El desafío de la innovación en los profesionales de la economía

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La sociedad vive a un ritmo vertiginoso los cambios que se producen como consecuencia de los avances tecnológicos, la forma de comunicarse y relacionarse, la forma de hacer los negocios, cambios de hábitos y costumbres. Todo ello entre otras cosas hace que cada vez sean menos los sistemas cerrados, ampliando los límites personales. Por otra parte se ha demostrado que los ciclos de satisfacción de los consumidores son cada vez mas cortos lo que hace alentar a la innovación permanente.

La tecnología como motor de cambio ha favorecido de forma exponencial el crecimiento del conocimiento a tal punto que se acaba de promulgar en nuestro país la “Ley de promoción a la economía del conocimiento.”

Las industrias que tendrán entre otras cuestiones, beneficios fiscales y reducción en los costos laborales, las ha definido la propia Ley y son las siguientes: Software y servicios informáticos digitales; Servicios geológicos y de prospección; Nanotecnología y nanociencia; Producción y posproducción digital; Inteligencia artificial – robótica e internet de las cosas; Industria aeroespacial y satelital; Ingeniería y ciencias vinculadas a la investigación; Biotecnología; Servicios profesionales de exportación

Es alentador que una Ley aprobada por mayoría absoluta en el Congreso de la Nación adopte una política pública que favorezca al desarrollo de un sector que en los últimos 20 años es el que mas ha crecido, emplea 435.000 personas, exporta u$s 6.000 millones al año y es el segundo generador de divisas luego de la agroindustria.

Esta Ley beneficiaría a 11.000 empresas, generaría 215.000 nuevos puestos de trabajo y multiplicaría las exportaciones hasta los u$s 15.000 millones para 2030.

Evidentemente estaremos en línea con la cuarta Revolución Industrial y eso no es poco, nos abre como país una gran oportunidad de desarrollo, no solamente productivo, sino que también nos permitirá dar un salto cualitativo en educación y desarrollo social.

En diferentes profesiones es común que se debata sobre la implicancia que ha de tener la innovación tecnológica en su presente y futuro, y hasta qué punto se deben reformular los saberes y habilidades para adaptarse a esas herramientas en permanente estado de evolución. La clave, entonces, no es una cuestión de si adaptarnos o no, sino de cómo hacerlo.

Hace mucho tiempo ya que la Contabilidad y las Ciencias Económicas en general dejaron de ser disciplinas dedicadas a introducir números en calculadoras y libros. En los últimos años, las nuevas tecnologías nos permitieron realizar nuestro trabajo más eficientemente, y sobre todo expandir las áreas de conocimiento y actuación profesional. Quizás los ejemplos más conocidos de este tipo de tecnologías sean la Inteligencia Artificial, la internet de las cosas, el Blockchain para manejar gran cantidad de datos y Software de aplicación customizados al alcance de cualquier pyme.

Tenemos una gran oportunidad de jerarquizar nuestras profesiones si logramos comprender los nuevos negocios en desarrollo y en función de ello desarrollar nuevas habilidades desde la óptica de un pensamiento crítico y desde una perspectiva global, privilegiando el trabajo colaborativo. Nuestro valor agregado estará en dar solución a los problemas mas que en la ejecución de tareas rutinarias, para lo cual también debemos desarrollar nuestra curiosidad intelectual, orientada en gran medida al manejo de nuevas tecnologías.

El emprendedorismo tendrá que ser entendido como una nueva manera de desarrollo de negocio para lo cual deberemos ser imaginativos a la hora de dar soluciones sencillas y prácticas que acompañen al emprendedor en su camino hacia la consecución de sus objetivos.

Pero lo más importante para los profesionales en Ciencias Económicas es comprender que nuestro rol tendrá más que ver con el aporte estratégico y la interpretación de la información, que con la mera carga de datos. Y que, así como tiempo atrás era esperable que nuestra principal habilidad fuese realizar bien los cálculos matemáticos y conocer en profundidad las normas contables y legales, las skills más relevantes para nuestro quehacer profesional en la actualidad y en el futuro son el manejo de la tecnología, la capacidad de comunicación, la creatividad y la capacidad de análisis de una gran cantidad de datos, con el foco puesto en la toma de decisiones y, claro está, en el cumplimiento de las normativas vigentes emanadas por la autoridad regulatoria.

*José Luis Serpa es Contador Público, actual Secretario de la FACPCE (Federación Argentina de Consejos Profesionales en Ciencias Económicas) y candidato a Presidente del CPCECABA (Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) por la Lista Azul.

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