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Armada reclamó en un informe buque de rescate de submarinos
• EN 2009 LA FUERZA DE SUBMARINOS SE QUEDÓ SIN BUQUE DE AUXILIO.
• NUNCA SE LO REEMPLAZÓ
Los constantes recortes al presupuesto de las fuerzas prorrogaron la incorporación del navío -imprescindible para la búsqueda de naves desaparecidas- hasta el quinquenio 2021-2026.
En la página 35-43 del Plan, la previsión dice; "En el tercer quinquenio (n.r. 2021-2026) se incorpora un buque de rescate de submarinos con capacidades de apoyo a la operación y recarga de torpedos". Ante ese panorama de largo plazo, el excomandante de Adiestramiento y Alistamiento, contralmirante Luis López Mazzeo -que estuvo a cargo del operativo internacional de búsqueda del San Juan- ordenó a Villamide evaluar alternativas entre los navíos propios para disponer de una plataforma de auxilio ante emergencias en submarinos.
El análisis realizado por el capitán Villamide determinó la factibilidad de alistar como buque de apoyo y rescate al aviso ARA Bahía Agradable y además contar con el buque de investigación científica ARA Austral para la búsqueda y localización del submarino siniestrado. El Bahía Agradable es uno de los cuatro buques de apoyo logístico que la Armada adquirió a la Federación Rusa en 2014. Se lo utilizaba en la actividad petrolera offshore para asistir torres de extracción de petróleo y de gas. Según el informe de Villamide, el Bahía Agradable (ex Tumcha) tiene una cubierta despejada y amplia para poder acomodar los sistemas de auxilio y agrega que la embarcación ya figuraba en la base de datos de la Oficina Internacional de Escape y Rescate de Submarinos (Ismerlo, en sus siglas en inglés) con la capacidad de transportar un sistema de intervención. Este organismo es el centro internacional de información y coordinación en rescate submarino, que posibilita a las naciones disponer de la asistencia de más de 40 países en caso de naufragios como el sucedido al ARA San Juan. Entre sus tareas figura normalizar los procedimientos de búsqueda y estandarizar medidas de las escotillas y esclusas de escape con el propósito de que todos los países puedan actuar con sus equipos de socorro en distintos tipos de submarinos. Más adelante el informe confidencial producido por Villamide pondera la capacidad de búsqueda del ARA Austral por contar con una sonda multihaz de última generación que "permite localización precisa en un rango de profundidad de 20 a 1.100 metros".
El análisis quedó en el papel. La Armada contaba con plataformas aptas para integrarse y complementarse ante un siniestro de submarino, pero no los fondos para adquirir el denominado sistema de intervención. El más simple consta de un vehículo sumergible operado de manera remota (ROV) que se utiliza para llevar mangueras que, una vez conectadas al casco del submarino accidentado, inyectan aire fresco y mantienen respirable la atmósfera del interior disminuyendo el nivel de CO2 (anhídrido carbónico).
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