Avanza en la Justicia la causa por la venta "forzada" de Papel Prensa

La causa por la presunta venta "forzada" de las acciones de Papel Prensa a sus actuales accionistas privados (Clarín y La Nación) fue recibida por el juez federal platense Arnaldo Corazza, quien de inmediato delegó la pesquisa en la Unidad Fiscal dedicada a causas por violaciones a los derechos humanos.

Pasadas las 14.00, Lidia Papaleo de Graiver se presentó a declarar ante la Unidad Fiscal de Coordinación y Seguimiento de las Causas por violaciones a los DDHH durante la dictadura, coordinada por el fiscal Marcelo Molina e integrada por los fiscales Hernán Schapiro y Carlos Dulau Dumm.

La denuncia fue remitida por la Cámara Federal porteña luego de que el juez porteño Daniel Rafecas se declara incompetente de investigar el caso dado que Corazza, titular del juzgado federal 3 de La Plata, investiga una causa sobre crímenes de lesa humanidad en el llamado "circuito Camps". 

La Unidad Fiscal deberá dictaminar si la causa por la presunta venta compulsiva también es competencia del magistrado.

El juez civil y comercial 2 Eduardo Malde, quien interviene en el conflicto de Papel Prensa, antes de que la presidente Cristina de Kirchner presentara el informe elaborado por los representantes del Estado en la compañía, motorizó la pesquisa.

Malde había enviado un veedor judicial y extrajo testimonios de los dichos de la viuda de David Graiver, Lidia Papaleo y su ex testaferro Rafael Iannover, así como el ex propietario del diario La Razón, José Pirillo, en una asamblea de accionistas de Papel Prensa el pasado 10 de mayo. Allí, los ex accionistas se refirieron a secuestros ilegales, torturas y amenazas para presionarlos a ceder las acciones en venta a Clarín, La Nación y La Razón.

A 48 horas de la difusión del informe, las repercusiones del caso se multiplicaron. Osvaldo Papaleo, hermano de la viuda de Graiver, afirmó que "la justicia y la clase política" tienen "la oportunidad histórica de echar luz" a partir de la denuncia por la apropiación ilegal de Papel Prensa, y respaldó el envío del proyecto de ley para que se declare de interés público la producción de pasta de celulosa.

Isidoro Graiver, hermano de David, desmintió a la Presidente con una solicitada que habría llegado a la Justicia. En ese texto niega que su familia haya sido presionada por el grupo Clarín para vender acciones tras el golpe de Estado de 1976.

La directora del Estado en la firma, Beatriz Paglieri, declaró que "respeta" la posición de Isidoro, pero calificó de "contundentes" las pruebas recolectadas para elaborar el informe. "Cada uno debe ser respetado en cómo procesa y asimila su historia personal", dijo la ex funcionaria del INDEC.

Para el canciller Héctor Timerman, Isidoro "es una persona que está sufriendo muchas presiones, sufrió mucho en la vida y está atravesando momentos económicos muy difíciles".

"Las tapas de los diarios Clarín y La Nación acusando a los hermanos Graiver de ser las bestias negras de las subversión y dijo que le llama al atención que hoy Isidoro sea el héroe del diario Clarín", recordó.

El funcionario reiteró que "al momento de la muerte de David (Graiver), Isidoro no era accionista y los únicos propietarios de la empresa eran Lidia Palaleo, su hija y los padres de David" por lo que consideró que "el único testimonio válido" es el de Lidia.

Juan Gasparini, autor del libro "David Graiver, el banquero de los montoneros", aseguró hoy que Isidoro, el hermano del ex dueño de Papel Prensa, "no tenía nada que ver" con el grupo propietario de la empresa y subrayó que efectivamente hubo presiones para vender la compañía.

En declaraciones radiales, el escritor explicó que el diario Clarín "hizo circular la versión de que hay dos etapas separadas entre sí, una primera en la que la viuda firma la venta de la empresa en libertad y una segunda etapa con la viuda y la familia en prisión" y afirmó que "la Justicia ya dijo que esa versión no se condice con los hechos".