6 de agosto 2025 - 11:30

Creó un imperio de millones por decorar los zapatos de su hijos: quién es Sheri Schmelzer

Todo lo que empezó como un detalle para hacer felices a sus hijos se convirtió en un negocio de millones de dólares.

Logró generar millones con una idea que nació en la cocina de su casa para hacer más felices a sus hijos.

Logró generar millones con una idea que nació en la cocina de su casa para hacer más felices a sus hijos.

Sin experiencia en negocios, esta madre de tres hijos creó un producto que conquistó a los consumidores mundiales. Su perseverancia la llevó a un éxito inesperado. Hoy, su invención es un ícono inseparable de una marca reconocida, marcando un hito en el mercado del calzado.

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La idea millonaria de Sheri Schmelzer para personalizar las Crocs de sus hijos

En 2005, Sheri Schmelzer, de 40 años, comenzó a decorar los Crocs de sus hijos con accesorios de plastilina, como pelotas, banderas o personajes, para hacerlos más atractivos. Este pasatiempo, nacido en su cocina, llamó la atención de los compañeros de colegio de sus hijos, quienes querían diseños similares. La idea, simple pero original, empezó a ganar tracción.

Con el apoyo de su esposo, experto en software, Sheri fundó Jibbitz para producir y vender estos adornos personalizados. Con un crédito y financiación de amigos, lanzaron una plataforma de comercio electrónico que despegó rápidamente. Los consumidores, deseosos de personalizar sus Crocs, impulsaron la demanda sin necesidad de grandes campañas publicitarias.

El éxito de Jibbitz radicó en su capacidad para conectar con los usuarios, permitiéndoles expresar su personalidad a través de un calzado funcional pero poco estilizado. En pocos meses, la empresa vendía miles de unidades, mostrando que una idea sencilla, bien ejecutada, podía transformar un mercado competitivo.

Una venta de millones para la compañía

El rápido crecimiento de Jibbitz atrajo a Crocs Inc., la empresa detrás del icónico calzado. En 2006, apenas tres meses después de crear la compañía, Crocs compró Jibbitz por 10 millones de dólares, con un acuerdo que incluía hasta 10 millones adicionales si se cumplían metas de ventas. Esta operación convirtió a Sheri y su familia en millonarios.

Hoy, los Jibbitz son un complemento inseparable de los Crocs, usados por millones de personas en todo el mundo. La historia de Sheri Schmelzer demuestra que una idea nacida en casa, con creatividad y dedicación, puede generar un negocio de millones de dólares y dejar una huella duradera en una marca global.

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