9 de agosto 2025 - 00:00

Argentina: del déficit estructural al superávit exportador, ¿cómo posicionar las inversiones para el nuevo ciclo?

Argentina tiene hoy el potencial de liberarse del eterno dilema de los dólares. Este cambio estructural redefine también la estrategia de inversión.

Si la economía consolida su rumbo, podría generar divisas como no se ha visto en décadas.

Si la economía consolida su rumbo, podría generar divisas como no se ha visto en décadas.

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Uno de los cambios más significativos pero menos comprendidos en la Argentina actual es la transformación de su matriz de generación de divisas. Mientras el debate público sigue anclado en discusiones sobre atraso cambiario, controles y shock fiscal, la economía real transita un sendero de recomposición estructural, con un Estado más disciplinado y una economía exportadora que, si el rumbo se consolida, podría generar divisas como no se ha visto en décadas.

Según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario y el Ministerio de Economía, hacia 2033 la capacidad neta de generación de divisas de agroindustria, energía y minería podría alcanzar los u$s89.000 millones, desde los u$s48.000 millones actuales. Energía y minería pasarían a explicar el 61% del total, frente al 27% actual. Esta nueva matriz diversificada y menos dependiente del clima representa un cambio estructural en la balanza de pagos, lo que tiene implicancias directas sobre la estabilidad macro, el tipo de cambio y el financiamiento soberano. Este análisis lo hizo German Fermo y lo comparto al 100%.

El escenario base del mercado es claro: si se consolida el modelo económico actual y el oficialismo logra una buena elección de medio término, la compresión de riesgo país debería ser significativa. El Gobierno mantiene como ancla la disciplina fiscal, con superávit primario en lo que va del año, y si logra sostener esa credibilidad, el trade electoral será difícil de ignorar.

¿Cómo posicionarse según cada perfil de riesgo?

  • 1. Conservador: visibilidad y liquidez

Para perfiles conservadores, el foco está en instrumentos de tasa fija corta. Las LECAPs hasta septiembre siguen ofreciendo tasas reales positivas contra inflación proyectada, con bajo riesgo de duración y buena liquidez. Funcionan como excelente ancla para tesorerías o carteras que priorizan capital protegido en pesos. Para el tramo en dólares, las ON corporativas de emisores sólidos como YPF, Telecom o Pampa ofrecen retornos del 8%, con buen perfil de riesgo sobre todo las ON largas.

  • 2. Moderado: tasa larga con cobertura

Los inversores moderados, que pueden tolerar algo más de duración, tienen alternativas atractivas para congelar tasa en pesos vía bonos duales como el TTJ26, que combina tasa fija con cobertura TAMAR (CER oTAMAR, según sea más favorable). En el tramo en dólares, los bonos post-2027 continúan mostrando spreads elevados: si el resultado electoral se alinea con el escenario base, estos títulos tienen margen para recuperación relevante.

  • 3. Agresivo: equity como termómetro electoral

El equity argentino ha mostrado rezago relativo. Aunque hay cierto optimismo en el Merval, viene lateralizando hace meses, más atento al calendario electoral que al delivery macro, que ha sido consistente.

En este contexto, las acciones con mayor correlación y beta frente al riesgo electoral, como bancos (GGAL, SUPV) y energéticas (YPF, Pampa, Vista), se consolidan como los activos predilectos para posicionarse con vistas a octubre. No sólo ofrecen upside en términos de múltiplos, sino que podrían beneficiarse directamente de un escenario político favorable, con menor riesgo regulatorio y mejora en expectativas de financiamiento. Lo mismo ocurre con los Bonos Argentinos Hard Dólar que elijo el GD35 y el AE38 para el posicionamiento ya que ante un escenario de normalización de curva y de baja del riesgo país son los que más potencial de suba tienen.

Una oportunidad que excede el ciclo

Argentina tiene hoy el potencial de liberarse del eterno dilema de los dólares. Si se consolida la expansión de energía y minería, sumado a un agro liberado de retenciones, podríamos ver una economía menos dependiente del gasto público y más anclada en sectores naturalmente eficientes. Este cambio estructural redefine también la estrategia de inversión. Ya no se trata sólo de jugar un ciclo. Se trata de posicionarse para una década distinta!

* Socio en AT Inversiones

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