16 de agosto 2006 - 00:00

Reelección de Solá ahora también suma a los ex duhaldistas

Felipe Solá entregó el trofeo al equipo ganador de la Copa Mundial Intercarcelaria tras lafinal jugada en el Estadio Ciudad de La Plata.
Felipe Solá entregó el trofeo al equipo ganador de la Copa Mundial Intercarcelaria tras la final jugada en el Estadio Ciudad de La Plata.
Sin que la Casa Rosada digiera todavía más que la jugada, el modo en que Felipe Solá se aventuró, por las suyas, a jugar la opción de una re-reelección para 2007, el kirchnerismo de Buenos Aires entró, antes de lo deseado por Kirchner, en una etapa de reacomodamientos.

En apenas dos meses, Solá instaló como posible lo que hasta dos semanas atrás olía demencial: que previo guiño presidencial, quizás imprescindible para obtener el aval judicial a su interpretación de la Constitución, podría florecer de un tercer mandato consecutivo.

El silencio público y privado de Kirchner, hasta ahora, favoreció al gobernador. Y las voces que salieron a refutar la chance de un Solá 2007 se fueron, de a poco, acallando. Con alguna excepción, como la de José María Díaz Bancalari, jefe del PJ bonaerense.

Convaleciente tras una operación de cadera, el diputado reapareció para decir que tiene «la certeza de que no hay ninguna posibilidad de reelección» de Solá. «Ningún jurista serio» puede decir «que la Constitución permite la recontrarreelección».

  • Argumento legal

    Mordaz, Bancalari gambeteó cuestionar al gobernador y prefirió el argumento legal. «La provincia tiene algunas dificultades, pero no porque esté mal gobernada. Yo a Felipe no le niego condiciones, lo que sí hay es un pequeño obstáculo, la Constitución», dijo.

    Solá y su ministro de Justicia, Eduardo Di Rocco, histórico de Bancalari en San Nicolás, respondieron al ex duhaldista. El gobernador dijo: «Como todos saben (Bancalari) es un jurista reconocido, por lo tanto respeto su opinión». Luego tildó de «desubicado» el planteo del diputado.

    Con vía libre, Di Rocco potenció la embestida: «Díaz Bancalari no cree que haya juristas serios, no cree que haya perdido por más de 50% de los votos en su distrito, no cree que el gobierno de Solá sea bueno, en fin, no cree en nada que no sea su oportunismo político».

    El toreo dinamitó el intento de producir un acercamiento entre el PJ oficial que capitanea Bancalari y el felipokirchnerismo que responde al gobernador. Hubo, antes, cercanías entre el peronismo y kirchneristas no felipistas, pero ese empalme no terminó de prender.

  • Aliados y socios

    Sin embargo, Solá empezó a colectar aliados y socios de una cantera inimaginable: el ex duhaldismo, sector que está sin brújula tras la elección de octubre, que en parte se alineó con Kirchner mientras otro fragmento empuja la candidatura de Roberto Lavagna.

    Además de la urgencia por encontrar un destino posible, el acercamiento entre Solá y dos referentes del peronismo del conurbano, antiguos escuderos de Eduardo Duhalde, que ahora se muestran -uno más firme que otro- detrás de la aventura reeleccionista de Solá.

  • Quizás en honor a una amistad de otra década, cuando ambos compartieron el NEP, núcleo que engendró al «duhaldismo crítico», un aliado que sumó Solá es Baldomero «Cacho» Alvarez, intendente de Avellaneda, secretario general del Consejo del PJ, y ex jefe de campaña de Chiche senadora. Alvarez fue uno de los primeros en pintar paredes en el conurbano con la leyenda Solá 2007. Lo hizo, claro, luego de una larga charla de reconciliación en el piso 19 del Banco Provincia. Se anticipó, incluso, a los propios felipistas. Alvarez aspira a su reelección en Avellaneda y para eso promete un «pack» electoral que incluye a Kirchner como presidente, Solá como gobernador y Alvarez como intendente. Como este diario contó la semana pasada, Avellaneda figura en la hoja de ruta de un sector del kirchnerismo no PJ que programa una avanzada simultáneaen cuatro municipios del conurbano sur: además del mencionado, incluyen Lomas de Zamora, Lanús y Almirante Brown. Pero Avellaneda supone un dilema para el gobernador: a pesar del apoyo de Alvarez, dos actores -Oscar Laborde y Rubén «Cholo» García- sintonizan con Kirchner y Solá mientras quieren desplazar al jefe comunal.

  • Otro que se mostrará junto al gobernador, como indicio de que al menos rige una tregua a las hostilidades de los últimos años, es Antonio Arcuri, senador provincial, amigo personal de Duhalde, que controla a través de su esposa, Brígida Malacrida de Arcuri, el distrito de San Vicente. Excusa de presencia institucional, Solá estará el viernes en ese municipio junto a los Arcuri. El senador tiene sus propias urgencias: en 2007 se termina su mandato y más que volver al Senado, confesó a sus íntimos que competirá para ser intendente de San Vicente.
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