De la Rúa habría firmado decretos secretos de guerra
-
Los "87 héroes" que blindaron el decreto de jubilaciones pagaron por el asado en la Quinta de Olivos
-
Coparticipación: Jorge Macri participará en Tribunales de una audiencia con el Gobierno
Ese dinero tiene como destino alimentar el principal aporte de la Argentina a esta guerra, que es el espionaje.
Colaboración
Esa es la razón por la cual las mesas de reunión de información semanales entre los servicios son más bien acontecimientos sociales y la información más valiosas suele estar más a disposición de los espías extranjeros en Buenos Aires que saben cómo lograrla de sus colegas locales de cada organismo.
Esa es la razón por la cual uno de los decretos secretos que se dice ha firmado el Presidente es el que establece una pirámide de tráfico de la información del espionaje que reinventa una vez más la Central Nacional de Inteligencia.
Esta oficina, tan decorativa como otros organismos de espionaje, la ocupa con el actual gobierno el abogado Hernán Lapieza Spota y es desde el 11 de setiembre la responsable de recibir toda la información que aportan los servicios individualmente.
De estos servicios hoy el gobierno pondera ante todo a los que pertenecen a la Policía Federal, grandes recolectores de inteligencia criminal que está siendo zarandeada para detectar movimientos migratorios de sospechosos de actuar en la planificación o financiamiento de posibles acciones de guerra contra la alianza que encabeza los EE.UU.
Lapieza depende del jefe de la SIDE Carlos Becerra, el funcionario a quien le ha encargado De la Rúa un informe diario sobre los hallazgos que la Argentina va a compartir con los Estados Unidos. El Presidente no sólo quiere estar informado: desde que estalló el conflicto ha sido en forma personal -pese a que se negará- el enlace directo con Washington; ha recibido mensajes y ha respondido inquietudes del gobierno de George Bush Jr. más allá de las gestiones que hace Adalberto Rodríguez Giavarini como canciller o Jaunarena como interlocutor habitual de los agregados militares de los países que tendrán participación principal en las misiones de escarmiento de los EE.UU.
Eso le ha permitido a De la Rúa formarse un cuadro que le ha permitido saber que no habrá actos de guerra antes de 20 días, que en esas acciones sólo intervendrán fuerzas de los EE.UU. y Gran Bretaña, con el auxilio aéreo de Australia y Canadá.
Búsqueda
Esas acciones, según la información con que cuenta hoy el Presidente, tampoco serán de ocupación territorial; buscarán imágenes y titulares espectaculares que le permitan al público alguna forma de catarsis. «Una guerra para la CNN», según un mando militar que asesora a De la Rúa.
En lo político la crisis ha habilitado no sólo la euforia de ese nuevo espécimen de exportación que será ahora el vigilante criollo. También ha movilizado a las Fuerzas Armadas en su proyecto de una reforma profunda del organigrama institucional.
Dejá tu comentario