22 de julio 2025 - 14:27

Banca paraguaya en transformación: fusiones, menores márgenes y el desafío de la optimización

Con menos rentabilidad por operaciones individuales, el negocio financiero paraguayo enfrenta el desafío de aumentar los volúmenes.

bancos-Paraguay

En los últimos veinte años, el sistema financiero paraguayo viene atravesando un proceso de crecimiento y consolidación. Así lo afirma el CEO de Itaú Paraguay, José Brítez, quien reflexiona sobre los cambios en el sistema y los sectores estratégicos para el desarrollo del país.

“El análisis es súper positivo. El sector financiero creció y se consolidó. Hubo muchísimas inversiones en tecnología, que generaron una mayor bancarización de la mano de todo el sector financiero. También las regulaciones permitieron esto”, le dijo a Ámbito el ejecutivo bancario.

Sin embargo, para sostener este crecimiento, el sector bancario debe repensar su modelo, ya que los márgenes de intermediación son cada vez más bajos y a ello se suma la irrupción de nuevos competidores, en un contexto económico de crecimiento. Resulta que además de los nuevos actores digitales como “Billetera Mango” o “Vaquita App” (entre otros), bancos no tradicionales como ueno Bank se encuentran en procesos de expansión a través de la innovación tecnológica, e incluso otros bancos tradicionales también se encuentran realizando inversiones en tecnología para, por ejemplo, el análisis de riesgo de manera automatizada. Esto se debe a que la diferencia entre las tasas activas (las que cobran los bancos por los créditos) y las tasas pasivas (las que pagan a los depositantes) es cada vez más baja, dejando un margen bruto cada vez menor para las empresas del sector.

Diez años atrás, según datos del Banco Central del Paraguay (BCP), el margen de intermediación financiera se encontraba en el orden del 13,75%. Con una clara tendencia descendente en la última década, actualmente se ubica en 8%, 5,72 puntos porcentuales abajo, con una competencia que se vuelve cada vez más agresiva.

Evolución del margen de intermediación financiera en el sistema financiero de Paraguay
Evolución del margen de intermediación financiera en el sistema financiero de Paraguay. Fuente: Elaboración con datos del Banco Central del Paraguay. 

Evolución del margen de intermediación financiera en el sistema financiero de Paraguay. Fuente: Elaboración con datos del Banco Central del Paraguay.

Fusiones, adquisiciones: los jugadores del mercado

Como resultado de la caída de rentabilidad por intermediación, el mercado también se fue reformulando. En los últimos cinco años hubo tres fusiones y adquisiciones. La primera se concretó en el 2021, cuando el banco GNB, de capital colombiano con participación paraguaya, absorbió la filial del BBVA en Paraguay; en el 2023, se concretó la absorción del Banco Regional por parte de Sudameris y, en el 2024, ueno Bank absorbió al Visión.

Actualmente, está en proceso la fusión entre dos bancos tradicionales en la estructura corporativa paraguaya: el Atlas y el Familiar; mientras que el Banco Continental, uno de los más grandes del sistema financiero, ya inició el proceso para absorber el Banco Río.

Según analistas y banqueros, a reducción en los márgenes de intermediación provoca la transformación del negocio a uno de volumen, y ya no de márgenes.

“Es natural que los márgenes se estrechen y que las comisiones vayan siendo cada vez menores por un tema de competencia; y porque entran nuevos jugadores, con plataformas más livianas, sin un legado importante como tenemos los bancos tradicionales”, le dijo a Ámbito el CEO de Itaú. .

El gran desafío, a su criterio, es transformarse para seguir creciendo “por el lado de la cantidad y la calidad del servicio, no por el lado del precio”.

Cifras del sistema

El registro del Banco Central da cuenta de que la cartera de créditos bancarios cerró mayo del 2025 en un nivel de G$. 180,6 billones, unos U$S 22.691 millones al cambio actual, lo que representa un crecimiento interanual del 21%. Por su parte, la cartera de depósitos creció un 12% en el mismo periodo, alcanzando los G$. 174 billones, unos U$S 21.982 millones.

Esta expansión más acelerada de la cartera de créditos que de la de depósitos se ha convertido en una tendencia a lo largo de los últimos meses. Eso denota el momento de inversiones y consumo por el que pasa la economía paraguaya, lo que a su vez también ha contribuido a la competencia entre bancos en términos de tasas de interés, tanto para captar ahorros como para conceder créditos.

En cuanto a la composición de la cartera de créditos, el sector agrícola es el principal, ya que acapara el 17% del total con unos G. 31,3 billones (poco menos de US$ 4.000 millones), mientras que le siguen la cartera de consumo con el 16%, y la de comercio al por mayor, con un 15%. Aunque con proporciones menores de participación, las carteras que más han crecido son las del sector inmobiliario y la de servicios en general, con variaciones de 39% y 35%, respectivamente.

Distribución de los sectores en la cartera de créditos bancarios de Paraguay (mayo del 2025)
Distribución de los sectores en la cartera de créditos bancarios de Paraguay (mayo del 2025). Fuente: Elaboración con datos del Banco Central del Paraguay. 

Distribución de los sectores en la cartera de créditos bancarios de Paraguay (mayo del 2025). Fuente: Elaboración con datos del Banco Central del Paraguay.

En lo que respecta a los ratios de rentabilidad, el sistema presenta un ROA del 2,29% en la actualidad, y un ROE del 20,82%. El sistema bancario en su conjunto acumuló utilidades por valor de G. 2,2 billones (aproximadamente USD 278 millones) al cierre de mayo del 2025, con un incremento de 9% respecto a un año atrás.

La morosidad en la cartera de créditos bancarios ha permanecido por debajo del 3% desde junio del 2024, y se ubicó en 2,53% en mayo de este año.

Crédito a largo plazo: el eslabón que falta

La industria paraguaya se enfrenta a un problema estructural: el financiamiento a largo plazo. En una presentación anterior hemos planteado el problema estructural que tiene la industria paraguaya, +en términos de la necesidad de un financiamiento a más largo plazo y con condiciones de desarrollo. José Brítez coincide en este análisis al apuntar que esta es justamente una de las principales limitaciones para los mencionados sectores.

“La verdad es que, hoy en día, para grandes industrias como la forestal o la electrointensiva, no hay un gran fondeo capaz de solventar con plazos y condiciones como se requiere. No solo en Paraguay, en el mundo eso tuvo otro tipo de estructura de financiación”, reconoce el ejecutivo.

La solución, según Brítez, sería un incremento del fomento estatal. De hecho, esto ya se está haciendo a través de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), banca de segundo piso que se encuentra en una etapa de estructuración de productos que ayudarán al crédito industrial, como por ejemplo un fondo de garantías para el sector forestal.

“Hoy no hay fondeo con los plazos y condiciones que ese tipo de inversiones requiere. Esto no pasa solo en Paraguay. En Brasil, por ejemplo, el BNDES (Banco de Desarrollo del Brasil) fue clave para la industrialización. Aquí se va a necesitar capital externo y nuevas estructuras financieras”, sostuvo.

El rol de la banca paraguaya en el desarrollo económico

A través de las hidroeléctricas binacionales Itaipú y Yacyretá, que Paraguay comparte con Brasil y Argentina, el país lleva varias décadas abasteciéndose de energía eléctrica renovable. Sin embargo, se estima que para los próximos años, este cupo no será suficiente, por lo que se requerirán inversiones en este segmento.

En este contexto, consultado sobre los sectores estratégicos para el país de cara al futuro, Brítez apuntó al sector energético. Para 2030, el aumento proyectado de la demanda eléctrica exigirá inversiones urgentes en generación, transmisión y distribución, y, a su criterio, esto no es un hecho menor.

“Hay una oportunidad tremenda en el sector eléctrico, es algo inmediato. Paraguay tiene que invertir en todo lo que es transmisión, distribución y nueva generación de energía, en esa visión que tenemos de que entre el 2030 y el 2032 estaríamos ya con un consumo de nuestras fuentes tradicionales de energía ya casi al 100%. Entonces, el sector energía va a ser sumamente relevante”, comentó Brítez.

También destacó el enorme potencial del sector forestal, al que calificó con el potencial de ser “la futura soja paraguaya”, haciendo referencia a la importancia que puede llegar a tener este sector en las exportaciones del país, así como de atraer capital internacional. Advirtió, sin embargo, que se deben buscar canales de financiamiento para el largo plazo.

En la misma línea, mencionó oportunidades en la cadena agroindustrial, logística, infraestructura urbana e industria electrointensiva, aunque señaló que muchos de estos rubros aún enfrentan una brecha importante de fondeo.

Mercado de capitales como aliado

El mercado de capitales está en plena expansión en el país. Los bancos más grandes, como Itaú y Continental, ya incursionan en este ámbito mediante sus propias casas de bolsa.

Ante esta realidad, Britez subrayó la importancia del mercado bursátil como complemento natural del sistema financiero. Valoró los avances normativos recientes, como la creación de la Superintendencia de Valores (SIV), pero reconoció la necesidad de contar con reglas claras y procesos de construcción participativos.

“Son dos mundos complementarios. El mercado de capitales es el canal natural para financiar las inversiones de largo plazo que necesita el país”, concluyó.

Aunque aún es pequeño en comparación con otros países de la región, el mercado de capitales paraguayo se encuentra en plena expansión. En el primer semestre de 2025, las negociaciones en la Bolsa de Valores de Asunción alcanzaron los G. 27,2 billones, equivalentes a US$ 3.434 millones, lo que representa un crecimiento interanual del 25% respecto al mismo período del año anterior.

Actualmente, el Producto Interno Bruto (PIB) de Paraguay se estima en unos US$ 48.217 millones, según el Banco Central del Paraguay. Esto implica que el mercado de capitales representa aproximadamente el 15% del PIB, cuando hace diez años apenas superaba el 1%. Así, se evidencia un avance significativo, aunque aún existe un amplio margen para seguir creciendo.

El mercado local es predominantemente de renta fija, ya que los bonos corporativos y estatales concentran el 98% de los títulos en circulación. No obstante, comienzan a ganar terreno otras modalidades de inversión, como los fondos mutuos y los fondos de inversión, mientras que operaciones como el reporto se van consolidando.

Al tratarse de un mercado con plazos más extensos que el sistema financiero tradicional, actúa como un complemento útil para calzar vencimientos. En el primer semestre del año, el 59% de las emisiones en moneda local y el 73% de las emisiones en dólares fueron realizadas por bancos, según datos de la propia Bolsa de Valores de Asunción.

Estos recursos serían utilizados por las entidades del sistema financiero tradicional para adecuar los plazos de sus operaciones crediticias, considerando que el ahorro en depósitos o CDAs (certificados de depósito de ahorro) sigue siendo mayoritariamente de corto plazo —en promedio, entre 2 y 3 años—, mientras que en el mercado de capitales los plazos se extienden, en general, entre 7 y 8 años.

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