14 de agosto 2022 - 00:13

Otitis: 7 de cada 10 niños la sufren durante el invierno

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, en la niñez cerca del 60% de los casos de pérdida de audición se deben a causas que pueden prevenirse.

Otitis. Es aconsejable recurrir a los especialistas para el control de los oídos, y así poder disfrutar de una buena salud auditiva.

Otitis. Es aconsejable recurrir a los especialistas para el control de los oídos, y así poder disfrutar de una buena salud auditiva.

Gentileza: Hospital HN Nens

Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas, las enfermedades relacionadas con el sistema respiratorio y auditivo se vuelven protagonistas. Estas afecciones, propias de los meses de más frío, provocan una mayor producción de mucosidad en nariz y garganta que pueden generar acumulación de moco en los oídos y derivar en: dolor agudo e intenso, picazón e incluso infecciones que pueden incidir en la salud auditiva del paciente.

En el caso de los niños y las personas mayores - cuyo sistema inmunológico es especialmente susceptible a las agresiones externas-, durante esta época se vuelven más vulnerables a sufrir trastornos auditivos. En ambos casos, cuando se confirma una infección, es importante actuar rápido ya que si ésta no se trata y deriva en crónica, puede causar pérdida de audición permanente. Entre las infecciones de oído más frecuente destaca la otitis media aguda.

Esta patología afecta particularmente a los más pequeños, siendo una de los principales motivos de visita al médico durante esta estación y la principal causa de prescripción de antibióticos. Según la Soc. Argentina de Pediatría (SAP), el 51% de los casos a nivel global ocurre en niños menores de 5 años (más de 700 millones/ año)(2). Además, antes de los 3 años, el 70% de los niños presentan al menos un episodio de otitis media aguda y un tercio de ellos presentan 3 o más (3).

Los resfríos suelen ser una de las primeras causas, provocando la acumulación de fluido detrás del tímpano por la inflamación de la mucosa nasal y la trompa de Eustaquio (estructura que conecta la nariz al oído medio). Esto obstruye el drenaje de las mucosidades propiciando la aparición de virus o bacterias que generan la acumulación de pus en el oído medio, dando como resultado la otitis.

Dentro de la sintomatología más frecuente se encuentra el dolor de oído, la sensación de entumecimiento o enrojecimiento, fiebre, llanto e irritación, en algunos casos también puede producirse una leve pérdida de audición. Además, en algunos niños puede estar acompañada de secreciones, problemas para dormir, falta de apetito y decaimiento por lo que es importante estar atentos y recurrir al médico al detectarse alguna de estas señales.

Este tipo de afecciones son muy dolorosa para quien la padece. Luego de haber pasado por una, o por cualquier tipo de infección del oído, es recomendable realizar una revisión auditiva con un profesional idóneo, para descartar que no hayan quedado secuelas en la audición.

La periodicidad de las revisiones médicas depende de cada caso particular y de la edad, pero es aconsejable recurrir a los especialistas para el control de los oídos, y así poder disfrutar de una buena salud auditiva.

Consejos de prevención, el mejor aliado contra la otitis:

A diferencia de las otitis externas propias del verano, las que se producen en el oído medio -durante la época invernal- tienen una rutina preventiva particular:

o Aislarnos del frío. Evitar los cambios bruscos de temperatura y mantener abrigados el pecho, la garganta y los oídos, suele ser las principales recomendaciones. De esta forma, se evita la penetración de microbios y la aparición de los trastornos típicos asociados al clima frío.

En esta misma línea, también es conveniente ventilar los ambientes de la casa, especialmente las habitaciones donde se pasan más horas, como los dormitorios o el comedor.

o Robustecer las defensas con una dieta equilibrada. Fortalecer el sistema inmunológico apostando a una alimentación rica en nutrientes con efectos positivos para la salud auditiva, como la vitamina B-12, presente en alimentos como: la leche, el huevo, el hígado, las carnes rojas, el polen o el aloe vera.

o Higiene de los oídos. Mantener los oídos limpios es clave para evitar infecciones. Sin embargo, está totalmente desestimado el uso de hisopos u otros elementos externos. En cambio, la recomendación es visitar periódicamente al especialista para realizar procedimientos controlados en consultorio, en caso de ser necesario.

Del mismo modo, también es conveniente realizar frecuentes lavados nasales para despejar las vías respiratorias que son las encargadas de calentar y humedecer el aire frío que ingresa a nuestro cuerpo en invierno.

o Revisar la audición. Prevenir antes que curar sería el primer paso. Una correcta revisión auditiva con un profesional (OTL) ayudará a descartar posibles afecciones y seguir el tratamiento indicado en cada caso.

o Secar bien los oídos. Durante la práctica de actividades acuáticas en ambientes climatizados, secarse bien los oídos después del baño y utilizar protectores auditivos mientras estemos en el agua.

Lic. en Fonoaudiología del equipo GAES Amplifón (Matrícula 8343).

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