EE.UU. gestiona tregua pero la guerra empeora
• Hizbollah lanzó más cohetes y mató a ocho civiles israelíes. • Amenazó, además, con atacar Tel Aviv, donde aún nunca llegó. • Israel apura zona de seguridad en sur del Líbano para aislarlo.
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Un portavoz militar israelí confirmó ayer que las tropas asumieron «posiciones de control» en varias localidades en cuatro áreas del sur de Líbano. El ejército, compuesto por unidades de infantería, con tanques armados, tomó posiciones en Miss el-Jabel, Blida y Majdal Youn, en el sector oriental del frente.
Al mismo tiempo, ocuparon posiciones en las localidades de E-Taibe, Adessa, Rab al-Taltin, al oeste de la localidad israelí de Metulla, y en Aimat e-Shaab, Marun Ar-Ras y Bint Jbeil, en el sector occidental. Mientras el vocero del comando norte israelí, el mayor Zvika Golan dijo que el ejército ya controla una franja de entre 6 y 7 kilómetros de profundidad.
En uno de esos enfrentamientos, milicianos de Hizbollah dispararon un proyectil antitanque contra un tanque de combate y mataron a cuatro soldados israelíes e hirieron gravemente a otro. El suceso tuvo lugar en la aldea de Raymin, en el sector occidental del sur del Líbano.
Israel vivió una de las jornadas más luctuosas de esta guerra tras la muerte de ocho civiles a consecuencia de los misiles lanzados por Hizbollah en Alta Galilea. Cinco personas fallecieron en la localidad de San Juan de Acre cuando salían de un refugio después de una andanada de cohetes anterior.
Asimismo, tres agricultores israelíes murieron cerca de la localidad de Maalot cuando un misil hizo blanco al lado de su automóvil y en el momento en que intentaban tirarse al suelo.
Según los medios de comunicación locales, se trataba de tres árabes israelíes que vivían en la ciudad vecina de Tarshiha.
Otras veintisiete personas resultaron heridas, diez de ellas de gravedad, por el impacto de los cohetes que cayeron en San Juan de Acre, Tiberias, Kiriat Shimona y cerca de Maalot.
«Globalmente, en términos de víctimas, es la jornada más dura», dijo un portavoz del ejército, sumando civiles y militares.
Tras los ataques de ayer, el número de civiles israelíes muertos asciende a 26 y el de soldados, a 41, en las tres semanas de conflicto.
Ayer, la milicia del Partido de Alá (Hizbollah) lanzó al menos 160 cohetes contra el norte de Israel, lo que elevó a 2.300 el número total de proyectiles que ha disparado desde el comienzo de las hostilidades, el pasado 11 de julio. Por otro lado, tras varios días de calma, los barrios del sur de Beirut, feudo de la milicia, fueron bombardeados de nuevo ayer a la madrugada. Según medios libaneses, los cazabombarderos israelíes también atacaron la región sureña de Al-Baiyada y varias áreas del valle oriental de la Baalbeck.
Una mujer libanesa murió y otras tres personas resultaron heridas en un ataque aéreo contra el poblado de Budai, oeste del Líbano, a 20 kilómetros de Baalbek, informó la policía local. La noche del jueves al viernes la periferia sur de Beirut era bombardeada nuevamente, según fuentes locales.
En el Líbano son ya más de 900 las personas que murieron en 22 días de conflicto, según el primer ministro libanés, Fuad Siniora. En una videoconferencia con Kuala Lampur, donde la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) pidió el cese inmediato de los ataques, Siniora también reveló que 3.000 personas han resultado heridas, un tercio de las cuales son menores de 12 años.
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