20 de noviembre 2019 - 00:00

La falta de resultados deshilacha la imagen de Guaidó

Caracas - En el pico de su popularidad, el opositor venezolano Juan Guaidó prometió sacar del poder a Nicolás Maduro este año. Ahora, arriesgando su liderazgo, parece girar hacia una estrategia de largo aliento para quebrar el crucial apoyo militar al presidente.

“Por las buenas o por las malas”, juró Guaidó, cuya aprobación, según la firma Datanálisis, llegó a 63% en enero tras autoproclamarse mandatario encargado con apoyo de medio centenar de países encabezados por EE.UU. Pero ni las duras sanciones y las amenazas de una acción militar de Washington, ni el aislamiento internacional han precipitado la ruptura de la Fuerza Armada con Maduro, como tampoco evitaron que la popularidad de Guaidó cayera al 42% en octubre.

“Lo hemos intentado todo”, afirmó el jefe parlamentario durante una movilización el pasado sábado que presentó como el inicio de una “protesta permanente”, un intento por capitalizar el entusiasmo de sus seguidores por la caída de Evo Morales en Bolivia. Sin embargo, los 5.000 participantes en Caracas estuvieron lejos de las decenas de miles que acompañaron su desafío inicial. Convocatorias para el lunes y ayer tuvieron una acogida pobre.

“La protesta se ha desgastado por su uso y abuso”, observa el analista Benigno Alarcón.

Guaidó busca ahora aumentar gradualmente la presión contra Maduro en un país donde, según Datanálisis, 82% de la población quiere “un cambio político”.

“Pareciera que ha abandonado la idea de la salida rápida para enfocar el trabajo como un proceso que lleva su tiempo”, dijo Félix Seijas, director de la encuestadora Delphos. “Calle sin retorno”, por años un lema opositor. “Ya no significa permanecer en la calle sino mantener la movilización”, añadió.

La apuesta parece riesgosa en un país en el que gran parte de la población está ocupada en sobrevivir a una devastadora crisis, con una economía reducida a la mitad desde 2013 y una inflación que cerrará este año en 200.000%, según el FMI.

Algunos también temen a la “represión”. Maduro, que tilda a Guaidó de “marioneta” de su mentor Leopoldo López y de Donald Trump, enfrentó protestas que dejaron unos 200 muertos desde 2014.

El 5 de enero será un día clave para Guaidó, ya que en esa fecha finaliza su período al frente del Parlamento, desde el cual reclamó la presidencia interina.

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