflación.

Apelación

Dirigiéndose a la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (FIESP), la entidad empresarial más poderosa de Brasil, el presidente afirmó que los empresarios “necesitan aprender a quejarse”.

“Cuando el Banco Central era dependiente del Gobierno, protestaban y ahora que no lo es, no protestan ante una tasa que impide tomar créditos y genera el freno del crecimiento. Si la clase empresaria no se manifiesta contra la tasa de interés, ellos no van a bajar la tasa”, aseguró. Por otro lado, el jefe de Estado aseguró que el asalto a los poderes del 8 de enero en Brasilia fue una “revuelta de los ricos”.

“Lo que ocurrió fue una revuelta de los ricos que perdieron las elecciones. No podemos jugar porque un día el pueblo pobre puede cansarse de ser pobre y resolver cambiar las cosas. Yo gané las elecciones para cambiar y si decepcionamos a este pueblo, pienso ‘qué será del país’. El país no puede ser gobernado para pocos, sino para la gran mayoría”, aseguró Lula en uno de los discursos más encendidos contra el Banco Central que heredó de la gestión de Jair Bolsonaro (2019-2022).

Tensión

Después del que el Central decidiera el último miércoles mantener la tasa de referencia en 13,75%, nivel invariable desde agosto de 2022, debido a un escenario de “incertidumbre” y presiones inflacionarias, el Gobierno expresó su molestia. Esto, a su vez, inquietó al mercado por la posibilidad de que se dé marcha atrás con la independencia de la autoridad monetaria.

En su primera reunión del año y bajo el nuevo gobierno del izquierdista, el Comité de Política Monetaria de la entidad dejó sin cambios la tasa Selic por cuarta vez consecutiva, en línea con la expectativa del mercado.

“El ambiente externo sigue marcado por la perspectiva de crecimiento global debajo del potencial el año próximo, una alta volatilidad en los activos financieros y un ambiente inflacionario presionado”, destacó el Copom en su comunicado.

En el plano doméstico señala una “elevada incertidumbre sobre el futuro del andamiaje fiscal del país y los estímulos fiscales”.

Ante eso, Lula da Silva reaccionó interrogándose “quiero saber para qué era la independencia”. “Esperaré a que este ciudadano termine su mandato para que podamos hacer una evaluación de lo que ha significado el banco central independiente”, dijo en una entrevista con RedeTV en referencia a Campos Neto.

A la pregunta de si podría haber un cambio en relación con la autonomía de la entidad, el presidente de la República confirmó.

“Creo que podría, pero quiero decir que esto es irrelevante para mí. Esto es irrelevante, no está en mi agenda. Lo que está en el orden del día es la cuestión de la tasa de interés”, dijo, criticando lo que calificó de búsqueda por parte de los mandos del Banco Central de un tasa de interés de “estándar europeo”.

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