1 de junio 2025 - 00:00

¿Hasta dónde podés arriesgar para ganar? Claves para entender tu perfil de inversor

Invertir no es solo elegir activos, también es conocerse a uno mismo. El riesgo es parte del juego, pero cada jugador tiene su límite.

El riesgo es parte del juego, pero cada jugador tiene su límite.

El riesgo es parte del juego, pero cada jugador tiene su límite.

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Cada inversor tiene su perfil, cada perfil acepta un determinado nivel de riesgo, y cada nivel de riesgo debería asignar a la cartera una proporción adecuada de activos especulativos. Veamos cuánto…

Durante la juventud, los inversores suelen sentir que tienen toda la vida por delante: el riesgo no parece importar y, en general, el capital invertido es discreto.

Con el paso del tiempo y a medida que maduramos, llegan la casa, el auto, la familia y más gastos. En ese contexto, empezamos a cuidar más nuestro capital y, por lo tanto, tendemos a volvernos más conservadores.

Finalmente, al alcanzar edades más avanzadas, el riesgo deja de interesarnos: el horizonte temporal es corto, y una caída del mercado puede generarnos dolores de cabeza que, con la cabellera completamente blanca, preferimos evitar. Si bien un conejo puede correr más rápido, muchos optamos por la tortuga, que avanza más lento pero llega segura al final de la carrera.

De esta generalización se desprende un concepto central en finanzas: la aversión al riesgo. Esta idea busca medir cuánto rechazo sentimos al riesgo al momento de invertir, y estadísticamente se intensifica a medida que avanza la vida.

inversiones plazo fijo

¿Sos conservador, moderado o agresivo?

Quienes se reconocen como inversores arriesgados suelen ignorar los activos de renta fija y orientan sus carteras hacia acciones especulativas, adoptando estilos como el swing trading.

Si bien algunos arman portafolios 100% en renta variable, una consideración clave es mantener una posición asegurada: ya sea con algún activo no volátil, un fondo o bono ajustado por inflación, o incluso algo de liquidez. Estar 100% invertido todo el tiempo puede limitar la capacidad de aprovechar oportunidades, ya que, ante una nueva posibilidad, la única alternativa es vender otra posición. Eso fue lo que les ocurrió a muchos en abril de 2025, durante las bajas provocadas por la guerra comercial.

El trader inteligente, con liquidez disponible, pudo aprovechar esa baja y comprar QQQ, SPY, NVDA, entre otros, tras caídas del 30%. Y si estás leyendo esto, probablemente lo viviste.

Una última idea fundamental para estos perfiles más agresivos y de corto plazo es el uso del stop loss: un umbral de pérdida que el inversor está dispuesto a aceptar cuando la inversión no se comporta como esperaba. Cortar a tiempo permite evitar quedar atrapado en acciones que no paran de caer.

En el extremo opuesto está el perfil conservador. El inversor más conservador no toma posiciones en renta variable. Prefiere obtener retornos mínimos, incluso por debajo de la inflación, a cambio de evitar cualquier posibilidad de que las cosas no salgan como espera. La aversión al riesgo es total.

Los bonos del Tesoro estadounidense (T-Bills) son una de las alternativas más típicas. También lo son los bonos emitidos por Japón, Alemania u otros países con buen historial de pagos. Estas carteras suelen incluir también bonos corporativos de grandes multinacionales que prácticamente aseguran el repago del capital e intereses.

Este tipo de portafolios es habitual en la gestión de grandes patrimonios, bajo el enfoque conocido como “Legacy” o “Wealth Management”, donde los inversores priorizan el flujo estable y la preservación del capital a largo plazo, sin interés en seguir de cerca el mercado.

En un punto medio se encuentra el perfil moderado, donde posiblemente nos ubiquemos muchos. Este tipo de inversor diversifica su cartera con una porción destinada a renta fija o acciones de valor que aporten estabilidad, otra parte al mediano plazo con acciones de crecimiento, y una pequeña fracción destinada a trading activo.

Esta distribución es la más sugerida por los libros, aunque luego cada uno asignará diferentes proporciones según su apetito de riesgo.

Los más agresivos no querrán liquidez ni renta fija, pero insisto en la importancia de evitar la sobre-operación y la tentación de estar comprando y vendiendo todo el tiempo, cayendo en las estadísticas que muestran que la mayoría no logra buenos resultados.

¿Cómo reaccionarías en un mercado bajista?

Para cerrar, propongo mirar los últimos 20 años del S&P 500, donde se observan claramente la caída por la burbuja .com en los 2000, la crisis subprime en 2008 y, más cerca en el tiempo, la baja del COVID en 2020.

Invito a cada lector a recordar cómo vivió esos momentos si ya invertía, o a imaginar cómo se hubiera sentido en 2008 o incluso antes. ¿Qué harías frente a dos años consecutivos de mercados bajistas?

Como conclusión, es importante hacer un análisis honesto sobre cuánta experiencia tenés en el mercado y cuántas crisis has atravesado, para saber si realmente estás preparado para mantener tu capital invertido durante largos ciclos bajistas. Porque el mercado es cíclico, y otro gran ciclo bajista, tarde o temprano, va a llegar.

Creador de "Doctor de tus Finanzas" y asesor financiero independiente.

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