11 de diciembre 2019 - 00:00

El arquitecto de la lucha contra el narco en México ayudó a traficar cocaína

Fue detenido ayer en Texas. La Justicia lo acusó de conspiración y de haber ayudado al cartel de Sinaloa a ingresar toneladas de droga a EE.UU.

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Nueva York - El exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, fue arrestado ayer en Estados Unidos y acusado de ayudar al cartel de Sinaloa a “operar con impunidad” a cambio de millonarios sobornos, informó ayer el fiscal del distrito este de Nueva York, Richard Donoghue.

García Luna fue acusado ante la Justicia estadounidense de tres delitos de conspiración por haber ayudado a la organización criminal a enviar toneladas de cocaína a EE.UU. a cambio de coimas millonarias entre 2001 y 2012, y de otro delito por hacer declaraciones falsas, precisó.

De 2001 a 2005, García Luna dirigió la extinta Agencia Federal de Investigación de México, encargada de luchar contra la corrupción y el crimen organizado, y de 2006 a 2012 fue secretario de Seguridad Pública del gobierno de Felipe Calderón, controlando la Policía Federal del país.

Durante el juicio del exjefe del cartel de Sinaloa, Joaquín “Chapo” Guzmán, en Nueva York, un exmiembro del grupo narcotraficante, Jesús “Rey” Zambada, contó que entregó a García Luna en un restaurante dos bolsos con entre seis y ocho millones de dólares en coimas en 2005 y 2006. El exsecretario de Seguridad Pública negó entonces esas acusaciones, y dijo que constituían “mentira, difamación y perjurio”.

García Luna, de 51 años, fue arrestado en Dallas, Texas, y la fiscalía del distrito este de Nueva York espera que sea trasladado allí para ser juzgado en la corte federal de Brooklyn. Si es hallado culpable, enfrenta una pena mínima de 10 años de cárcel y un máximo de cadena perpetua.

García Luna era considerado un “superpolicía”. Fue el gran arquitecto de la guerra contra el narcotráfico, que emprendió Calderón a su llegada al poder en 2006 y continuó Enrique Peña Nieto hasta el año pasado. A partir del despliegue de militares y el combate directo a los carteles de la droga, los homicidios y la violencia se repartió como mancha de aceite por todo el territorio nacional. Y si antes había dos o tres grandes bandas responsables del tráfico de estupefacientes, la lucha armada fomentó las divisiones y su radicalización. Hay cerca de 300.000 muertos y al menos 20.000 desaparecidos.

El actual Gobierno de Manuel López Obrador ha culpado desde su llegada al poder a Calderón de iniciar esta sangría. Pero doce meses después de su asunción, su plan para contener la violencia no ha surtido efecto.

El exsecretario de Seguridad Pública se mudó a Florida en 2012, cuando dejó el gobierno en México y ya había “amasado una fortuna personal de millones de dólares”, según la fiscalía.

“García Luna siguió dando pasos en Estados Unidos para ocultar su ayuda corrupta a los narcotraficantes” y en 2018, al solicitar la naturalización al gobierno de Estados Unidos, “mintió sobre sus pasados actos criminales en nombre del cartel de Sinaloa”, precisó.

El Chapo Guzmán, de 62 años, uno de los mayores narcotraficantes del mundo, fue sentenciado a cadena perpetua en julio pasado luego de un histórico juicio de tres meses en Nueva York.

Mientras, la periodista mexicana Anabel Hernández, quien ha realizado amplias investigaciones sobre los nexos de García Luna y colaboradores cercanos con el cártel de Sinaloa, ha denunciado amenazas de muerte por su trabajo. “Es un hecho congruente, positivo”, dijo Hernández sobre la detención del que consideró como “el hombre más fuerte” del gobierno de Calderón.

Hernández, quien no vive en México, contó que hace dos meses funcionarios del gobierno de Estados Unidos la contactaron para decirle que tenían “información sólida” que revelaba que García Luna había orquestado un plan para asesinarla.

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