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Chrysler Crossfire Roadster; el más seductor
El hecho más llamativo es que todos los componentes esenciales de su estructura son de la primera generación del Mercedes-Benz SLK. Entre ellos, los más destacados son su motor, las suspensiones, la caja de velocidades y el puesto de mando, que incluye el tablero de instrumentos y toda la consola central.
En cambio, en donde sí se hizo un vehículo nuevo es en el trabajo realizado en su diseño exterior, sin duda uno de los puntos más importantes del Crossfire.
Su diseño es único y logra seducir desde cualquier ángulo. Dotado con un motor naftero con seis cilindros y 218 CV, consigue muy buenas prestaciones.
Alcanza una velocidad máxima de 236,2 kilómetros por hora y acelera de 0 a 100 en 7 segundos.
El consumo es algo elevado en ciudad. Necesita 13,8 litros cada 100 kilómetros. En ruta a 120 emplea 12,4 litros cada 100 kilómetros.
Lo mejor del Crossfire es el placer de manejo que ofrece principalmente por las relaciones de caja que responden en forma armónica con la fuerza del motor. No hay muchos autos que puedan acelerar de 80 a 120 kilómetros por hora con la tercer marcha en 5,3 segundos. Su empuje entusiasma en todo momento.
La insonorización es un aspecto mejorable. Se siente mucho el ruido al viento en su interior cuando se conduce en la ruta.
Los frenos permiten dosificar bien la frenada y obtener distancias cortas de frenado.
El equilibrio de las suspensiones es otra de sus virtudes. Es un auto que se puede disfrutar con un andar confortable y cambiar a deportivo cuando se lo requiera.
En cualquier condición de marcha se adapta muy bien a las solicitudes del conductor.
Da gusto manejar este vehículo en todo momento.
La dirección es muy suave y el endurecimiento es adecuado. Sólo a un ritmo muy veloz haría falta que sea un poco más directa, pero en general es buena.
La posición de manejo debe mejorarse porque el asiento no sujeta bien a la altura de los hombros y el apoyacabeza queda algo alejado. Además, el volante no cuenta con regulación en profundidad y el apoyapié está alejado.
En materia de confort, sólo le falta el comando a distancia del equipo de audio, y en seguridad tiene todos los elementos necesarios, además de ser un auto muy estable.
La capacidad del baúl es limitada tanto con el techo abierto como cerrado. Lo máximo es 190 litros. Al ser tan pequeño no han encontrado espacio para ubicar una rueda de auxilio convencional y en su lugar tiene un sellador. Un elemento inapropiado para nuestros caminos.
La garantía de dos años o 50.000 kilómetros es limitada, teniendo en cuenta su valor.
La fortaleza estructural es digna de mención. En cualquier camino se percibe un auto sólido, bien construido.
Por último, el precio es muy elevado, pero no sólo lo es aquí sino en Europa, algo raro teniendo en cuenta que han bajado mucho su costo de producción al tomar la mayor parte de los elementos del primer Mercedes SLK.
El Crossfire se destaca por su diseño único y el placer de manejo. Dos cualidades más cercanas a la pasión.
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