18 de julio 2006 - 00:00

Cumbre de izquierdistas en Córdoba espera desde mañana a Fidel Castro

A partir de mañana, la provincia de Córdoba será la sede de un encuentro internacional en el que las corrientes populistas de Sudamérica darán rienda suelta a su retórica y fantasía. La excusa es una cumbre conjunta entre el Mercosur, la Comunidad Andina de Naciones y la ALADI. Pero eso es sólo técnico, igual que las reuniones de diplomáticos (aun cuando de ellas surgirá, por ejemplo, un nuevo Código Aduanero para el Mercosur). La atracción estará en otro lado. Hugo Chávez y Evo Morales ya organizaron un acto en el estadio Chateau Carreras, pero ayer parecía agregarse su máximo padrino, Fidel Castro. Al menos es lo que se especulaba en la Cancillería, pero sin confirmación oficial. ¿ Festeja Kirchner o teme efectos negativos sobre los votantes moderados, como viene ocurriendo con Chávez en toda la región? Un enigma de Olivos. El dictador cubano llegaría al país para firmar un acuerdo de libre comercio con los países del bloque. Igual que el ministro de Comercio de Pakistán. Castro no hablará, seguramente, de la médica a la que tiene prohibido salir de la isla a conocer a sus nietos en Buenos Aires. Aun así, lo agasajarán las Madres de Plaza de Mayo y todas las vertientes de la izquierda paraestatal, reunidas en Córdoba para hacer oír sus consignas. Igual que los asambleístas de Gualeguaychú, que aprovecharán la visita de Tabaré Vázquez. En voz más baja, acaso conversen también Kirchner con Michelle Bachelet, ésta con Evo Morales y el boliviano con Lula. Todos tienen el gas de por medio como cuestión para resolver.

Néstor Kirchner, Hugo Chávez, Evo Morales, Michelle Bachelet, Nicanor Duarte Frutos, Tabaré Vázquez, Luis DElía, Hebe Bonafini, Fidel Castro y Lula da Silva.
Néstor Kirchner, Hugo Chávez, Evo Morales, Michelle Bachelet, Nicanor Duarte Frutos, Tabaré Vázquez, Luis D'Elía, Hebe Bonafini, Fidel Castro y Lula da Silva.
La ambivalencia parece ser el gran negocio de Néstor Kirchner. Por lo menos hasta ahora. Y en Córdoba, durante la cumbre presidencial de esta semana, podrá seguir cultivando el doble sentido. Es cierto, hay quienes colaboran con él. Por ejemplo, Alvaro Uribe, el presidente de Colombia, o Vicente Fox, el de México. Son las dos figuras de centro más destacadas, acaso por ser casi las únicas, de América latina. Y no estarán en la reunión que comenzará mañana y se prolongará jueves y viernes con la presencia de numerosos presidentes de la región. Si a Kirchner le reprochan haber sesgado el encuentro exageradamente hacia la izquierda populista, podrá decir que esas dos moscas blancas (u ovejas negras, según como se mire) estaban invitadas pero no pudieron viajar. Uno adujo la celebración del día de Colombia. El otro, la difícil sucesión que debe pilotear en México. «Les dije que vinieran y no pudieron», podrá aducir el santacruceño, experto en coartadas.

La ausencia de Fox y Uribe, por oposición, convertirá al encuentro de esta semana en una especie de «happening» populista, con lo que aquellas performances tenían de rienda suelta, imaginación y fantasía. Setentas, puros. A la provincia mediterránea llegarán Hugo Chávez (Venezuela), Evo Morales (Bolivia), Tabaré Vázquez (Uruguay), Lula da Silva ( Brasil), Michelle Bachelet (Chile) y Nicanor Duarte (Paraguay).

  • Anuncio cubano

  • Si le faltaba algo de color al encuentro, ayer Fidel Castro anunció su llegada. Justificó de ese modo la numerosa presencia de efectivos de seguridad y ceremonial que recorren Buenos Aires y Córdoba en nombre del cubano desde el último fin de semana. Como el Mercosur firmará un convenio con Pakistán, viajará también el ministro de Comercio de ese país, Hamayun Akhtar Kahn. Llega en días importantes para su nación, acusada por su eterna enemiga, la India, de favorecer a los terroristas que atacaron un tren en Bombay la semana pasada. Con este ministro se suscribirá un acuerdo comercial.

    Sólo quienes se fascinan con los tecnicismos de la política exterior prestarán atención al desarrollo de las sesiones diplomáticas. Por más que estén previstas algunas decisiones importantes: desde la firma de un Código Aduanero para todo el tráfico del Mercosur hasta un acuerdo comercial de ese bloque con Cuba que será, acaso, el más importante que firmó ese país desde que los Estados Unidos le impusieron un bloqueo (atención fumadores de habanos y bebedores de ron, todo será más barato, o más legal, a partir de ahora).

    Lo más colorido del encuentro, la fiesta de los sentidos, se desarrollará en la periferia del encuentro, que promete dejar a la Cumbre de las Américas de Mar del Plata (noviembre de 2005) a la altura de una asamblea ordinaria del Colegio de Escribanos. Mientras cancilleres, ministros y presidentes de bancos centrales estén lucubrando en almuerzos y tés del Museo de Arte Contemporáneo o la Cúpula Azul del Predio Ferial cordobés, la organización Evita Vive, el Movimiento Sí de los Pueblos o los Movimientos Sociales de Bolivia invadirán aulas universitarias o el Cabildo de «La Docta» para divulgar sus consignas antiimperialistas.

  • Controlados

    A pesar de ser el dueño de casa y el presidente pro tempore del Mercosur, Kirchner tendrá menos comodidades que en Venezuela para entrevistarse a solas con el uruguayo Vázquez y retomar la conversación que llevaron a cabo en el Hilton de Caracas, hace apenas dos semanas. Los estarán controlando: ayer salían ya los camiones y colectivos desde Gualeguaychú para realizar una asamblea en Córdoba el jueves y viernes. Igual el encuentro entre los presidentes será puesto bajo la lupa por todo el mundo, aunque no haya intimidad: será la primera vez que se vean desde el fallo de la Corte Internacional de La Haya en favor de Uruguay.

    ¿Cuál será la cumbre de la cumbre? Si manda el protocolo, debería ser el discurso de Kirchner, un balance de su gestión como jefe del Mercosur durante seis meses. Pero la liturgia no es lo que cuenta en este club (tanto que Evo Morales despidió al jefe de Ceremonial de la presidencia de Bolivia porque lo encontró usando corbata). Por eso el clímax llegará en el estadio Chateau Carreras, cuando Chávez, Evo y, ahora se sabe, quizás Fidel, realicen un acto dedicado a las Madres de Plaza de Mayo, Barrios de Pie, Movimiento de Tierra y Vivienda, etc. ¿Irá Kirchner?

  • Gas

    Habrá otras incógnitas a develar, entre bambalinas. Lula intentará pasar inadvertido: cualquier movimiento en el amperímetro electoral de Brasil podría beneficiar al centrista Geraldo Alckmin, discípulo de Fernando Henrique Cardoso, que le viene pisando los talones. Pero quienes quieran información deberían atender a cualquier encuentro entre el brasileño y Evo Morales: el acuerdo gasífero de Bolivia y Petrobras es la gran incógnita regional para los que saben.

    ¿Cómo no prestar atención al encuentro entre Kirchner y Bachelet? La presidenta de Chile llega en mal momento, cuando su canciller, el democristiano Alejandro Foxley, casi llama «en consulta» al embajador Luis Maira para que explique la política energética de Kirchner respecto de su país. Aunque no es la Argentina la razón del mal trance de la presidenta socialista: la derecha local la tiene contra las cuerdas en medio de una crisis que la hizo cambiar de gabinete muy temprano. Después de todo, no será de alto perfil la presencia de la chilena. A la luz del resto de la concurrencia corre el riesgo de que la confundan con Margaret Thatcher.
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