Los ciudadanos de Bolivia fueron a votar este domingo 17 de agosto en las elecciones presidenciales y, tal como habían anticipado los sondeos previos, tras dos décadas de triunfos electorales, el Movimiento al Socialismo (MAS) perderá su liderazgo. El senador y exalcalde de Tarija, el centrista Rodrigo Paz, se consagró como ganador con el 32% de los votos, seguido por el expresidente entre 2001 y 2002, Jorge “Tuto” Quiroga, que se quedó con el 26% del apoyo popular.
Cambio de rumbo en Bolivia: Rodrigo Paz y Jorge Quiroga se enfrentarán en un balotaje el 19 de octubre
Entre la convocatoria de Evo Morales a anular el voto y el descontento por el presente de la administración de Arce, el MAS perderá el liderazgo del país después de 20 años.
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El balotaje en Bolivia se definirá entre Rodrigo Paz y Jorge Quiroga.
Con el 78% de las mesas escrutadas, como ninguno alcanzó el piso de 50% o una diferencia de 10 puntos con el 40% de los votos, habrá un balotaje entre los candidatos el 19 de octubre, el primero en la historia del país.
Estos resultados se dan en el marco del conflicto de los dos principales dirigentes del MAS: el expresidente Evo Morales y el actual mandatario Luis Arce. Los dos candidatos vencedores mantuvieron a lo largo de la campaña un discurso enfocado en la necesidad del ajuste, el cierre de empresas estatales deficitarias, el equilibrio fiscal, y la apertura a las inversiones extranjeras.
El candidato más votado, del Partido Demócrata Cristiano, es hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993) aunque no nació en Bolivia, sino en España durante el exilio de su padre, quien pertenecía al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) durante la dictadura militar boliviana. Los analistas señalan que logró captar los votos de Jaime Dunn, un economista outsider de tendencia liberal, quien quedó inhabilitado por el Tribunal Supremo Electoral por deudas pendientes con el Estado.
En la mayor parte del país, los votantes pudieron emitir su decisión sin mayores complicaciones. El único punto de tensión estuvo en la región llamada "el Trópico de Cochabamba”, un bastión clave de Morales. El diario local El Deber reportó: “De golpe empezaron a tirar piedras, todo fue muy rápido y violento. Estoy buscando a nuestro fotógrafo, que por todo este lío quedamos separados”.
Previo a la elección, los especialistas anticiparon que la clave giraría en torno a la voluntad de tres distritos que concentran más del 70% del electorado: Santa Cruz (2.071.967 votantes), La Paz (2.047.825) y Cochabamba (1.443.013). La definición electoral en Bolivia quedó atravesada por el pedido de abstencionismo o de anular el voto que realizó Evo Morales, que anhela que el rechazo al fallo judicial que lo imposibilitó candidatearse se exprese en las urnas en torno a un 30% de los participantes. Un 18,93% de los bolivianos anuló su voto, mostrando que el exmandatario sigue teniendo un fuerte apoyo a pesar de no haberse podido presentar en los comicios.
Con estos resultados, el próximo gobierno de Bolivia tendrá un Congreso muy fragmentado, sin mayoría absoluta para ningún partido, a diferencia de lo ocurrido en estos 20 años de hegemonía del MAS.
Las elecciones en Bolivia llegaron en un contexto de fuerte crisis política
Bolivia llega a estas elecciones en medio de la peor crisis económica en décadas, con alta inflación, escasez de combustibles y precios de alimentos disparados, lo que genera tensión social y preocupación por la capacidad del país para sostener el crecimiento y la estabilidad del sector productivo.
El modelo estatista que aplicó Morales (2006-2019) y que siguió Arce está agotado, y la crisis económica, con un déficit fiscal cercano al 10% del PIB, generó escasez de combustible, desabastecimiento de alimentos y paralización de sectores productivos. Esto tensiona la campaña electoral y aumenta la polarización entre los votantes.
Además, hubo advertencias por campaña sucia de los tres principales candidatos presidenciales. Andrónico Rodríguez, por caso, sufrió la intervención de sus redes sociales. "Lamentamos que la guerra sucia y la falta de regulación en las redes permitan este tipo de ataques", escribió al recuperar el control de sus cuentas.
En el mismo sentido se expresó Samuel Doria Medina: "La guerra sucia se ha intensificado en el silencio electoral, aprovechando la falta de regulación de las redes sociales en tiempo de campaña electoral. Decenas de mentiras circulan al mismo tiempo y cada hora se inventan más. Hay varios equipos de diferentes sectores políticos trabajando en contra nuestra".
En la previa electoral, Jorge Quiroga, también cargó contra Evo Morales: "El fraudulento depravado está muy enojado y me llena de insultos y mentiras. [...] Este cobarde se esconde de la justicia, bloquea la carretera bioceánica y un aeropuerto para evadir la justicia. Con el próximo gobierno todo cambiará: nadie podrá evadir la justicia. Su tiempo terminó, su ciclo acabó".
Arce destacó la democracia como legado de su gestión
El presidente de Bolivia, Luis Arce, afirmó que “recuperar la democracia” será la mejor herencia de su Gobierno. Tras emitir su voto en La Paz, aseguró que respetará el calendario del Tribunal Supremo Electoral y que entregará el mando el próximo 8 de noviembre al candidato ganador de los comicios.
Arce renunció a buscar la reelección con el MAS y respaldó al ministro del Interior, Eduardo del Castillo, quien recibió apenas el 2,5% de los votos.
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