La inflación que calculan los sindicatos para preparar sus negociaciones salariales más que duplica la pauta ideada por el ministro de Economía, Sergio Massa. La Asociación Bancaria, uno de los gremios que en general primerean en cada ronda de paritarias y que tiene a Cristina de Kirchner como su mayor promotora, fijó en un rango de 126 a 130% la previsión de suba de precios para 2023. El gremio que encabeza Sergio Palazzo acaba de firmar la primera revisión de su acuerdo anual y marcó un incremento de 66% para los primeros siete meses.
Paritarias: la Asociación Bancaria espera 130% de inflación para este año
El gremio que lidera Palazzo cerró hace dos semanas un ajuste de 66% por siete meses y exenciones en el pago de Ganancias.
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El cálculo, que en líneas generales comparten otros sindicatos, llega en un momento de pausa en la dinámica de las paritarias. Con el grueso de organizaciones con un primer tramo de subas resuelto y un mecanismo generalizado de acuerdos cortos, por trimestre o seis meses, la dirigencia gremial espera el resultado de las gestiones de Massa ante el Fondo Monetario Internacional y sus efectos sobre los precios antes de encara las siguientes etapas.
Una previsión de 130% de inflación para el año debería encender alarmas en un equipo económico que, a diferencia de lo declamado por el kirchnerismo, sigue con preocupación la nominalidad de las paritarias por entender que puede terminar por alimentar la rueda de los precios y las expectativas de los grandes formadores. De ahí que el Ministerio de Trabajo propiciara desde principios de año entendimientos por pocos meses de modo tal de evitar la difusión de números que barrieran por completo la pauta de 60% plasmada por Economía en el Presupuesto.
Hace apenas dos semanas La Bancaria cerró su segundo acuerdo del año. El primero, de marzo pasado, había estipulado una suba de 32,5% escalonada en cuatro tramos. En mayo revisó aquel entendimiento hacia arriba y lo llevó a 66% en otras cuatro etapas que llevarán, hacia julio, el salario básico en la actividad a casi 400 mil pesos. También incorporó exenciones al pago del impuesto a las Ganancias y un bono anual de 343 mil pesos que se pagará en noviembre.
A pesar de ser "temporada baja" de paritarias varias negociaciones hay varias negociaciones en curso que prometen guiar a las que retomarán su actividad en las próximas semanas. Por caso, ayer hubo una nueva audiencia sin acuerdo en la discusión entre la Unión Tranvarios Automotor y las empresas de colectivos. El tironeo sigue bajo el paraguas de una conciliación obligatoria que detuvo días atrás un paro nacional pero que vencerá la semana próxima. Como sucede desde hace años, más que una discusión entre un gremio y cámaras empresarias en el caso del transporte automotor de pasajeros se trata de un tironeo de ambas partes con el Gobierno por el otorgamiento de más subsidios, el único mecanismo que mantiene la actividad en marcha y los sueldos con alguna actualización.
La Unión Obrera Metalúrgica, por su parte, intenta desde hace varias semanas trasladar a la rama siderúrgica (las fábricas de acero) el entendimiento que alcanzó para el trimestre abril-junio con el resto de la actividad por un 18,8 por ciento de suba. En la actual conversación es protagonista central el grupo Techint, que siempre capitanea las paritarias por el lado patronal y cada año hace valer esa condición con una dureza por encima del promedio de los empleadores.
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