9 de agosto 2025 - 15:01

Las 3 amenazas silenciosas para las empresas: fakenews, desinformación e infodemia

La desinformación puede causar daño reputacional y la consecuente pérdida de confianza.

Las organizaciones deben contar con sistemas y equipos de monitoreo de medios y redes sociales para detectar cualquier mención, rumor o noticia negativa.

Las organizaciones deben contar con sistemas y equipos de monitoreo de medios y redes sociales para detectar cualquier mención, rumor o noticia negativa.

Día tras día la información fluye a una velocidad sin precedentes. Y como también sabemos, no todo es veraz. La desinformación (información falsa que se difunde intencionalmente para engañar) y las noticias falsas o fake news (información incorrecta que se difunde, a veces, sin intención maliciosa) se convirtieron en una verdadera “infodemia” que afecta tanto a las personas como a la sociedad en su conjunto y a la política.

La infodemia también representa una seria amenaza para las organizaciones de todos los tamaños. Muchas veces un simple rumor o una noticia malintencionada puede hacer tambalear la reputación de una empresa construida durante años. En casos más graves, el impacto puede ser devastador y multifacético, afectando su imagen pública y a los equipos que componen la organización.

La desinformación puede causar daño reputacional y la consecuente pérdida de confianza. Una noticia falsa sobre un producto defectuoso o una mala práctica empresarial puede destruir la confianza de los clientes, proveedores y socios. La crisis también puede generar, por ejemplo, una pérdida financiera para grandes empresas, llevando a la caída del valor de las acciones en Bolsa.

Por otro lado, una organización también podría enfrentar conflictos internos como consecuencia de una fakenews. Debe tenerse en cuenta que los rumores que circulan dentro de la propia empresa suelen generar un ambiente de desconfianza y confusión entre los empleados, afectando la productividad y provocando la fuga de valiosos talentos.

Por todo esto, detectar la desinformación es el primer paso para combatirla. La verificación no es suficiente: se necesita realizar una vigilancia constante y estratégica. Algunas claves para identificar la desinformación pueden ser:

-Evaluar las fuentes: si la fuente no es confiable o la información proviene de un sitio web desconocido, una cuenta de redes sociales anónima o un mensaje de WhatsApp reenviado muchas veces, es probable que sea falsa. Conocer el origen de la noticia y compararla con otros medios de comunicación reconocidos es fundamental.

-Analizar el contenido: las fakenews suelen tener una carga emocional muy fuerte para provocar una reacción asociada al miedo, a la ira o a la indignación y que se comparta rápidamente. Hay que tener en cuenta que la desinformación se nutre de titulares sensacionalistas y discursos de odio.

-Chequear las pruebas o los datos: es importante observar si la noticia cuenta con fuentes verificables o datos concretos. La ausencia de ellos es una clara “red flag”.

-Tener especial cuidado con las imágenes o los videos: con la Inteligencia Artificial (IA) es cada vez más fácil alterar imágenes y videos para generar contextos falsos. Para estos casos, hay tips o herramientas de verificación de imágenes que pueden ser muy útiles.

La pregunta que sigue es qué puede hacer una organización para protegerse. Y en este sentido, es importante aclarar que la desinformación es un desafío, pero no es invencible. La clave está en la preparación y, sobre todo, en la proactividad.

Las organizaciones deben contar con sistemas y equipos de monitoreo de medios y redes sociales para detectar cualquier mención, rumor o noticia negativa sobre la marca en tiempo real. Además, es fundamental que la comunicación sea transparente y que incluya datos, logros y desafíos de manera honesta. Y en casos de desinformación, redactar y difundir un comunicado oficial es un must para calmar la crisis.

La formación de los miembros de una organización no es un dato menor. Es esencial compartir información con los empleados sobre cómo identificar la desinformación y cómo actuar en caso de que surja una noticia falsa. Ellos son los primeros embajadores de la marca y pueden ayudar a detener la propagación de rumores.

A su vez, también puede ser de utilidad contar con influencers y medios de confianza que ayuden a contrarrestar la desinformación.

La infodemia llegó para quedarse y para el mundo corporativo se trata de una batalla continua. Proteger la reputación -el activo más valioso de una organización- requiere de una estrategia de comunicación robusta, vigilancia constante y equipos de trabajo que acompañen el compromiso con la verdad.

Asesora y CEO de Mixel Comunicación y Marketing.

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