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Conferencia de prensa de Cavallo: más para calmar ciudadanos que a los mercados
Este grupo de gobernadores justicialistas se había reunido la semana pasada y fue crítico con Cavallo e inclusive llegaron a dudar de sus condiciones mentales.
Dijo que el déficit de las provincias será este año de 2.700 millones contra 3.400 millones del año pasado. También dijo que una de las preguntas más continuas que recibió en su gira por Inglaterra fue sobre la "voracidad fiscal de las provincias y municipios". Sobre esto señaló que enfrenta al problema por dos caminos: 1°) hablar con los gobernadores para eliminar burocracia e impuestos provinciales distorsivos. 2°) dijo que saldrán leyes más adelante.
En varios momentos de la hora de diálogo de Cavallo, que se mostró siempre calmo y sonriente, entró el tema del Banco Central y del enfrentamiento que se descuenta con su actual presidente Pedro Pou. Primero Cavallo expresó algo que sorprendió: dijo que la reforma de la carta orgánica del Banco Central resistida por Pou y duramente criticada por legisladores justicialistas- fue a solicitud del mismo presidente del BCRA para tener más amplitud de movimientos en sus tareas.
Invocó un diálogo con el presidente del Banco de Inglaterra, Eddie George, sobre el éxito en esa entidad de la creación de una agencia de servicios financieros para superintendencia de bancos, de seguros, cajas de valores, etc. Agregó que Daniel Marx en la Argentina querría una coordinación de las superintendencias, algo que todavía no está definido. En este sentido circula la versión de que para algún fin de mejoramiento técnico del desempeño se habría logrado el asentimiento del Banco Central a modificar por decreto su carta orgánica pero que no sería del agrado de Pedro Pou la derivación de la reforma hacia reducción de encajes bancarios o alterar el contenido de los resguardos que deben hacer, por ejemplo, incluyendo títulos públicos.
Un periodista le preguntó a Cavallo si en la reunión que había tenido con banqueros argentinos, a pedido de estos, el ministro les había dicho que "no creo en Pedro Pou y que tengo alguien mejor para reemplazarlo". Sin enojarse Cavallo respondió: "No dije eso. Quien lo informó se equivocó". Así quedó flotando la duda sobre uno de los temas más cruciales que afecta a los mercados y que provocó la debacle de jueves y viernes como es el enfrentamiento entre Cavallo y Pou en cuanto a que este último teme por las reservas del Banco Central como respaldo de la convertibilidad y sobre todo la inseguridad que pueda traer en realidad ya trajo- a los mercados que se altere la composición de las reservas de los bancos para sus encajes. Es un tema tan importante que Cavallo ya descontó que de esos encajes, los bancos le aportarían 2.000 millones de dólares para su propósito de reunir 4.660 millones y evitarse la licitación de letras del martes donde una alta tasa de interés que le ofrecieran heriría el orgullo del ministro si tuviera que aceptarla.
Tan decisivo es este último tema que Cavallo le dio la palabra al jefe de Gabinete, Chrystian Colombo que, sin duda, ha tomado la misión de evitar más violencias verbales en el Gobierno que afectan aún más a los mercados. Pero Colombo, aunque habló con gran mesura no aportó mucho al decir que "respetamos la autarquía del Banco Central" cuando por decreto y sin el Parlamento están intentando modificarle la carta orgánica. Sólo dijo que el Banco Central "puede analizar la medida" aunque por el decreto del poder ejecutivo ya está dispuesta. Sobre la situación del mismo Pou, Colombo señaló que "esperamos el informe de la comisión bicameral del Congreso y resolveremos". No ayuda esto a calmar los mercados que tienen máxima confianza en Pou cuando se sabe que la comisión parlamentaria inició su investigación sobre el titular del BCRA en base sólo a hechos políticos.
Lo demás de Cavallo fue voluntarismo, como decir que "En el exterior hay voluntad de invertir en el país. No tenemos necesidad especial de fondos externos. No pedimos plata a bancos europeo ni a ningún mercado porque son tasas altas. Querríamos que los bancos europeos habiliten a sus bancos aquí para que le presten a los argentinos a los mismos intereses que le prestan a las familias europeas", aunque reconoció que para ello debemos tener confianza.
Sobre la convertibilidad dijo que el tema que él mencionó en cuanto a variar el respaldo a la paridad no cree "que haya influido en los mercados". Lo dijo sin mucha convicción y en realidad algunos periodistas se convencieron de que el ministro de economía está arrepentido de haber introducido este tema cuando ya el manejo de reservas y encajes en el BCRA era suficientemente complicado para los propios economistas.
Dijo Cavallo también que en un matutino de Buenos Aires reproduciría el domingo su pensamiento sobre la convertibilidad, que muchos, dijo, "no la entienden".
"Estamos cerrando la brecha fiscal", dijo el ministro aunque su explicación, junto a la de Baldrich fue muy endeble.
"No podemos hacer anuncios sobre el plan de incentivos sectoriales porque es difícil y depende del diálogo de empresarios y sindicalistas". Luego reiteró la repetida tesis de sus libros que para muchos es interpretada como que Cavallo no hace lo suficiente para bajar el gasto público. Dijo que el déficit del Estado se reducirá en la medida en que la economía crezca cuando vengan más inversiones. Sus críticos le han dicho que las inversiones no concurren a un país mientras no haya claras muestras desde sus gobiernos de que ya está reduciéndose dicho gasto público.
Sobre la frase de Menem de que "los argentinos compren dólares", del viernes, no destacó el ministro gran culpabilidad como pretendieron darle funcionarios del gobierno. Pero era evidente de que Chrystian Colombo, por indicación del presidente De la Rúa y para no agravar los mercados, había acordado con Cavallo que éste no fuera violento ni hiciera ataques políticos, por caso a Pou o a Menem. Por eso Cavallo se limitó a decir que era una frase de mal gusto la del ex presidente que no merecía sus comentarios. Pero agregó que desde que él se alejó como ministro de Menem, en 1996, el ex presidente "se ha rodeado de fundamentalistas" como Jorge Castro y su ex sucesor en el ministerio de Economía, Roque Fernández.
Admitió Cavallo que "algo de campaña hay pero no sabemos si intencionales en relación a la caída de los mercados". Fue aquí mucho más suave que Caro Figueroa quien había denunciado un "complot político-económico" y que se darían nombres de los presuntos culpables. Cavallo, con Colombo a su lado observando, no corroboró esa dureza de su segundo.
Las primeras impresiones al finalizar la conferencia de prensa de Cavallo es que la jornada financiera del lunes para la Argentina no será tan oscura como la del jueves y viernes pasado en la medida de: 1°) que se hagan anuncios más concretos este domingo sobre cómo se afrontarán los próximos vencimientos de la deuda. 2°) si está de acuerdo o no el hombre que más garantías asegura, Pedro Pou; 3) si aparece algún imprevisto anuncio de un adelanto de aportes del Banco Mundial o del FMI; 4°) si se aclara los límites que tendrán el uso de reservas del BCRA y de dólares de los encajes bancarios dada la disputa entre el Central y el ministerio de Economía.
Conferencias de prensa como las de ayer, sin entrar a fondo en los temas, pueden calmar a alguna gente pero no a los agudos operadores de mercados e inversores.


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