Si bien en el último tiempo se observó cierta mejora, por lo visto en octubre pasado en medio de la primera vuelta electoral, los consumidores de servicios internacionales volvieron a las andadas y eso llevó a que el Sector Servicios registrara un déficit de 753 millones de dólares. Se trata del nivel más alto desde marzo pasado y en lo que va del año acumula un desequilibrio de casi 5.500 millones de dólares. Son las divisas que entran por una puerta y en muchos casos salen por la ventana.
Reservas: el déficit de servicios aumentó a u$s753 millones en octubre
Cuando parecía que la “ventana” de este tipo de importaciones se había entornado, en medio de la primera vuelta hubo un fuerte crecimiento.
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Reservas: las importaciones de energía cayeron u$s 4600 millones en 2023
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Reservas: el atesoramiento fue de u$s84 millones en septiembre

Para tener una dimensión, soslayando el año pasado cuando en el mismo período el déficit de Servicios escaló a casi 9.000 millones de dólares debido a maniobras y excesos registrados sobre todo en el área de logística (transporte y seguros), en 2021 el déficit fue de cerca de los 3.000 millones de dólares cuando en el mismo período del pandémico 2020 fue de 1.200 millones de dólares.
Los datos surgen del último Balance Cambiario del Banco Central (BCRA) y muestran que en octubre, luego de seis meses de caída, el rojo de servicios volvió a crecer con fuerza aunque fue un 6% inferior al de un año atrás. Para el BCRA esta mejora se explicó principalmente por la caída en los egresos brutos por “Fletes y Seguros”, la cual fue de 449 millones de dólares, lo que significó una caída interanual del 87%.
Por su parte, los ingresos brutos por viajes y pasajes totalizaron 137 millones de dólares, aumentando un 177% respecto del mismo mes del año anterior. “Dicho incremento se produjo en el marco de lo establecido por la Comunicación “A” 7630 del 3 de noviembre de 2022, donde, con el fin de impulsar los ingresos de divisas del turismo receptivo, se resolvió excluir del requisito de liquidación en el mercado de cambios a los ingresos de fondos con tarjetas de no residentes, cobros por servicios turísticos contratados por no residentes y por cobros de servicios de transporte de pasajeros no residentes”, explica el BCRA presidido por Miguel Pesce.
Vale recordar que esta normativa les permite a los receptores aplicar un tipo de cambio más elevado a los consumos con tarjeta en el país de turistas no residentes. De este modo, el resultado del mes se explicó por los egresos netos en concepto de “Viajes, pasajes y otros pagos con tarjeta” por 870 millones de dólares, “Fletes y Seguros” por 52 millones de dólares y “Otros Servicios” 8 millones de dólares. Estas salidas fueron, parcialmente, compensadas por ingresos netos por “Servicios empresariales, profesionales y técnicos” por 177 millones de dólares.
Picardías
Cabe recordar que desde mediados de 2021 empezaron a detectarse ciertas maniobras y picardías que se evidenciaban en el sospechoso aumento del gasto en Fletes y Seguros, que llevó al sector a tener un déficit mensual de más de 1.000 millones de dólares propio de los tiempos del dólar barato y el boom del turismo al exterior como en 2017/18.
Fue así que se pasó de un gasto en Fletes de 150 millones de dólares mensuales promedio, debido al encarecimiento por la pandemia, a más de 400 millones de dólares mensuales, y hoy es menos de 50 millones mensuales. No se trataba de mayores o menores embarques, porque las importaciones se mantenían elevadas sino que casi todo era efecto precio y travesuras de los importadores.
En forma paulatina, las autoridades fueron aplicando sucesivas depuraciones y mayores controles sobre estas importaciones de servicios, y al respecto vale recordar que en su momento hasta la misión técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI) le llamó la atención al equipo económico por el comportamiento de los gastos en fletes y seguros. Dado que los costos internacionales, que habían trepado producto de la pandemia, empezaron a volver a niveles similares a los previos al covid-19 en todo el mundo, pero los números de la Argentina mostraban otra historia. Además, en ese contexto se implementó a fines de julio pasado el Impuesto País para gran parte de las importaciones de servicios, con una alícuota del 25% (en el caso de los fletes se aplica un 7,5% y servicios de salud y educación se mantienen exentos). Lo que también ayudó a desalentar el consumo y las picardías.
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