9 de diciembre 2025 - 00:00

La etapa de mejoras en el costo de capital para Argentina

La baja del riesgo país abre una etapa en la que Argentina podría reducir de forma sostenida su costo de capital, con impacto directo en inversión, empleo, financiamiento y en la capacidad fiscal del Estado.

Economista, exsecretario de Finanzas de la Nación, director ejecutivo de Quantum Finanzas.

Economista, exsecretario de Finanzas de la Nación, director ejecutivo de Quantum Finanzas.

A partir de las recientes disminuciones en el riesgo país de Argentina, se discute ahora la posibilidad de volver acceder a nuevos financiamientos en los mercados internacionales de deuda. Algunas empresas privadas están emitiendo deuda en términos, como tasa y plazos, que no estaban disponible para el soberano. Los privados, y algunos sub-soberanos, han mantenido una relación más consistente con ese mercado. Ello fue posible por su trayectoria de comportamientos y facilitada por la naturaleza de su negocio en varios casos, entre otros factores.

En la etapa que se inicia, es previsible y deseable que esa evolución sea acompañada por una reducción del costo de capital para toda la economía y que, además, la mejora se difunda de manera más uniforme entre las distintas actividades económicas. De esa forma, los sectores más expuestos a normativas del gobierno nacional tendrían más posibilidades para desarrollarse.

Hay un importante activo intangible cuando se generan condiciones en las que el conjunto del Estado, es decir, todas sus ramas, puedan beneficiarse de políticas que faciliten mejorar el acceso al crédito y sus condiciones.

Efecto riqueza, inversión y sostenibilidad

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Alcanzar un bajo el costo del capital implica persistir en acciones que den fundamento a las causas que contribuyen a ello.

Alcanzar un bajo el costo del capital implica persistir en acciones que den fundamento a las causas que contribuyen a ello.

En momentos de alto riesgo país las empresas que cuentan con ingresos y actividades fuera de Argentina son percibidas más resilientes a los avatares locales. Además, en algunas oportunidades contaban con un régimen que les otorgaban ciertas facilidades. En cambio, cuando baja el riesgo país, se reduce el costo de capital para este conjunto de actividades, pero aún en mayor proporción para los sectores más alcanzados por normativas estatales.

A medida que disminuye el costo de capital, hay repercusiones favorables en la actividad económica en su conjunto con apertura de nuevas oportunidades.

Es así porque se produce un efecto riqueza que genera una mayor capacidad de gasto, presente o futuro, sea en consumo o en inversión como efecto de la valorización de los activos asociados. Dado que el Estado (nosotros) es un importante poseedor de esos bienes, también resulta beneficiario de mayor recaudación resultante del crecimiento económico. Asimismo, le otorga capacidad efectiva para reducir impuestos. Otra interesante derivación viene por sus tenencias en el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (en el Anses) al alivianarse y bajar los desequilibrios dados por el peso de las cargas previsionales derivados de sus responsabilidades en ese ámbito.

No menos importante es la viabilización de proyectos de inversión como consecuencia de una menor tasa de descuento de flujos futuros. Ello constituye la base de un crecimiento sostenible de la economía. Simultáneamente, permite aprovechar mejor las eficiencias e innovaciones de la utilización de otros recursos, en particular el capital humano, lo que habilita mejoras en el empleo agregado y sus remuneraciones. Desde otro punto de vista, la economía, en su conjunto, iría ampliando su base de sustentación.

Nótese que el horizonte temporal de los asuntos planteados trasciende los correspondientes a una administración de gobierno. Como en las decisiones de inversión se descuenta lo esperado en el futuro, para aprovechar los beneficios de la reducción del costo del capital es necesario percibir que el progreso que se obtenga no sea efímero. Un ejemplo en ese sentido, que se vio en el pasado, es llevar la economía a una apreciación cambiaria insostenible.

Alcanzar un bajo el costo del capital implica persistir en acciones que den fundamento a las causas que contribuyen a ello, aun sabiendo que habrá que enfrentar movimientos inesperados.

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