13 de junio 2020 - 00:00

Bruxismo: ¿qué es y por qué se agudiza durante la pandemia?

Es el hábito involuntario en el que se aprieta la mandíbula con fuerza a la noche. Es frecuente, produce dolor y se da más casos en tiempos de coronavirus por el el estrés.

Por el estrés y la ansiedad por la pandemia, ocurren más casos de bruxismo.  

Por el estrés y la ansiedad por la pandemia, ocurren más casos de bruxismo.  

Pixabay

El bruxismo es una patología en la cual los músculos masticadores se mueven involuntariamente, produciendo daño en los dientes, la articulación y los tejidos implicados.

Puede tener dos patrones patológicos, pero ambos son considerados bruxismo: apretamiento dentario o frotamiento dentario. Y si bien hay diferentes estadíos con diferentes grados de sintomatología y daño, lo importante es tratarlo en todas sus etapas.

¿Por qué ocurre?

Durante el aislamiento y la cuarentena las consultas por bruxismo aumentaron. Una de sus principales causas, el estrés, se está viendo agravada en muchas personas producto del aislamiento. La falta de descarga de energía es uno de las causas. De todos modos, esta patología es multicausal, pero en general, se dan dos o más de los siguientes factores:

  • Psicológicos. El estrés crónico, la ansiedad, la angustia, la soledad y el estrés agudo ante algún evento puntual pueden llevar a que aumente la necesidad de descarga.

  • Alimenticios. Una dieta rica en azúcares y carbohidratos predispone a bruxar, ya que aumentan los niveles de ansiedad. Asimismo, el consumo de sustancias terminadas en “ina” como la cafeína o la nicotina también motivan estos movimientos involuntarios.

  • Dentarios. Cuando no existen los mecanismos de protección natural contra el bruxismo (esto debe ser evaluado por un profesional), por ejemplo cuando en la boca existen malas posiciones dentarias individuales o de grupo o faltan piezas dentales.

  • Anatómicos. Ciertas formas faciales, tamaños y patrones musculares tienen más predisposición. Por ejemplo, tener una mandíbula prominente y músculos masticadores fuertes supone una mayor tendencia.

¿Quiénes lo padecen?

En los niños el bruxismo es considerado parte esencial del proceso de estímulo del crecimiento óseo y muscular, pero esto debería frenarse alrededor de los 15 o 16 años con la formación de una correcta guía anterior que estabilice y frene. En cuanto a los adultos, 8 de cada 10 personas lo padece en alguno de sus estadíos.

¿Cómo tratarlo?

Además del uso de una placa de bruxismo para la noche y a veces el día también, deben devolverse los mecanismos de protección al sistema masticatorio.

También puede utilizarse un relajante muscular, la conocida toxina botulinica que se aplica de manera local en los músculos implicados, y que relaja y mejora la sintomatología dolorosa asociada, cómo las cefaleas tensionales, las contracturas musculares y la hipertrofia muscular.

Cabe destacar que hay casos en los que la destrucción dentaria es muy grave: los pacientes se comen literalmente sus piezas dentales.

Es de suma importancia consultar con el dentista ya que no es algo normal y es mejor elegir a uno que se especialice en tratar esta patología.

Recomendaciones a tener en cuenta:

  • Realizar una consulta. El bruxismo debe ser tratado, de lo contrario puede ocasionar daños severos en los dientes, articulación y músculos involucrados.

  • Utilizar las placas de bruxismo. Deben estar correctamente diseñadas. Durante la cuarentena, muchos pacientes vieron la necesidad de incorporar su uso durante las jornadas de trabajo en casa.

  • Realizar ejercicio y para descargar la ansiedad. Toda actividad física es bienvenida, tanto la aeróbica como la más tranquila. A su vez, meditar y hacer yoga son excelentes hábitos para incorporar.

  • Mantener una dieta equilibrada. Evitar cafeína y otras “inas” que elevan la ansiedad y la hiperactividad. Ojo con los azúcares y carbohidratos porque sucede lo mismo, además de que aportan gran acidez a la boca por lo que el daño dentario es mayor. También se sugiere evitar las gaseosas y las bebidas energizantes.

  • Controlar los pensamientos. Es conveniente guiarlos para que no nos lleven a lugares estresantes. Para tal fin es ideal meditar o practicar mindfulness.

  • Tenérs sexo. Esa es otra manera de descarga, ya que ayuda a liberar tensiones sin hacernos daños.

*Celeste Nardanone es odont óloga especialista en Rehabilitación Oral y Armonización Facial.

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