Podrían haber disfrutado de millones de dólares, pero un descuido les robó la fortuna y el amor

Pudieron ser los dueños de millones de dólares, pero un error los llevó a tomar una fuerte decisión.

La pareja reclamó ser dueña de millones de dólares, pero no tuvieron la respuesta que esperaban.

La historia de Martyn y Kay Tott parece sacada de una película, pero ocurrió de verdad. Una combinación de números, un olvido y un error administrativo los privaron de reclamar un premio de millones, cambiando para siempre el rumbo de sus vidas. Lo que prometía felicidad se volvió una pesadilla.

Cuando compraron aquel boleto de lotería, no imaginaron que el azar les jugaría una mala pasada. La ilusión inicial se transformó en frustración, y con el tiempo, en distanciamiento. Lo que parecía un golpe de suerte terminó dejando una marca que afectó incluso su relación de pareja.

La pareja no cedió y reclamó los millones que pensaron que les pertenecían.

Perdieron millones y también su matrimonio: qué pasó con Martyn y Kay Tott

Martyn y Kay Tott participaron en un sorteo de la Lotería Nacional británica en 2001. Durante semanas, desconocían que habían sido los ganadores de un premio millonario. Cuando finalmente se enteraron, el problema fue que ya no tenían el boleto: lo habían extraviado y sin él no podían reclamar nada.

El premio perdido ascendía a unos cinco millones de dólares, una suma que habría cambiado sus vidas por completo. Lejos de quedarse en solo la pérdida, ambos tomaron la decisión de llegar a las últimas consecuencias con tal de poder reclamar lo que ellos sentían suyo.

Intentaron todo lo posible. Acudieron a la prensa, presentaron pruebas, testigos y hasta iniciaron gestiones legales. Sin embargo, las reglas eran claras: sin el billete original, no había premio.

La situación generó una exposición pública fuerte y un desgaste emocional que creció con el tiempo. En lugar de unirlos, la experiencia los fue alejando. A fines de 2001, el matrimonio se divorció, marcado por el mismo episodio que prometía felicidad pero terminó costándoles demasiado.