Policías y soldados guatemaltecos dispersaron por la fuerza a una caravana compuesta por miles de migrantes hondureños, la cual se encontraba apostada en una carretera durante todo el fin de semana en el poblado de Vado Hondo (este), postergando su aspiración de llegar a pie a Estados Unidos.
Dispersaron por la fuerza en Guatemala a una caravana de migrantes hondureños que busca entrar a EEEUU
Fuerzas policiales de Guatemala dispersaron mediante una represión a la caravana de migrantes hondureños que recorre busca ingresar a Estados Unidos.
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La situación se caracterizó por el accionar policial, ya que los efectivos avanzaron sobre la masa de personas haciendo un fuerte ruido mediante el golpe de sus macanas contra escudos, algo que logró que muchos migrantes retrocedieran y otros corrieran hacia los lados, dispersándose dentro del pueblo, pero aún en territorio guatemalteco.
La agencia AFP, que contó con personal en la zona, consiguió el testimonio de algunos de los migrantes, entre los cuales se encontraba una joven hondureña de 21 años que aseguró: “No estábamos robando, somos gente de bien. Solo queremos pasar. Quiero seguir hasta Estados Unidos, no me quiero quedar en Guatemala".
En el desalojo, varios de los caminantes lanzaron piedras a la policía, que respondió con gas lacrimógeno para seguir alejándolos en dirección a la frontera con Honduras, ubicada a unos 50 kilómetros. "Yo voy con mi hijo, yo en Honduras no tengo donde vivir", señaló otra mujer al canal Guatevisión, tras la estampida y mientras tomaba aliento al lado de un poste.
Unas 4.000 personas permanecían en ese grupo, de las 9.000 que se estima ingresaron con la caravana. Otros 800 han sido contenidos en un pueblo vecino, cientos se han dispersado por los alrededores y al menos 1.568 personas han retornado a Honduras, entre ellas 208 menores.
Las fuerzas de seguridad actuaron tras agotar un diálogo con los migrantes, a los que se les pedía despejar una vía del camino para permitir el avance del transporte de carga, cuya mercancía corría el riesgo de estropearse.
Los uniformados actuaron a pesar del riesgo de contagios de covid-19, mientras que un decreto del presidente Alejandro Giammattei autoriza a los oficiales a hacer uso de la fuerza, un recurso que fue rechazado por organismos de derechos humanos.
Hasta el momento, 21 personas del grupo que pasaron por puestos de control sanitarios han dado positivo al virus, y deberán guardar cuarentena en Guatemala antes del regreso a su país. Los migrantes hondureños aseguran que escapan de la violencia, la pobreza, el desempleo y la falta de educación y salud, situación agravada por la pandemia y la destrucción que dejaron a su paso los ciclones Eta e Iota en noviembre.
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