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Festival de aves, mamíferos y flora
El safari fotográfico es una de las actividades más practicadas por los turistas extranjeros en este lugar, como también la pesca embarcado. Incluso, si uno es un paciente observador puede encontrar coipos (mal llamados nutrias) construyendo plataformas cerca de la orilla. En definitiva, todo un festival de aves, mamíferos y flora.
«MartIn Fierro»
Continuando el recorrido se puede ingresar al Museo Municipal José Hernández, una construcción de ladrillos asentados en barro y revocados a la cal que data de 1885. A pesar de que este paraje ha sido sede de sucesos fundamentales de la historia regional, desde la Reducción de Nuestra Señora del Pilar (asentamiento jesuita de entre 1746 y 1751), que convocó a 1.200 indígenas de los pueblos puelches, moluches y serranos, hasta el asentamiento de estancias de producción ganadera, los historiadores marplatenses se refieren a este establecimiento como «el lugar donde José Hernández, autor del 'Martín Fierro', se interiorizó de los temas gauchescos».
Finalizada la visita, podemos retomar nuevamente la Ruta 226, y a tan sólo 2 kilómetros de la laguna llegamos a Sierra de los Padres, un importante barrio residencial asentado sobre el Sistema de Tandilia (el plegamiento orográfico más antiguo del mundo), a 200 metros sobre el nivel del mar. La irregularidad del terreno y su intensa forestación lo convierten en un inigualable recorrido.
Según excavaciones en la cueva Tixi se estima la presencia del hombre en la zona con una antigüedad que supera los 10.000 años. En el camino que va desde la entrada hasta la cumbre (donde se halla la Gruta de los Pañuelos) encontramos variedad de asadores, con carne de excelente calidad.
Es un placer único sentarse a la sombra de los fresnos, cedros y eucaliptos para disfrutar del mejor asado criollo, al mismo tiempo que se observa desde allí una inigualable vista panorámica de las quintas circundantes, la laguna y la ruta. Aun así, si esto no alcanzara para sentirse satisfecho, luego del almuerzo se puede visitar el Golf Club Sierra de los Padres, de 40 hectáreas y con 18 hoyos, cuyos amplios fairways recorren el country enmarcados por imponentes residencias, finalizando el juego en una mansión de estilo Tudor que se constituye como el club house.
Cuando se acerca el final del paseo se llega a la zona de quintas y chacras, donde existe la posibilidad de comprar hortalizas y productos de la zona como miel, frutillas, mermeladas y artículos regionales.
Si se quiere que la rutina se convierta en un recuerdo pasajero se puede postergar el regreso a la ciudad y pasar la noche en el Apart Hotel Sierra de los Padres, una opción que promete una estadía en un lugar soñado, con actividades al aire libre, meditación, relajación y un sensitivo masaje, al nivel de un servicio cuatro estrellas. La opción es recorrer un lugar diferente para sentirse diferente. en microemprendimientos.
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