17 de julio 2006 - 00:00

Alertan provincias sobre caída de ahorro y rojo fiscal

En las últimas horas, el ministro de Economía bonaerense, Gerardo Otero, insistió con que la provincia de Felipe Solá cerrará 2006 con un déficit de cerca de $ 500 millones.
En paralelo, el gobierno fueguino -que conduce Hugo Cóccaro (FUP)- debió recibir este mes un adelanto de coparticipación de $ 6 millones, mientras que habría acordado con Nación un salvataje financiero especial para poder sortear las dificultades financieras que atraviesa.
En Río Negro, en tanto, el gobierno del radical Miguel Saiz debió admitir la reprogramación de los pagos de la provincia en función de la disponibilidad del Tesoro local, ante una realidad que muestra déficits mensuales de entre 5 millones y 6 millones de pesos.
En este concierto crítico, las que celebraron fueron Entre Ríos y Santa Fe. Según fuentes entrerrianas, serían las dos únicas provincias que disminuyeron el índice de endeudamiento 2006, en relación con 2005.
En este escenario incide fuertemente el impacto de los aumentos salariales que los gobernadores debieron activar desde el año pasado, en el marco de una escalada de medidas de fuerza. En la actualidad, más de la mitad de los presupuestos provinciales está destinada al pago de sueldos.
El pasado jueves esta delicada situación fue analizada en un encuentro que mantuvieron en Buenos Aires la ministra de Economía, Felisa Miceli, y sus pares del interior del país.
Allí, si bien Miceli ponderó el control del gasto mostrado por las provincias, les pidió «un mayor esfuerzo recaudatorio». Además, advirtió a los distritos más comprometidos que deberán extremar la prudencia fiscal para aventar la posibilidad cierta de cerrar con déficit este año.
El riesgo radica, además, en incumplir con la Ley de Responsabilidad Fiscal, que pone un cepo al gasto y al endeudamiento de gobernadores y de Nación desde enero de 2005, y que contempla sanciones para los que se aparten de sus preceptos. La posibilidad de incumplir fue admitida este fin de semana por el ministro de Economía bonaerense, que maneja las cuentas de la provincia más grande del país.
Por de pronto, los ministros se fueron del Palacio de Hacienda con la promesa de que durante el último trimestre del año el gobierno nacional va a analizar un diagrama de reprogramación a largo plazo de las deudas de las provincias. Hoy ese rojo asciende a casi $ 78.000 millones, 70% del cual está contraído con Nación.
El viernes, en tanto, tras reunirse con ministros de la Producción de las provincias, Miceli anunció, además, que otorgará $ 5 millones para fortalecer el funcionamiento de las agencias de desarrollo en el interior del país.
 Discusión
Pero otro reclamo de fondo de algunas provincias se mantiene aún como asignatura pendiente. Se trata de la discusión por una nueva Ley de Coparticipación Federal que, por caso, reclaman Buenos Aires y Neuquén para asegurar -dicen- una distribución más justa de los recursos.
En el caso bonaerense, tanto Solá como Otero insistieron en los últimos días con que, mientras Buenos Aires recibe 20% del reparto, debe atender a 38% de la población total del país.
Por su parte, el neuquino -y presidenciable 2007- Jorge Sobisch es otro de los mandatarios que exigen con mayor virulencia abrir esta discusión, bajo el riesgo de que el actual reparto «injusto» de los impuestos coparticipables termine por activar una escalada de déficits en las provincias.
Por eso se especula que la coparticipación será uno de los planteos que el hombre del Movimiento Popular Neuquino le hará mañana al presidente Néstor Kirchner. Ambos funcionarios mantendrán un encuentro en la Casa Rosada para definir asistencia financiera para la provincia, en el marco del temporal más grave que sufrió Neuquén en los últimos 100 años.

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