9 de octubre 2001 - 00:00

Impuso Bush máximo nivel de vigilancia

Un experto en explosivos de la policía de Nueva York revisa un paquete sospechoso.
Un experto en explosivos de la policía de Nueva York revisa un paquete sospechoso.
Nueva York (Reuters, AFP, EFE, ANSA) - El gobierno de Estados Unidos reforzó ayer al máximo la seguridad en oficinas y aeropuertos en previsión a posibles represalias por el ataque a Afganistán que ya cumplió su segundo día.

El despliegue policial fue especialmente amplio en Nueva York, donde se celebró el desfile en honor de la comunidad ítalo-americana por el Columbus Day. Pero el alerta se amplió también a los ciudadanos estadounidenses que residen fuera del país.

Miles de policías y efectivos de la Guardia Nacional patrullaron ayer Nueva York, después de que las autoridades ordenaran reforzar la red de seguridad impuesta en la ciudad. Al dar inicio a un desfile por la Quinta Avenida que recuerda el Descubrimiento de América, el alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, dijo: «No permitiremos que los terroristas nos estorben, no dejaremos que el miedo que la gente podría sentir nos estorbe. Seguiremos adelante y celebraremos un muy importante día festivo estadounidense». Mientras, era notable el incremento en la seguridad de lugares como el puente de Brooklyn y el edificio Empire State, así como las reparticiones públicas.

El Departamento de Policía de Nueva York se encuentra en condición Omega, el nivel más alto de alerta desde el 11 de setiembre pasado, por miedo a represalias terroristas después de los ataques de Washington y Londres en Afganistán.

George Pataki
, el gobernador del Estado, ordenó el despliegue de centenares de soldados de la Guardia Nacional en los tres aeropuertos de la ciudad, estaciones de trenes y autobuses, y se instalaron barreras antiterroristas. La Policía neoyorquina intensificó también los registros a automóviles que cruzan los túneles y puentes que conectan la isla de Manhattan, mientras se mantiene la prohibición del paso de vehículos con menos de dos personas al sur de la calle 63.

• Prohibición

En el resto de Estados Unidos la vigilancia fue similar. La Guardia Costera, con más de 140.000 kilómetros de costa por vigilar, lleva a cabo desde ayer la operación de seguridad de puertos más grande desde el final de la Segunda Guerra Mundial y prohibió la entrada de cruceros y otros buques no esenciales a los muelles de Nueva York.

Los Angeles no quedó fuera del nuevo esquema de seguridad. El Centro de Operaciones de Emergencia de la ciudad fue activado poco después del inicio de los bombardeos estadounidense-británicos contra objetivos en Afganistán. Además de los puertos, otro objetivo potencial especialmente vigilado por las autoridades locales y federales fue la planta de energía nuclear de San Onofre, en el condado de San Diego.

Los ciudadanos que están fuera del territorio de EE.UU. también fueron alertados. En un aviso público el gobierno advirtió que las acciones militares iniciadas el domingo contra blancos en Afganistán podrían acarrear represalias contra ciudadanos e intereses estadounidenses en todo el planeta
. «Estas acciones pueden resultar en fuertes sentimientos antiamericanos y acciones de represalia contra los ciudadanos estadounidenses y sus intereses a través del mundo de parte de terroristas y de las personas que simpatizan o los que apoyan al terrorismo de alguna manera», dice la nota aclarando la advertencia.

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