Cristina en París con vistas al 25 de mayo
-
El PRO presentó un proyecto para declarar "esencial" el transporte público y limitar los paros
-
Crece la tensión: Venezuela tramitará una orden de captura contra Milei, Bullrich y Karina Milei
Como se sabe, Duhalde (alias Damián en la clandestinidad) y Mattarollo (alias Raúl Navas) disponen de buen material de aquellos tiempos: uno fue activista como sus hermanos Carlos (Federico) y Marcelo (Víctor), estuvo exilado, aunque luego ignoró parte de esa militancia (también dirigió una revista de ese nombre) cuando Carlos Menem lo hizo juez de la Nación, entre otros conchabos; el otro, como es público, fue abogado del PRT-ERP, también entre otras actividades. Ambos representan a la Argentina, hablarán en la embajada, a pesar de que no figuran en la delegación oficial, por lo menos en los « borradores» que son presididos por el canciller Jorge Taiana y Miguel Núñez, quien dicen se ocupa de la prensa del Gobierno. Compartir para Taiana el viaje con Cristina es importante: puede ser el número dos de Daniel Scioli, estimulado por sectores de izquierda, ya que Graciela Ocaña ingresó en el ocaso y con Carlos Kunkel habría problemas con la edad: demasiada tarea para alguien que no siempre fue apegado al trabajo. Para Taiana cualquier confirmación es importante: él no seguirá como ministro de Relaciones Exteriores con el nuevo gobierno.
Tal vez, desde cierta óptica, pueda ser contradictoria la búsqueda de una mayor «calidad institucional» -eslogan que seguramente utilizará la señora del Presidente en su campaña- en compañía de dos exponentes más cercanos a la revolución que al sistema democrático.
Pero todo se habrá de disipar con otras reuniones de la primera dama: se entrevistará mañana con Segolene Royal, la colega de izquierda que hoy pierde en las encuestas, y falta confirmar un diálogo con Nicolás Sarkozy, hombre de centro por lo menos, hoy futuro jefe de Estado a pesar de los conflictos sentimentales con su casquivana esposa. Un poco de fútbol luego en el Saint Denis, despedida en la embajada más tarde con la presentación del libro de Laura Alcoba, «Manejes», naturalmente vinculado a la vida en la clandestinidad. Quedó, en el medio, la firma de la «Convención Internacional sobre la desaparición forzada de personas», tema caro a Taiana, quien fue uno de sus inspiradores. Es, quizás, lo más coherente con un hombre del gobierno. Sin precisar aún, al parecer si el tiempo y las posibilidades existen, la señora podría encontrarse con senadores interesados en la evolución de América latina (nombre que siguen usando los franceses, claro), otro con el alcalde de París, Bertrand Delante, cumbre con «intelectuales» franceses, reportaje con «Le Figaro», tal vez almuerzo con empresarios ofrecido por Robert Peugeot y, por último, pero no menos importante, quizás un furtivo y casual diálogo con «Elle» o «Paris Match» mientras la señora visita impresionistas en el museo de Orsay o l'Orangerie, o contempla arte nativo en Quai Branly con piezas de la dominación africana que no son reivindicadas ya por los militantes de ese continente. Las periodistas de esos medios quizás le pregunten por su devoción a la cartera Jane Birkin de Hermes (la Birkin-bag), difícil de conseguir en la Argentina, pero que la aspirante a la Presidencia nonata aún exhibe en ocasiones en homenaje a esa estrella de los 60, compañera de comprensibles hombres de derecha -para la izquierda argentina- como Alain Delon y Lino Ventura, que luego viró hacia la izquierda por su casamiento con el notable cantaautor Serge Gainsbourg.
Dejá tu comentario