16 de enero 2019 - 00:04

El Parlamento humilló a May con abrumador rechazo del "brexit"

La primera ministra se someterá a una moción de confianza y, en caso de superarla, deberá presentar un plan B en tres días. Bruselas sugirió dejar sin efecto la salida y, al mismo tiempo, anunció que acelerará los preparativos para una ruptura desordenada. La oposición laborista intentará hoy que caiga el Gobierno.

DERROTADA. La primera ministra Theresa May insistió hasta último momento en que su plan era el único válido.

DERROTADA. La primera ministra Theresa May insistió hasta último momento en que su plan era el único válido.

Londres - La primera ministra británica, Theresa May, sufrió ayer una derrota histórica cuando los parlamentarios votaron contra el acuerdo con la Unión Europea (UE) por el “brexit” por un margen abrumador, desatando una tormenta política que podría llevar a un divorcio desordenado o incluso a una revisión del referendo de 2016.

El documento de 585 páginas, fruto de 17 meses de difíciles negociaciones entre Londres y Bruselas, sufrió un revés en un Parlamento ampliamente hostil: 432 diputados votaron en contra y solo 202 a favor. Se trata de la peor derrota parlamentaria de un gobierno en la historia británica reciente y la primera para un tratado en Reino Unido desde 1864.

Todo el mundo anticipaba el rechazo parlamentario al acuerdo de “brexit” y los mercados financieros vieron incluso cómo la libra esterlina limitó las pérdidas después de que la votación transcurriese como estaba previsto.

De nada sirvieron los esfuerzos de May, que cerró cinco días de acalorados debates llamando a los diputados a respetar el resultado del referéndum de 2016, en que un 52% de británicos votó a favor de salir de la UE.

“Creo que tenemos el deber de cumplir con la decisión democrática del pueblo británico”, había dicho, advirtiendo a los legisladores que Bruselas no ofrecerá ningún “acuerdo alternativo”.

Para los diputados euroescépticos el acuerdo negociado por la primera ministra hace concesiones inaceptables a la Unión Europea. Por su parte, los proeuropeos ven en él condiciones peores a las que tiene el país actualmente como miembro del bloque.

Su punto más conflictivo es el denominado ‘backstop’, un mecanismo ideado para evitar la reinstauración de una frontera dura en la isla de Irlanda -susceptible de amenazar el Acuerdo de Paz de 1998- y que en opinión de los euroescépticos podía mantener a Reino Unido atrapado en las redes europeas indefinidamente.

A escasos dos meses y medio del 29 de marzo, la fecha establecida en la ley para el divorcio, el Gobierno británico está sumido en su peor crisis política en medio siglo mientras tiene que lidiar con cómo, o incluso si, salir del proyecto europeo al que se unió en 1973.

Al cierre de esta edición se esperaba que May presentara un plan alternativo, tal como anunció inmediatamente después de la votación. Pero será a condición de sobrevivir a la moción de censura presentada por el Partido Laborista (ver aparte).

Sin embargo, el plan B del Gobierno puede ser enmendado por los parlamentarios con sus propias propuestas, por lo que todas las opciones siguen abiertas: desde un “brexit” sin acuerdo -de catastróficas consecuencias para la economía británica- hasta un segundo referéndum, pasando por una renegociación con la UE, esta última la opción menos probable.

La Unión Europea reaccionó al abrumador rechazo al acuerdo advirtiendo ayer que “el riesgo de una retirada desordenada de Reino Unido aumentó”. Un comunicado el presidente de la Comisión Europea (órgano ejecutivo de la UE), Jean-Claude Juncker, instó a Londres “a que aclare sus intenciones lo antes posible”.

“Si un acuerdo es imposible, y nadie quiere una salida sin acuerdo, entonces ¿quién tendrá finalmente el valor de decir cuál es la única solución positiva?”, tuiteó el presidente el Consejo Europeo, Donald Tusk, en una clara referencia a anular directamente el “brexit”.

El vicecanciller de Alemania, Olaf Scholz, consideró que la votación fue un “día amargo para Europa”. “Estamos bien preparados, pero un ‘brexit’ durol sería la opción menos atractiva para la UE y Reino Unido”, dijo, quien también es ministro de Finanzas.

El pacto, no obstante, seguirá mientras tanto su proceso de ratificación por la Eurocámara, indicó Juncker, que aseguró también que los europeos mantienen sus preparativos ante un divorcio sin acuerdo. Desde hace semanas, empresas británicas habían acelerado sus planes de contigencia en caso de que fracasase el examen en el Parlamento.

Por su parte, las autoridades irlandesas anunciaron que intensificará sus preparativos para una salida británica sin acuerdo.

Mostrando la profunda división que el tema sembró en el país desde 2016, activistas de ambos campos se concentraron ayer desde primer hora a las puertas del Parlamento para hacer llegar sus mensajes a los diputados.

“Votamos a favor del ‘brexit’, queremos abandonar la Unión Europea. Y queremos que esa gente dentro de la Cámara nos vea, nos escuche y escuche lo que decimos”, afirmó Sally Smith, empleada en el sector de la construcción.

Rodeada por activistas con banderas europeas, otra manifestante, Elena Useinovic, pidió que “se pare todo y que haya una consulta popular, pero creo que los últimos dos años de política británica demostraron la locura en este país”.

Agencias Reuters, AFP y ANSA, y Ámbito Financiero

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