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Pulsean hoy Gobierno y CGT por salario mínimo de $10 mil
• SEGUNDA SESIÓN DEL CONSEJO EN LA ERA MACRI.
• MANIFESTACIÓN PIQUETERA POR HABER SIDO MARGINADOS.
Los funcionarios quieren un monto por debajo para evitar impacto en planes sociales y sueldos docentes. Los gremios buscan convalidar 25%.
En el otro extremo, el portuario Juan Carlos Schmid había reclamado públicamente elevar a 15 mil pesos el mínimo para empardar la canasta de bienes y servicios. Mientras que en discusiones internas otro miembro del triunvirato de la CGT, Carlos Acuña, sugirió reclamar 35 por ciento. Daer, el restante integrante del trío, representa el sector de los "gordos" que privilegia mantener el diálogo con el Gobierno y no ir a un conflicto para encarar otras negociaciones pendientes con mayor incidencia sobre los trabajadores formales y las obras sociales a su cargo.
La segunda reunión del Consejo del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil en la era Macri encuentra a la CGT golpeada en varios frentes. El plan de lucha que encaró este año contra los despidos, los topes sugeridos por el Gobierno en paritarias y la apertura de importaciones, y que incluyó una movilización masiva en marzo y un paro contundente en abril, se desdibujó sin haberle arrancado respuestas concretas a los funcionarios. Pero además, el sábado los triunviros quedaron afuera de sus respectivas alternativas electorales, cuando apenas dos días antes se daba por hecho que serían candidatos. Esa marginación alcanzó también a otros sectores de referencia en la CGT como el de Hugo Moyano, que había pactado con Sergio Massa su integración al frente 1País y que no logró ubicar a ninguno de sus dirigentes en las listas.
El telón de fondo del debate en la sede central de Trabajo, en Alem al 600, será una marcha que sus organizadores prometen multitudinaria a cargo de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), que tenía un ofrecimiento oficial para ocupar una silla en las deliberaciones. Ese lugar, de todos modos, dependía de una invitación por parte de los miembros estables, ya fuesen de la CGT o de la CTA. En la central mayoritaria, donde esa opción tenía el visto bueno del portuario Schmid, la negativa de los otros dos triunviros a compartir un espacio que entienden sólo reservado al sindicalismo formal cerró la puerta principal. En tanto que por la CTA, el docente Hugo Yasky alegó que si había lugar para la CTEP también debía haberlo para otras organizaciones sociales incluidas en su central.
Resultado: la organización que coordina Juan Grabois no participará en el debate pero "estará en la calle", confirmó el dirigente. "Nuestro reclamo es que el piso salarial no puede estar por debajo de la canasta de pobreza ($ 15 mil) y que el salario social complementario, de los planes sociales, no puede ser menos que la canasta de indigencia (alrededor de 6 mil pesos). Si no podemos decirlo en la reunión lo diremos con decenas de miles de compañeros en la calle", advirtió Grabois.
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