11 de marzo 2006 - 00:00

Afirman que Milosevic murió de un infarto

Slobodan Milosevic.
Slobodan Milosevic.
El ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic murió de un infarto, según resultados preliminares de la autopsia que le fue practicada hoy, informó a EFE el portavoz del Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY) Christian Chartier.

"Esta es la conclusión preliminar de la autopsia", aseguró Chartier y añadió que aún hay que esperar los resultados del exhaustivo examen toxicológico encargado por el TPIY, en los próximos días.

Un equipo de médicos forenses holandeses llevó a cabo esta tarde la autopsia para determinar las causas de la muerte de Milosevic, en presencia de patólogos serbios.

Milosevic, que estaba siendo juzgado desde febrero de 2002 por el TPIY por genocidio, crímenes de guerra y contra la humanidad en Bosnia, Croacia y Kosovo, fue hallado muerto el sábado en su celda en las dependencias del TPIY en Scheveningen (La Haya).

El ex dirigente yugoslavo, de 64 años, sufría de hipertensión crónica y de problemas cardíacos que obligaron a suspender su juicio en más de una veintena de ocasiones en los últimos cuatro años.

La familia de Milosevic responsabilizó al TPIY de su muerte por no permitirle viajar en febrero pasado a Moscú para recibir tratamiento, y su abogado afirmó que alguien en la cárcel había intentado envenenarle.

El consejero jurídico de Milosevic y su familia, Zdenko Tomanovic, dijo en una rueda de prensa en La Haya que Milosevic había escrito el pasado viernes una carta a la embajada de Rusia en Holanda en la que pedía ayuda y afirmaba que estaba siendo envenenado en la prisión.

Según Tomanovic, en la carta manuscrita de cuatro folios Milosevic mencionaba que en unos análisis realizados el pasado 12 de enero en un laboratorio holandés se habían encontrado en su sangre rastros de medicamentos para la lepra y la tuberculosis, enfermedades que no padecía y para las que nunca se había medicado.

La televisión pública holandesa, NOS, citó hoy a una fuente anónima del TPIY según la cual médicos holandeses habían encontrado en la sangre de Milosevic esa sustancia, que neutraliza la medicación para controlar la hipertensión que tomaba, pero la información no pudo ser confirmada oficialmente.

Los fiscales del TPIY acusaron en más de una ocasión a Milosevic de no tomar su medicación para entorpecer la marcha del proceso.

El TPIY había rechazado una petición de la familia de Milosevic para que la autopsia se realizara en Moscú, aunque aceptó la presencia de un patólogo ruso, que al final no llegó a tiempo, según Chartier.

La muerte de Milosevic fue la segunda en menos de una semana en las dependencias del TPIY, tras el suicidio el pasado día 6 del antiguo líder de los serbios de Croacia Milan Babic, que cumplía una condena de 13 años por crímenes de guerra.

La fiscal jefe del TPIY, Carla del Ponte, lamentó hoy en una rueda de prensa que la muerte de Milosevic prive a sus víctimas de "la justicia que necesitan y merecen" y aseguró que éste había recibido "todo el cuidado médico que precisaba".

Del Ponte se declaró "frustrada" por la desaparición de Milosevic cuando sólo faltaban unos meses para el final de su proceso, previsto para finales de la primavera. "Es una gran pena para la justicia que el juicio (contra Milosevic) no pueda completarse y que no haya un veredicto", dijo.

La fiscal afirmó que la muerte de Milosevic hace "más urgente" la entrega al TPIY de los dos principales fugitivos del tribunal, los ex líderes civil y militar serbobosnios Radovan Karadzic y Ratko Mladic, acusados de la masacre de 8.000 musulmanes en Srebrenica (Bosnia) en julio de 1995, un crimen del que también estaba inculpado el ex dirigente yugoslavo.

El juicio de estos dos fugitivos, que llevan diez años burlando a la justicia, será una "oportunidad para la Fiscalía de esclarecer totalmente lo que ocurrió y explicar cómo pudo ocurrir ese genocidio", declaró.

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